A menos de cien días de la próxima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21), que busca un nuevo acuerdo entre todos los países miembro para mantener el calentamiento global por debajo de los 2 °C, entre expertos hay una mezcla de escepticismo y deseo sobre lo que pasará en diciembre en París. “En esta cumbre habrá un acuerdo, pero es probable que no sea suficiente para lo que se necesita”, afirmó Vicente Barros, copresidente del Grupo de Trabajo II del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) en una reunión organizada por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.
“La mayor parte de los países que tienen emisiones importantes ya pusieron sus propuestas sobre la mesa. Posiblemente Argentina, y muchos países en desarrollo, propondrán una reducción porcentual de las emisiones con respecto al PBI”, agregó el meteorólogo. Hasta ahora, 56 países de un total de 195 presentaron sus contribuciones. Argentina, que en América Latina es uno de los estados que más emiten luego de Brasil y México, aún no lo hizo, pero las autoridades de la mencionada Secretaría aseguran que se está trabajando para ello.
Entre las dificultades para llegar a un acuerdo, la investigadora Inés Camilloni, del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera de la UBA y miembro del IPCC, señaló que “en la negociación siempre está subyacente el tema de que el cambio climático actual es consecuencia de lo que emitieron antes los países desarrollados y que limitar emisiones podría comprometer el crecimiento en los emergentes”. Sin embargo, “es necesario un acuerdo en el cual todos los países, incluso la Argentina, tengan que hacer algún esfuerzo”, aclaró. Según estimaciones y en términos globales, para 2050 las emisiones deberían reducirse entre 40 y 70% y ser nulas a fin de siglo, pero “siguen aumentando cada vez más”, alertó Camilloni.
Se espera que en la COP21 se alcance un acuerdo global, a diferencia del Protocolo de Kyoto, que involucraba sólo a algunos países desarrollados. “Ahora Estados Unidos está más proclive a hacer algo y China realizó mucho localmente. Creo que va a ser positivo el resultado”, expresó Mariana Conte, autora del IPCC. En relación con el pasado, Argentina “está más cerca de poder hacer una propuesta de contribución concreta, pero es una decisión política”, explicó.
Para Gabriel Blanco, autor del IPCC y miembro del Comité Ejecutivo de Tecnología de la COP, “Argentina puede tomar acciones que producirían otros beneficios, además de reducir emisiones”. Entre ellas, señaló la diversificación de la matriz energética, una ley de bosques que “debería implementarse de manera completa”, la rotación de los cultivos y el análisis de otras opciones de transporte. Con experiencia en las negociaciones, Blanco especula que “para evitar un fracaso muy estrepitoso tal vez se llegue a un acuerdo con ambiciones muy moderadas”. De todos modos, advierte que “en las negociaciones internacionales puede haber dificultades que de repente se destraben, o al revés”.