En Italia una pareja que había realizado un tratamiento de fertilidad se enteró de que a la mujer le habían implantado los embriones de otra, cuando los análisis indicaron que los perfiles genéticos de los gemelos que esperan son incompatibles con el de los supuestos padres. La causa del grave error del Centro de Maternidad Asistida del hospital Sandro Pertini de Roma fue por una similitud de apellidos de dos parejas que asistieron el mismo día a implantar los embriones fecundados in vitro.
La pareja cuyos ADN son compatibles con los de los gemelos también fue avisada. Los exámenes genéticos que realizó en la institución un equipo dirigido por el genetista y rector de la universidad de Torvergata, Giuseppe Novelli, demostraron que el equívoco sólo ocurrió una vez. “Los técnicos del ministerio instalaron ahora en el hospital Pertini un protocolo de seguridad”, declaró Beatrice Lorenzin, la ministra italiana de Salud. El caso es único por lo que no existe jurisprudencia que pueda ser utilizada como guía. Según las leyes, los gemelos que nacerán en septiembre son hijos de la madre que los está gestando y de su marido, y no de la mujer a la cual en verdad pertenecen los embriones. María y Lucio, nombres de fantasía porque la identidad real de la pareja está protegida por las leyes italianas sobre la privacidad, estaban tranquilos y creían que el embarazo se desarrollaba en forma normal hasta la semana pasada.
En la otra mujer que también recibió sin saber los embriones que no eran de ella, el tratamiento no tuvo éxito y los embriones no se implantaron. María, que por el impacto de la noticia bajó mucho de peso en pocos días, afirmó que quiere seguir con su embarazo. “El asombro fue enorme, tuve un momento inicial de rechazo –dijo a través de su abogado, Michele Ambrosini–, sin embargo, los sentí crecer dentro de mí, son sanos, decidimos que vamos a continuar con el embarazo”. La Fiscalía de Roma abrió una investigación sobre el increíble error. El director del Centro de Fertilidad Asistida del hospital Pertini fue reemplazado por su colega, Emilio Pittarelli. La información sobre el error causó alarma entre los pacientes. Aunque los genetistas aseguraron que el error es único y que no ha ocurrido otras veces. A partir de ese insólito hecho más de 300 parejas que han pasado por el centro pidieron los test de ADN para confirmar sus resultados.
Desde Roma