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Elecciones en pandemia: ¿qué hacer con las PASO?

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El desafío de organizar primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias en tiempos de Covid. | Pablo Temes

Robert Dahl fue uno de los más destacados politólogos del siglo veinte. Profesor de la Universidad de Yale, presidente de la Asociación Estadounidense de Ciencia Política y autor de varios trabajos que serían indispensables para las ciencias sociales, se convirtió en el más célebre defensor del paradigma filosófico de la democracia, al interpretarla como el sistema de gobierno en el que, más allá de cualquier imperfección, siempre triunfa la voluntad popular mayoritaria.

Cinco años antes de morir y luego de una dilatada trayectoria académica, que incluye más de cincuenta ensayos de teoría política, Dahl publicó en 1989 Democracia y sus críticos, escrito que se convertiría en un clásico de la Ciencia Política. El autor estableció allí las cinco condiciones necesarias para el ejercicio pleno de la democracia: participación efectiva de los votantes, igualdad del voto, sociedad informada, control de la agenda pública y equidad ciudadana. No es posible pensar de democracia sin referirse a Dahl.

Es que Dahl sostenía que los problemas de la democracia se solucionan con más democracia y que se trata del único sistema político creado por el hombre que se perfecciona con cada elección.

Esta semana creció el debate sobre la suspensión o demora de las PASO. ¿Es válido posponer una votación por la pandemia? ¿Qué es más importante, el derecho cívico o la salud pública? ¿Se pueden articular ambos valores?

¿Qué diría Dahl sobre el debate que cobró fuerza en el mundo desde que el coronavirus amenazó con impedir elecciones en gran parte del planeta? Es una discusión que, hay que decirlo, viene creciendo con fuerza en la Argentina, a partir de la posibilidad de suspender o demorar las primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO).

¿Es válido posponer una votación por la pandemia? ¿Qué es más importante, el derecho cívico o la salud pública? ¿Cómo pueden articularse ambos valores fundamentales?

En Democracia pandémica: elecciones y Covid-19, Todd Landman y Luca Di Gennaro Splendore estudiaron las elecciones del primer cuatrimestre de 2020, cuando se iniciaron distintos tipos de aislamiento social en gran parte del mundo. Tras analizar varios comicios, especialmente el inicio de las primarias para la elección presidencial en Estados Unidos el 7 de abril y las elecciones nacionales en Corea del Sur del 15 de abril, los profesores de la Universidad de Nottingham concluyeron que es prioritario evitar el retraso de un proceso electoral sin incentivar un rebrote del virus.

Para no suspender una elección en medio del coronavirus, el paper recomienda permitir el envío de votos por correo para los mayores de 65 años, votación online para personas con firma electrónica certificada y sufragio presencial bajo estrictas medidas de seguridad (desinfección y ventilación de los colegios electorales, distanciamiento social, barbijo obligatorio para los electores y control de temperatura).

La preocupación por la demora o la cancelación de elecciones viene siendo monitoreada desde el año pasado por el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA, según sus siglas en inglés). Es una organización con sede en Estocolmo, que nació a mediados de los noventa para promover los procesos de democratización de países de Europa del Este tras la desintegración de la URSS, y que luego se convirtió en un faro para los críticos de la instauración de cualquier régimen autoritario en todo el mundo. En IDEA sostienen que el Covid ha creado las condiciones para que la democracia moderna peligre.

Una investigación de esta organización no gubernamental advierte que con más de 70 elecciones nacionales programadas para lo que resta de 2021 en el sistema internacional, existe una fuerte inquietud y una latente alerta en varios países porque el coronavirus está poniendo en duda la realización de esos comicios.

Los expertos de IDEA reconocen que se deben tener en cuenta los consejos de epidemiólogos y de funcionarios sanitarios, pero advierten que también es necesario atender la tensión pública por el abuso del aplazamiento electoral. Por caso, demostraron que durante el año pasado, se impusieron varias restricciones debido al Covid que limitaron y alteraron sufragios en 22 de los 51 países (43%) que fueron analizados, por lo que reclaman que este año no se cancele ningún comicio.

Qué difícil dilema presenta la pandemia: un sufragio inseguro puede hacer crecer contagios y muertes por Covid; pero la cancelación de una elección aumenta la posibilidad de que las decisiones sean tomadas por una minoría.

Pero lo cierto es que, incluso si se realiza una votación, la posibilidad de exponerse al contagio puede desalentar a los electores a ejercer su derecho cívico. En ¿Cómo afecta el Covid-19 la participación electoral? Evidencia de las elecciones municipales francesas, Abdul Noury, Abel François, Olivier Gergaud y Alexandre Garel investigaron las elecciones municipales de Francia del 15 de marzo de 2020 y concluyeron que por el temor al contagio la participación disminuyó en un récord del 20%.

El paper presentado por estos profesores de distintas universidades, entre ellas la Universidad de Lille, demostró que el temor de los votantes es más alto en las franjas etarias mayores, grupo que siempre muestra gran participación a la hora de emitir su voto. Por lo que concluyeron que la pandemia afecta significativamente el resultado electoral.

A mediados del siglo pasado, Dahl mantuvo debates memorables con el sociólogo Charles Wrigth Mills sobre la importancia del proceso electoral estadounidense. Mientras que Dahl defendía el sistema democrático, Wright Mills ponía reparos y en 1956 publicó La elite del poder, desafiante ensayo en el que el profesor de la Universidad de Columbia defendió la tesis de que la democracia es una fachada y que las verdaderas decisiones son tomadas por un pequeño establishment político, económico y militar.

Qué difícil dilema presenta la pandemia a la democracia. Una elección insegura puede hacer que crezcan los contagios y las muertes por Covid. Mientras que la demora de una votación podría aumentar la posibilidad de que las decisiones sean tomadas por una minoría.