Evaluar los primeros cien días de gobierno de Cambiemos es situarnos en el análisis del mayor proceso de regresividad distributiva acontecido en el primer tramo de gobierno desde la recuperación democrática.
En efecto, el diseño de políticas llevadas adelante por el gobierno que encabeza Mauricio Macri tuvo efectos contundentes tanto en la concentracion del ingreso en favor de los más poderosos cuanto en el retroceso en la participación de los sectores vulnerables.
Observemos esto más de cerca. Una transferencia de ingresos hacia la cima de la pirámide social motorizado por la eliminacion o baja de quita de retenciones, limitación de retenciones combinadas con una megadevaluación que ya supera el 60%, con un fuerte impacto en términos de precios que aún no termina de proyectarse.
Los análisis preliminares muestran que el pase a precios de la actual devaluación (más allá de las buenas noticias que quiere difundir el oficialismo a través del sistema de medios militantes) no será inferior al 40% anualizado, y el conjunto de actualizaciones de ingresos tanto para paritarias de trabajadores formales cuanto para jubilaciones y pensiones así como tranferencia de ingreso vía planes sociales no superará en promedio el 30%.
Esto implica un retroceso en el poder adquisitivo de jubilaciones, pensiones, planes de empleo y salarios en el orden de los 10 puntos porcentuales promedio, y las implicancias de esta caída son devastadoras en términos sociales.
Al respecto en un reciente estudio: El impacto asimétrico de la aceleración inflacionaria en Argentina (2015-2016) de Demian Tupac Panigo y Sergio Rosanovich demuestra que en la Ciudad de Buenos Aires el poder adquisitivo se desmoronó desde que asumió el nuevo gobierno.
Señalan los investigadores: “Debido a esta dinámica de precios, y sólo por lo que sucede en alimentos, alquileres y energía eléctrica, el poder adquisitivo de los habitantes de la CABA ha experimentado una caída superior al 16,3% (24% para los sectores más vulnerables) en sólo 4/5 meses (ver grafico). Esto no incluye la pérdida de poder adquisitivo, que también se ha generado por aumentos de precios en vestimenta, esparcimiento, salud, educación y otros tantos rubros que serán objeto de una investigación posterior.
Es importante remarcar que esta cifra agregada esconde fuertes diferencias de impacto entre los distintos hogares de la Ciudad. Los resultados de la presente investigación demuestran que la pérdida de poder adquisitivo de las familias más vulnerables (e.g. decil 1 de gastos) durante los últimos meses prácticamente duplica a la de los hogares de mayores recursos (decil 10).
Un retroceso diferencial en el poder adquisitivo de los sectores de menos ingresos que redunda en aumento de pobreza, que pasó del 28,7% en 2015 a 34,2% en marzo de 2016, proyectando los niveles que habitualmente informa la Iglesia Católica.
La caída en el poder adquisitivo supone además una merma en el nivel de consumo equivalente que redundará en caída de crecimiento económico. Ya todas las consultoras, aun las más afines al Gobierno y hasta el FMI, muestran que el retroceso del PBI para este año 2016 no será inferior a 1%.
Esta caída del crecimiento impacta sobre el nivel de empleo, donde se han precipitado ya más de 125 mil despidos, 27 mil en la esfera estatal y el resto en el ámbito privado, siendo particularmente intensa la desvinculación de trabajadores en la construcción, producto de la parálisis en la obra pública que aún no muestra chances de recomenzar.
Hablando de recomienzos, otra nota muy negativa del proyecto que impulsa el gobierno nacional es el recomienzo del tercer ciclo de endeudamiento externo que habíamos dejado atrás a partir del año 2003 con el inicio del proceso de desendeudamiento que tuvo como episodios fundamentales los dos canjes de deuda 2005 y 2010, y la cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional, lo que había puesto al país en capacidad de recuperar plenamente sus decisiones de política económica.
El reciente acuerdo parlamentario a darle vía libre al muy caro y pésimo acuerdo con los buitres dio el puntapié inicial al nuevo ciclo de endeudamiento que escalará como históricamente se observa, dando lugar a una espiral creciente de deuda cuyas dimensiones finalmente nos llevarán a una nueva megacrisis.
En fin, este eslabonamiento de calamidades en apenas cien días de gobierno; imaginemos todo lo que nos espera en los 1.360 restantes, estimados lectores de PERFIL.
*Director de Consultora Equis.