Hoy 24 de enero del 2021, la ley de Interrupción Legal del Embarazo –IVE– empieza a ser una realidad. Después de tantos años de lucha parece mentira que hoy se blanqueó algo que debió haberse blanqueado mucho antes. Son los tiempos de nuestra sociedad. Finalizó la clandestinidad, que era lo que mataba y enfermaba, que hizo sufrir a tantas mujeres, adolescentes, niñas, sus parejas y familias, que ante un embarazo no planificado se desesperaban por interrumpirlo, pero se debatían frente a los riesgos que tenían que enfrentar. Porque, así como todas sabían que muchas antes habían recurrido al aborto clandestino, también sabían de cuántas se enfermaron e incluso murieron por ese aborto. El miedo, la ansiedad, pero también la necesidad las atormentaba, a eso se sumaba la denigración y el maltrato que recibían en los servicios de salud, en esos a los que concurrían en forma clandestina, a escondidas y las revictimizaban.
Por eso esta nueva era trae tanta esperanza, porque si siempre existió el aborto, ahora se puede hablar sin culpas ni temores, se puede ir a un servicio de salud público o privado y pedir esa prestación. ¡Qué diferencia! Hasta hoy era teórica, a partir de mañana será realidad. La culpa y la vergüenza asociadas al aborto fue una carga muy fuerte y es de la que ya nos estamos liberando. Poder hablar abiertamente, no ocultarnos ni someternos más a humillaciones es algo que marcará la diferencia con la vigencia de la ley. Y como dijo Vilma Ibarra el Estado que antes amenazaba y castigaba a las mujeres que abortaban, ahora las recibirá y acogerá en los servicios de salud para atenderlas con dignidad y respeto. Este es el gran cambio que aporta a la vida de las mujeres la ley. Y esto es independiente de que recurran al aborto o no.
Mucho se habló de la ley durante su tratamiento en el Congreso y muchas voces contribuyeron a generar confusión. Por eso ahora toca hablar claro y explicar los alcances de esta ley. Una primera aclaración se refiere a que la ley ya rige, no se necesita más ningún otro paso en cada provincia o jurisdicción. En segundo lugar, que hasta la semana catorce del embarazo las personas con capacidad de gestar pueden solicitar en un servicio de salud público, privado o de obra social esta práctica y deben recibirla en un plazo máximo de diez días. Esto se debe respetar porque un día en estos casos vale mucho, no caben dilaciones o demoras. ¿Y cómo es el procedimiento? Es medicamentoso, de acuerdo a las normas de la OMS, por eso la consulta no se debe dilatar, que sea lo más precoz posible ante la sospecha de embarazo, especialmente cuando se elige interrumpirlo. El aborto con medicamentos no requiere internación. Es la propia mujer que con la indicación médica y el medicamento lo toma o se lo aplica en la vagina.
Patricia Valli el domingo en 50/50 hace referencia a un análisis del costo fiscal anual estimado de la clandestinidad por el tratamiento de abortos clandestinos complicados, versus el costo fiscal anual si hubiera existido la IVE. La diferencia de costo anual estimada es $ 2.500 millones frente a $ 314 millones con aborto legal. Esta diferencia es tan evidente que quienes insisten en reclamar por el aumento del gasto en salud que implica la ley no tienen cómo sostener su hipótesis. Pero al valor monetario tenemos que agregar el valor de la muerte y la enfermedad de esas mujeres que generan el gasto de $ 2.500 millones, algo que se expresa en años de vida perdidos, que es muy alto, a lo que debemos agregar el costo en términos subjetivos que es aún mucho mayor. Esta ley va a permitir ahorrar en pesos, en años de vida y sobre todo mejorará la calidad de vida de las mujeres, sus familias y la sociedad.
En la nota, Valli relata el anuncio realizado al promulgar la ley sobre la provisión de Misoprostol. El Ministerio de Salud a través del Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva aclara que ya se han distribuido desde el programa Remediar a los efectores públicos los medicamentos por lo tanto, está disponible. Como pueden surgir inconvenientes ya sea falta del medicamento u otros motivos, la línea telefónica gratuita 0800 222 3444 es adonde pueden llamar quienes conozcan algún problema vinculado a esta prestación. Es importante utilizar esta línea telefónica para asesorarse ante dudas respecto a la implementación de la ley. Frente a este nuevo derecho conquistado es clave que difundamos y aportemos claridad sobre la ley y sus implicancias. Esto ayudará a incorporarla más rápidamente, así como la ley en espejo sancionada y promulgada simultáneamente: la de los mil días para apoyar a las mujeres embarazadas que lo necesiten y a sus hijos una vez nacidos en los primeros años de vida. ¡Con ambas leyes estamos honrando la vida!.