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Mundo literal

Libro 20240315
Leer | Escribir | Unsplash | Aaron Burden

¡Literal! ¿En serio? ¡Re, literal! Qué palabra tan escuchada, repetida. Una ratificación extraña, desmedida. La expresión se impuso hace unos años, y persiste, se fortalece, a tal punto que parece estar modificando la realidad. Literal, una derivación de ‘tal cual’, que a  veces se alterna con ‘posta’. Literal es más fuerte. Casi un NO a la metáfora. Es lo que es. Y si prima lo literal, no hay revés ni matiz. Hay lo que hay, y… lo que hay es que no hay (plata). Este lema feroz, matador de la moral, que contamina vínculos, contratos, trabajos, changas, salidas, viajes, mudanzas, etc., se expande sin renuencias. Si no hay plata, entonces puedo no pagarte. Si no hay plata, entonces puedo no comprar remedios, si no hay plata entonces puedo no devolverla, si no hay plata entonces puedo no comer. ¿Adónde llega la humanidad sin metáforas? ¿Al ‘puedo no’?

La inversión de los términos modifica la ecuación. Entre ‘puedo no’ y ‘no puedo’, hay una diferencia abismal. Por lo menos en el ‘no puedo’ se evidencia la dificultad. Es posible acudir, solicitar ayuda, simplemente pedir, amparado por la necesidad. Uno se puede expresar, hay lugar para el intercambio.  Mientras que el “puedo no” es una prescindencia, casi una elección… La elección de lo literal. La fórmula de Milei. Los jubilados son viejos, los pobres no tienen plata. Hay que serruchar lo que no rinde, que gane el mejor postor, sálvese quien pueda. O el que ‘pueda no’.

Uno se puede expresar, hay lugar para el intercambio. El “no puedo” es  una prescindencia

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Literal. Lo que es. Así nomás. Sin metáfora. Sensaciones y rendimientos. No al sentir. El valor fundamental es el precio. Macedonio Fernández (uno de los pocos escritores argentinos candidato a presidente) escribió: “La única prueba de haber sentido es el logro de la metáfora. Quien no logra metáfora no ha sentido. Así como la Acción es la prueba de estar sintiendo, la Metáfora es la prueba de haber sentido.” 

Pero en el mundo literal no hay ilusiones. Tómalo o déjalo. Te subís o te caés. El diálogo es una sucesión de pareceres.  Literalidad: “A mí me parece”.  El otro no existe, salvo que importune. En un whatsapp de vecinos una amiga me contó que ganan de lejos las quejas de convivencia que los permisos de disfrute.

El entendimiento es imposible sin metáforas. Literal: sin metáforas no hay cómo explicar lo que no se puede contabilizar, el mundo.