COLUMNISTAS
UN PAIS EN SERIO

Netflix es el otro

Trastienda secreta y exclusiva y nunca dicha de los avatares de Venezuela, el Papa, el peronismo, el Gobierno y hasta los derechos humanos, qué tanto.

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Esto de Netflix me desconcertó un poco, y en este desconcierto creo que Macri puede ganar cómodo, Comodo... ro Py. | cedoc

Estoy en mi oficina, tirado en un sillón, mirando House of Cards en el televisor que casi nunca uso, salvo para ver los partidos de la Champions League. No había visto la nueva temporada, ya sin Frank Underwood, y con Claire como presidenta, porque siempre estoy muy ocupado siguiendo las noticias políticas y nunca me queda tiempo para mirar series o películas. Pero me pareció que era un buen momento para incursionar en la ficción política. Y ver cómo había quedado la serie frente al tsunami Trump que parecía llevarse puesto cualquier intento de ficción.

De repente entra Carla a mi oficina y me interrumpe.

—¿Todavía no escribiste tu columna política? –me dice, sin importarle lo que estoy haciendo.

—Ya está, la terminé, solo me falta corregirla –respondo, relajado, y sigo mirando la tele.

Me imagino que habrás hablado de derechos humanos…

—Eh… este… no entiendo –balbuceo.

—Sí, derechos humanos, tema recurrente en la Argentina.

—¿Vos te referís a la dictadura y todo eso? –pregunto, algo desconcertado.

—¡Me refiero a los derechos humanos de hoy! –se queja Carla.

—¡Ah, Venezuela! No, no dije nada de Venezuela. De eso se ocupa el Papa.

Sí, el Papa, el principal referente de la oposición en la Argentina –dice Carla–. Decí que no puede presentarse a elecciones.

—¿Por qué, si es argentino?

Sí, pero parece que no da ser presidente de dos países al mismo tiempo. Y el Vaticano es chiquito pero tiene mucha más proyección internacional.

—Bueno, pero acá lo tenemos a Lavagna, que es como el Papa, pero con ojotas y medias –afirmo.

—Todo un síntoma de cómo está la oposición.

—¿Vos decís que el tema de la unidad no estaría siendo una realidad? –pregunto.

—La única unidad que se está logrando por el momento es en Comodoro Py –responde Carla–. Me refiero a la unidad del Gobierno para mantener a Cristina como la gran candidata opositora.

—¿Y eso qué tiene que ver con los derechos humanos? –pregunto.

Aranguren dijo que los servicios de luz, gas y agua no son derechos humanos, y que por lo tanto se podían aumentar todo lo que quisieran.

—¿Vos decís que este no es un gobierno que se preocupe por los derechos humanos?

—Y, depende.

—¿Depende de qué? –pregunto.

—Si considerás o no que los aumentos son derechos humanos.

—¿Y cómo es que estos aumentos no repercuten en la intención de voto del Gobierno?

—Sí que repercuten –responde Carla–. Lo que pasa es que el espanto puede más. Por ahora.

—¿Y la unidad?

—¿Vos te referís a la unidad de todo el peronismo?

—Me refiero a la unidad de toda la oposición.

—Ahá, como si fuera sencillo lograr la unidad de todo el peronismo, vos le sumás la unidad de toda la oposición.

—Sí.

—¿Y vos hablaste de todo esto en tu columna? –pregunta Carla–. Decís que es posible la unidad de toda la oposición?

—Bueno, es una posibilidad, ¿no?

—Sí, también es posible que en cualquier momento lleguen la lluvia de inversiones o el segundo semestre. Pero además, ¿unidad para qué?

—Para ganarle a Macri.

—¿Y entre quiénes?

—Uy, ya te dije: entre toda la oposición.

—¿Vos te referís a los pañuelos verdes y a los pañuelos celestes? –pregunta Carla–. ¿A quienes están a favor del editorial de La Nación que celebra los embarazos infantiles, pero también a quienes están en contra?

—Ponele.

—Sin dudas, ese sería un gobierno maravilloso. Pero además, en el medio está Cristina, la candidata más aclamada.

—¿Por la oposición? –pregunto.

—No, por el Gobierno.

—Bueno, basta, me cansa hablar con vos –exclamo–. Siempre la misma historia: Cristina, Macri, la encrucijada de la unidad del peronismo, los aumentos de tarifas… dejame ver tranquilo mi serie, así me relajo un poco.

—¿Estás viendo Netflix? –grita Carla.

—Sí, ¿por?

¡Le estás haciendo el juego a la derecha! ¡A Clarín, a Magnetto, a Lanata, a la oligarquía, al imperialismo, a Trump, a Bolsonaro, a las ojotas con  medias, a las crocs!

—Pero yo solo estoy viendo House of Cards…

Entonces también le estás haciendo el juego a Cristina, a Pichetto, a Massa, a Grabois, a Andrea del Boca y a Ignacio Copani.

 —¿Te volviste loca? –pregunto.

—Perdón, es que todo este asunto de Netflix me desconcertó un poco. Y creo que es en este desconcierto que el Gobierno puede ganar.

—¿Vos decís que este año Macri gana cómodo?

—No, para nada –concluye Carla–. Lo que sí tengo claro es que el Gobierno aspira a ganar cómodo. Más que cómodo, diría Comodo… ro Py.