Estrenamos la paridad en las listas electorales, pero no se las ve, suponíamos iba a haber una avalancha, pero no es así. Las listas aún las arman los varones, las mujeres no entran, miran de afuera.
Está tan naturalizado el predominio masculino que no llama la atención. Como dice Betina Rolfi en Ideas el sábado, esta cultura se va a caer, ¿pero se está cayendo? Señala que la mayoría de las listas están encabezadas por hombres, las mujeres van segundas y cuando hay muchos candidatos el balance no existe.
En el caso de las presidenciales, la mayoría son solo masculinas y solo una de las nueve la encabeza una mujer. “Pagar la mujer”, es el castigo que se impone a las minorías. Como dice Rolfi esto se acompaña de la falta de perspectiva de género en las propuestas, excepto en los de izquierda. Esto se nota no solo en la ausencia de propuestas referidas a las mujeres, sino también en las económicas, de pobreza y otras.
En la misma sección Moscariello compara el fútbol y la política respecto a la dificultad para la participación de mujeres, esto dicho por un hombre del fútbol y la política es interesante. Ambos reconocen el largo camino que nos falta para lograr la igualdad.
Si contraponemos esto a la opinión de los “centennials“, la generación de votantes de 16 a 24 años, que son 22% del electorado, preocupa la falta de visión de los políticos. El artículo de Leandro Bruni en Educación el domingo, comentando los resultados de la encuesta de Ipsos que caracteriza a este grupo muestra el quiebre con los partidos políticos, el 46% los rechaza.
Piden honestidad, creen importante la igualdad entre mujeres y hombres y rechazan el binarismo sexual, creen “siempre se debe elegir tanto en sexualidad como en política”, además, valoran los liderazgos femeninos y los que se construyen desde abajo. Los resultados de las elecciones son impactados por el voto de este grupo, que no es tenido en cuenta por los principales candidatos.
Hablando de igualdad Patricia Valli en 50/50 el domingo entrevista a Marlise Ilhesca del portal Las Argentinas Trabajamos. Sobre la reforma laboral dice “las políticas van hacia la precarización, por eso hay que cambiar el enfoque”, “no se puede hablar de igualdad de género sin igualdad social”, algo que la teoría feminista propugna desde su origen, ya que la igualdad es en todos los campos, por eso durante décadas discutió con las teorías que solo consideran la igualdad de clase.
Ilhesca no cree en “el empoderamiento de las mujeres”, dice “el poder ya lo tenemos”, podemos aceptar que la palabra empoderamiento no es la mejor, pero no podemos negar las mujeres necesitamos asumir el poder, a eso nos referimos, porque lo tenemos potencialmente.
Comparto lo dicho por Martha Rosler en Cultura el domingo: “… lo relacionado con la fuerza y el poder está en manos de los hombres y lo sentimental está más vinculado con las mujeres”.
Felicito se señale el premio otorgado a la Dra. en Ciencias de la Atmósfera Carolina Vera por la Asociación Estadounidense de Meteorología, es fundamental apoyar y señalar el valor de nuestras investigadoras.
El sábado en Policiales, Nicole Martin escribe sobre el uso de tobilleras en la prevención del femicidio, un método más efectivo que el botón de pánico, porque permite que el Estado controle que el hombre no se acerque a la mujer ante la restricción por violencia. Están disponibles y son más efectivas, pero en provincia de Buenos Aires solo hay 23 colocadas, porque lo decide el juez y no siempre evalúan el riesgo, les falta conocimientos de género. La nota señala en el presupuesto 2019 no se especifica lo asignado a compra y control de estas tobilleras. ¡Es lamentable no se usen bien recursos efectivos para acabar el asesinato de mujeres!
La nota en Protagonistas el sábado, sobre ampliación de dos familias de famosos, es bueno que difunda familias diferentes, pero podría haber incluido que esto se puede lograr por adopción y no alquiler de vientres. En un país con niveles altos de pobreza donde muchas mujeres son forzadas a alquilar sus vientres, hay que ser cuidadosos.