COLUMNISTAS
Un nuevo cruce

Quemando las naves (y el yate)

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Duda. ¿Aparecerá el “yategate” en el debate? Martín tiene vínculos con todos en Lomas. | cedoc

Llegamos al último debate antes del 22 de octubre y quienes se candidatean, en especial los tres con posibilidades de llegar, se juegan sus cartas más fuertes e intentan resistir los embates más duros para conseguir el pase a la segunda vuelta, según los números que manejan tanto el oficialismo como la oposición. Una suerte de quema de naves preelectoral.

Acaso el menos expuesto sea Javier Milei, que viene con regulación de marcha gracias a que todas las encuestas lo ubican al frente de la intención de voto.

En modo inusualmente calmo, el líder libertario surfea la ola del triunfo en las primarias y trata de mostrar que bajó un cambio. Eso incluye evitar definiciones concretas sobre algunas banderas de la campaña, como la dolarización.

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Dicha ambigüedad repentina quedó expuesta el jueves reciente. Fue ante más de medio centenar de empresarios y ejecutivos que lo escucharon 20 minutos en un restaurante marplatense, convocados a la misma hora a la que Patricia Bullrich exponía en el Coloquio de IDEA.

El yate de Kicillof

“Vine al pedo, no dijo nada nuevo”, respondió ante la consulta vía Telegram uno de los asistentes, de una compañía alimenticia. “Fue tan breve que ni se sentó ni pudimos hacer consultas”, relató otro, que se desempeña en el sector financiero. Gabriel Martino, ex CEO del HSBC, lo manifestó con todas las letras en diálogo con A24: “Pensé que iba a escuchar algo distinto y fue más de lo mismo”.

Si bien la iniciativa original fue de Juan Nápoli, presidente del Banco de Valores y candidato a senador de LLA en la provincia de Buenos Aires, fuentes libertarias admiten que la cita fue más una búsqueda política que técnica.

Milei quería escudriñar cuanti y cualitativamente qué empresarios convocaba. Según ellos, admitieron a setenta sobre seiscientos inscripciones. Desafiar a IDEA también le resultaba seductor. Pero restarle audiencia a Bullrich era su mayor desafío.

Si bien prefiere polarizar con Sergio Massa, con quien cree que definirá el ballottage, Milei ha apuntado en los últimos días contra la candidata de JxC. Está convencido de que allí puede rasgar respaldos que lo coloquen en la Casa Rosada en primera vuelta.

Ese es el contexto en el que hay que entender las acusaciones de Milei de que Bullrich integró Montoneros y puso una bomba en un jardín de infantes. Los libros de historia y los archivos periodísticos desmienten atentados de esas características.

Bullrich volvió a negar su participación en la lucha armada y denunció penalmente a su rival. La estimula no sólo un ansia de verdad, sino sobre todo, la chance de ocupar el centro de la escena a dos semanas del comicio y disputarle a Milei el voto duro.

Ah, pero debaten

Tal vez eso explique ciertas propuestas inéditas en su espacio. Por caso, la de derogar leyes por DNU si el Congreso evita cancelarlas, intervenir las comunicaciones de los presos con sus abogados (que hasta Victoria Villarruel la calificó de inconstitucional) e indemnizar a las familias de las víctimas de la guerrilla.

Semejantes manotazos exhiben cuán pedregosos están los metros finales de la carrera electoral bullrichista. A su baja performance en el primer debate, se sumó la enésima frase inconveniente de Mauricio Macri: “Si gana Milei, espero que JxC apoye cualquier reforma razonable”, sostuvo en Harvard.

“No sé por qué Macri hace definiciones de este tipo”, replicó Bullrich con molestia en una entrevista con María O’Donnell. Luego volvió a hablar con el expresidente (son varios los cruces en privado por pases de factura) y en teoría será uno de sus acompañantes al debate de hoy en la Facultad de Derecho. Todo vale con tal de escenificar una armonía de ficción, que se extiende a los cortocircuitos con Horacio Rodríguez Larreta, la UCR y la Coalición Cívica de Elisa Carrió.

Massa apuesta a salir casi indemne, como en el primer debate. Para lograrlo, necesita dominar dos demonios que lucen difíciles de manejar y pueden alterar los ánimos electorales: el escándalo Insaurralde y el valor del dólar.

Todo UxP trata de pasar página del Yategate. Massa y Axel Kicillof, los primeros. Ambos coordinaron ese paso de que se hizo lo que había que hacer, que era eyectarlo de la Jefatura de Gabinete y de la candidatura a concejal en Lomas de Zamora.

Como siempre, Massa fue un poco más allá y sembró dudas sobre el momento en que se dio a conocer el viaje al Mediterráneo y las fotos a bordo del Bandido con Sofía Clerici. Para el presidenciable oficialista, hubo intencionalidad política y lanzó sospechas sobre la modelo. Sin pruebas, por ahora, pese a que mencionó la palabra extorsión.

Amén de la posible difusión de nuevos videos de la parejita, el capítulo judicial en torno a las múltiples denuncias podría renovar las turbulencias antes del domingo 22. Sin embargo, algunos operadores en los tribunales activaron sus contactos para dilatar cualquier sorpresa. Hay un par de renombre. ¿Lo harán por iniciativa propia?

El fuego amigo complica más a Patricia Bullrich

Otra incógnita que se abre si a Massa lo llegan a interpelar en el debate por este tema Bullrich o Milei. ¿Se animará a decirles que los candidatos a la intendencia de Lomas de JxC y LLA tienen estrechos vínculos con Insaurralde? Ay, cómo es la casta.

Con el frente cambiario es más complejo. Esta semana se desarrolló una nueva corrida del dólar, que el Ministerio de Economía y el Banco Central intentaron controlar, ante la devaluación poselectoral más cantada de la historia argentina.

El valor de la divisa altera los ánimos de una parte de la sociedad, de acuerdo a los expertos en campañas y exfuncionarios con experiencias traumáticas. Por si hiciera falta azuzar el fuego, Carlos Melconian evaluó que el dólar está barato y Milei que cuanto más alto, más sencillo será dolarizar.

Y todavía faltan dos semanas para la elección.