Una encuesta nacional realizada entre el 5 y el 11 de noviembre de 2025, a 700 días de la asunción de Javier Milei, muestra un panorama federal reconfigurado, con Córdoba posicionada como el epicentro del apoyo al oficialismo. Mientras la imagen del Gobierno nacional atraviesa su mejor momento del año —con una aceptación que supera el 50% y una nota promedio de 5,4 puntos— el caso cordobés desentona por arriba.
Según el estudio “Siga el Baile”, dirigido por Sebastián Puechagut y coordinado por Martín Notarfrancesco y Daniela Piccone, la provincia mediterránea otorga al Gobierno una calificación promedio de 6,8 puntos, el registro más alto del país.
Este rendimiento supera a distritos históricamente competitivos como Mendoza (6,4), Santa Fe (6,0), CABA (5,3) y Provincia de Buenos Aires (4,9). La magnitud del respaldo cordobés no solo consolida al oficialismo en su principal bastión electoral, sino que también reordena la relación política entre la Nación y las provincias.
Ese respaldo se traduce en una demanda contundente hacia el gobernador Martín Llaryora. Ante la consulta sobre cuál debe ser el rol de los mandatarios provinciales frente al Gobierno nacional, el resultado en Córdoba no deja margen para ambigüedades:
- - Apoyar completamente a Milei: 58,7 %
- - Defender a sus provincias en un esquema federal: 27,7 %
- - Ser oposición del Gobierno: 8,0 %
El dato es decisivo: casi 6 de cada 10 cordobeses reclaman un alineamiento total con la Casa Rosada. Esta proporción supera ampliamente el promedio nacional, donde el apoyo pleno a Milei entre los gobernadores llega al 41,6% y convive con un 39,5% que prioriza la defensa de sus provincias.
En este contexto, Llaryora enfrenta una presión política interna significativa. Cualquier gesto de tensión con la Nación chocaría con una mayoría social que ya definió su expectativa: acompañamiento irrestricto al Ejecutivo nacional. Córdoba, principal bastión electoral de La Libertad Avanza, funciona como un disuasivo político para la disidencia provincial y como un motor clave de la iniciativa presidencial.
La evolución de la imagen de Milei a 700 días
La encuesta también releva la trayectoria de la valoración ciudadana del Gobierno, que tuvo un comportamiento oscilante durante los primeros dos años de mandato. Tras un mínimo en agosto de 2025, la imagen se recuperó de manera marcada luego de las elecciones de octubre.
Más allá del caso cordobés, el estudio permite observar la trayectoria del humor social durante estos dos primeros años de gobierno. La valoración de Milei experimentó movimientos bruscos.
Alcanzó un piso en agosto de 2025, cuando la valoración positiva cayó al 45,6% y la nota promedio descendió a 4,8 puntos. Ese registro encendió señales de alerta por el retroceso acumulado desde el inicio del año.
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Sin embargo, tras las elecciones de octubre, la tendencia se revirtió con fuerza. En noviembre, a los 700 días de gestión, la valoración positiva trepó al 52,8% y la nota promedio mejoró hasta 5,4 puntos, retornando a niveles similares a los de enero.
El piso de agosto (600 días): el Gobierno tocó su nivel de aprobación más bajo, con una valoración positiva del 45,6% y una nota promedio de 4,8 puntos. El momento actual (700 días): la valoración positiva asciende a 52,8 %, y la nota promedio llega a 5,4 puntos, recuperando niveles similares a los de enero.
El rechazo sigue siendo elevado, sólo un 28 % dice estar mejor que antes y la fragmentación social se consolida. Entre varones jóvenes, el 53 % dice estar mejor y la nota promedio a Milei escala a 7,2 puntos, pero si corremos la lupa hacia mujeres mayores de 50 años, sólo el 15 % afirma estar mejor y la calificación promedio cae a 4,3 puntos.
