Fabrica paletas de pádel en Carlos Paz y abrió una sucursal en España

Desde hace 34 años, la empresa argentina Urich Padel, radicada en Carlos Paz, elabora productos relacionados al pádel y se especializa en paletas de última generación. El furor por el deporte comenzó a fines de los años `80 y resurgió durante la pandemia. Ante semejante demanda, la firma decidió abrir una fábrica en España.

Urich Padel es una marca netamente cordobesa que dirige Diego Ricci, dueño de la empresa de segunda generación familiar. El empresario destaca como valor estratégico “la innovación y calidad de los productos”, los cuales se logran a través de la producción propia en las fábricas ubicadas en Argentina y España, según publicó la web Punto a Punto.

“Tanto en las paletas de pádel, que son nuestro principal producto, como en la indumentaria y accesorios, pensamos exclusivamente en el jugador de pádel, sus necesidades y cómo brindar lo mejor para una superación constante en este deporte”, remarcó el CEO.

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En la Argentina, la fábrica se encuentra en Villa Carlos Paz, desde donde se comercializa al resto del país. Pero, además, desde hace un año cuentan con fábrica propia en España, puntualmente en Torremolinos, a las afueras de Málaga. Ricci aclaró que, si bien comparten la tecnología al momento de fabricar, “se trabaja con las materias primas que se consiguen en cada mercado”.

Actualmente Urich Padel llega a todo el país con la fábrica propia que se encuentra en la provincia de Córdoba, pero también, se suma la comercialización a mercados internacionales como Chile, Brasil, Estados Unidos, y Europa, desde la fábrica propia que la marca cuenta en Málaga.

No es casualidad que España sea la sede de la otra fábrica, ya que desde la empresa destacan a este país por el alto nivel de profesionalización que tiene el pádel, donde también acceden a jugar grandes jugadores argentinos.

Justamente, es a partir de la fábrica iniciada en 2022 en España, que “se ha buscado dar lugar a un camino complementario de revinculación con jugadores argentinos y con proyección internacional, para acompañar ese proceso inclusive cuando el jugador o jugadora, por capacidad y decisión de vida, va a competir y vivir en otro país”, comentó el director de la marca.

Asimismo, Ricci agregó que años atrás, a jugadores que hoy se destacan en las primeras líneas del pádel mundial se los acompañaba durante su crecimiento en el pádel local. Sin embargo, por las cotizaciones y los objetivos de la marca, esto se decidió interrumpir por no poder abastecer una eventual demanda en mercados internacionales.

Sobre los productos que ofrece la marca, el empresario destacó el amplio abanico de productos, entre los que se encuentran: paletas de pádel para todos los niveles, pelotas, indumentaria deportiva y accesorios, siempre enfocados al pádel.

En esa línea, Ricci remarcó la importancia de innovar constantemente y los procesos de control de calidad con el fin de “hacer la mejor pala del mundo”. En este sentido, indicó que “cada producto está pensado para el jugador y la jugadora de pádel” en los que se utilizan “las mejores materias primas disponibles”.

También contó que el proceso de control de calidad los ha convertido en la marca “con menor nivel de roturas por fallas de fabricación, de acuerdo a lo que explican los distribuidores que comercializan en paralelo diferentes marcas”, indicó.

Sobre el proceso de fabricación de las paletas, Ricci explicó que se da una combinación de etapas artesanales y automatizadas, “iniciando el proceso en una prensa que puede imaginarse como un horno, donde se cocinan los materiales dentro de una matriz; una etapa de preparado que involucra una curación de la paleta en función de cómo fue el proceso de prensa; el agujereado, que es un proceso automático en donde un CNC hace el diseño para cada modelo; el pintado, con múltiples pasos dependiendo del modelo; inserciones de accesorios con filamentos flexibles impresos 3D, que están en la etapa de terminado del proceso”.

Para tener una noción aproximada del costo de las paletas, se puede decir que los precios parten desde los $64.000 a los $185.000, dependiendo de los componentes, el origen de fabricación, tecnología y la temporada de producción. En tanto, en España, los modelos tienen un precio de público de entre 130 y 280 euros.

Sobre el panorama de las ventas en el mercado internacional, Ricci comentó que notan que “se disparó la demanda en los últimos años” como consecuencia del ingreso de este deporte en lugares donde antes no se jugaba, “principalmente en países europeos y centroamericanos”. Al respecto, dijo que “se observa una demanda dispar en estos países en función de cómo se va desarrollando el deporte”.

Y en el caso de Argentina, “por su historia con el pádel, por la cantidad de gente que lo juega, y por el momento del deporte a nivel internacional, se encuentra entre los mercados con mayor demanda en la actualidad”.

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Para lo que resta del 2023, “el objetivo es terminar de entrar con la marca en Europa”, un mercado al que se llegó “luego de una demanda espontánea”, contó Ricci. Al respecto, señaló a Punto a Punto que “el mercado europeo tiene algunas particularidades que como empresa estamos aprendiendo a interpretar para adaptar la producción de los productos a ese mercado específico”.

En este sentido, especificó: “nos enfocamos en lograr palas que generen las mejores sensaciones de juego para cada tipo de jugador, y estamos incorporando nuevas tecnologías que nos permitan acompañar el crecimiento del deporte, y descubrir nuevas maneras de disfrutar del pádel”.