La familia de una niña con epilepsia en Villa General Belgrano escaló su reclamo ante la Justicia tras el asesinato de Harry, el perro que brindaba apoyo emocional a la menor. Los padres ahora exigen que se establezca una restricción perimetral contra el vecino que confesó haber matado al animal el pasado 26 de junio.
Germán, el padre de la familia, expresó la angustia de sus hijas, especialmente la de nueve años, quien padece trastornos de epilepsia y para quien Harry era un apoyo emocional y terapéutico.
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El caso se desarrolló cuando Harry, un perro Jack Russell de nueve años, desapareció de su hogar en el barrio cerrado Los Molles, en la localidad del valle de Calamuchita. La familia encontró el cuerpo sin vida del perro debajo de un arbusto frente a su casa, con una herida de bala en la zona del corazón. El propio agresor confesó haber matado al perro porque había orinado en su auto.
La violencia no se limitó al animal. El agresor amenazó con el arma homicida a Marta, la madre, a Germán y a otros miembros de la familia. Esta escalada motivó que la familia solicitara medidas de protección más estrictas.
"Estamos pidiendo que no solo sea una restricción sino que se transforme en perimetral para no tener que cruzar, ni mucho menos tener cerca a una persona peligrosa así", declaró Germán a ElDoce.tv.
El proceso judicial avanza con obstáculos. "Ya fue citado a tribunales, se le leyeron todas las imputaciones, se validó el impacto y estamos a la espera de una imputación firme", explicó el padre. Sin embargo, la feria judicial podría retrasar el procedimiento.
"El caso se encuentra en manos de la Justicia. Respecto a lo judicial, ya está supuestamente procesado, o sea, está imputado, en el tribunal de Río Tercero bajo el juez Carvallo", informó Germán.
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El acusado enfrenta cargos múltiples. "Obviamente no solo está imputado por el asesinato del perro, sino por amenazas hacia la familia", confirmó el papá.
La familia caracterizó la relación con el vecino como distante. "No tuvimos ningún tipo de diálogo ni advertencia previa. Más allá de un saludo ocasional", explicó Germán.
El impacto emocional en la menor permanece severo. "Mi hija está realmente muy triste, no entiende nada de lo sucedido, está muy mal, era su amigo, su compañero. No solo ella, sino los cinco integrantes de la familia estamos igual pasando y atravesando un mal momento", concluyó.
La familia busca apoyo profesional para la niña. "Respecto a lo de mi hija, está teniendo contención familiar, de amigos. Estamos analizando una posible terapia o algo que ella necesite o requiera".