Con un claro mensaje de rechazo a la grieta de la UCR cordobesa protagonizada por Ramón Mestre y Rodrigo de Loredo, aunque el referente y diputado nacional ostenta el comando de poder interno, un grupo de boina blanca dieron el puntapié inicial al armado de una tercera pata en el radicalismo con tonada.
Este alineamiento radical alejado de los "polos" expresa la necesidad de la "reconstrucción" y reclama "unidad" tras el estallido de la interna que, por acción u omisión, expuso al partido a un resultado electoral del 3% de la Lista 3 en las legislativas del 26 de octubre, aunque el deloredismo y sus aliados advierten que "la UCR no estuvo ahí" en su abierta crítica a la jugada de Mestre "funcional" al PJ.
El radicalismo que viene "debe garantizar la unidad, defender y acordar en base a valores comunes, escuchar al interior y confiar en sus fuerzas", reza uno de los ejes fundacionales de este movimiento que nuclea a boinas blancas con despliegue -sobre todo- en el interior provincial.
La "tercera vía" radical alejada de la batalla de Mestre y De Loredo se presentó en sociedad en un encuentro en Mina Clavero, cuyo anfitrión fue el intendente Luis Quiroga (oeste), quien estuvo flanqueado por los dirigentes Dante Rossi (capital) y Sebastián Peralta (norte). El cuarto vértice del armado está representado por Juan Jure (sur).
El riocuartense no pudo estar en el almuerzo del mediodía de ayer por un estudio médico que debió realizarse en la Capital Alterna, pero "está adentro", afirmó un correligionario. Al manifiesto fundacional también lo firmaron: Cristian Canalis, Alberto Giménez, Hernán Esteban, Yanina Pérez, Arnoldo Quinteros, Dolfi Pedernera, Walter González, Javier Moreno, Balo Venier y Fermín Boudoux.
Esta liga, con base en el interior, demanda protagonismo en la toma de decisiones en esta etapa de “reconstrucción” y en el rumbo que debe adoptar el radicalismo cordobés en clave 2027. "El radicalismo fue y debe volver a ser una fuerza de transformación. El país cambió, la sociedad cambió. Y la política debe cambiar con ella. No podemos seguir discutiendo entre pocos lo que debería decidirse entre muchos", expresaron los radicales que buscan representar "una tercera vía" en la UCR con tonada y que rechazan "los acuerdos de cúpula".
En su mensaje al internismo que habita la Casa Radical, y que promete nuevos capítulos de la puja interna, este nuevo alineamiento afirmó que "reconstruir no es un slogan, sino una decisión" para dar paso a "un radicalismo unido que defienda sus valores". Entre los dirigentes que lo integran hay radicales sin peluca, firmes detractores del ajuste que encarna el gobierno de Javier Milei.
Sin embargo, una de las voces fundacionales habló de las prioridades: "Primero unir; recuperar el origen para volver a ser una fuerza de transformación", en clave 2027. "Más adelante se verá la política de alianzas", opinó el dirigente radical al reafirmar su idea de que la UCR encabece una propuesta electoral para gobernar la provincia.
Pedido de expulsión
Se conoció en los últimos días la existencia de una denuncia por “inconducta” promovida por Jorge Allievi. El radical de la capital presentó un pedido al Tribunal de Conducta del partido para expulsar a dirigentes como De Loredo, Soledad Carrizo y Marcelo Cossar, quienes jugaron para La Libertad Avanza (LLA), e intendentes que apoyaron la lista del PJ que encabezó Juan Schiaretti.
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Según la denuncia se los acusa a los radicales con peluca de "deslealtad" a la UCR por haberse expresado públicamente a favor de otra lista de candidatos (la de LLA) que compitió en contra de la "Lista 3" en las recientes elecciones legislativas nacionales. Cossar es funcionario libertario y Carrizo celebró la victoria en el búnker violeta junto a Gabriel Bornoroni y Gonzalo Roca en la noche del 26 de octubre.
En el entorno de De Loredo no le dieron ni un mínimo de entidad a la denuncia que algunos sostienen es simplemente mediática y no tiene ninguna chance de que prospere ante el órgano de disciplina. Es más, los deloredistas del riñón, advierten que detrás de esta presentación está la mano de Mestre, a quien siguen acusando de ser "funcional" al PJ.
La interna radical nunca descansa y suma nuevos capítulos en clave 2027. "Quién otro puede pedir la expulsión de Rodrigo del partido que no sea Mestre", lanzó un dirigente boina blanca que integra el alineamiento de poder en el radicalismo cordobés.