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CóRDOBA
VIOLENCIA URBANA

Lo confundieron, lo atacaron salvajemente hasta desfigurarle el rostro y ahora enfrentan el juicio

El hecho ocurrió en abril del año pasado en la Terminal de Ómnibus de Unquillo. En la Cámara 8a del Crimen hoy habrá alegatos y veredicto.

Terminal de ómnibus de Unquillo
El grave episodio de violencia tuvo lugar en la Terminal de Ómnibus de Unquillo, en la madrugada del 6 de abril del año pasado. | Cedoc Perfil. Leo Guevara

Nahuel Daniel, un joven de 18 años, regresaba de una juntada de amigos el 6 de abril del año pasado, cuando comenzó a vivir una pesadilla. Esa madrugada, alrededor de las 5, atravesaba la Terminal de Ómnibus de Unquillo para ir a su casa y fue interceptado por cuatro personas que lo golpearon salvajemente, le robaron el teléfono, lo encerraron en el baño para que les facilitara la clave del dispositivo hasta que un empleado del bar alertó a la policía que llegó y detuvo a tres de los agresores; uno logró escapar. Lo habían confundido con otra persona.

Este martes en la Cámara 8a del Crimen -presidida por el juez Marcelo Jaime-, donde los agresores son juzgados, habrá alegatos y se conocerá el veredicto. Acusan el fiscal de Cámara, Fernando López Villagra y la querella particular está a cargo de Joaquín García Bercovich.

Acusadores del juicio
La fiscalía y la querella en la audiencia de la Cámara 8a del Crimen.

Santiago Jeremías Aguirre, Josué Emanuel González, Matías Cardozo se enfrentan a una posible condena por los delitos de robo agravado por la producción de lesiones, privación ilegítima de la libertad calificada y coacción.

El primero de ellos fue quien le gritaba a Nahuel: “vos sos el hermano del Chuqui, le pegaste a mi hermano un palazo”. Esa frase da la pauta de que lo habían confundido con otro joven con quien querían tomar represalia. El no tiene un hermano con ese apodo.

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Les dijo su nombre y pidió que lo dejaran ir, pero recibió un golpe de puño en el rostro, lo sujetaron y lo arrastraron al baño de la terminal. Allí siguieron pegándole en el estómago y la cabeza hasta desfigurarle el rostro. Le robaron el teléfono y la billetera; y los atacantes se fueron.

Informe periodístico

La historia no terminó ahí. Al ver que se habían ido, la víctima temerosa salió del baño y se dirigió al bar, pero antes de que pudiera entrar, Aguirre y González lo interceptaron nuevamente para exigirle el patrón de desbloqueo del teléfono, mientras le siguieron pegando. Aunque la víctima desbloqueó el teléfono, la banda continuó las agresiones hasta que Nahuel comenzó a gritar y pedir auxilio.

Un empleado del bar llamó a la policía, que logró apresar a tres agresores, de los cuales uno -Josué González- continúa con prisión preventiva.