Perfil Córdoba indagó sobre la mirada y experiencia de ciudadanos comunes que intervinieron en la causa judicial más impactante de la historia judicial.
Melina es estudiante de Enfermería en la UNC, tiene 26 años y es madre de tres hijos. Ella condenó a Brenda Agüero, a funcionarias del hospital (Liliana Asís, Marta Gómez Flores, Adriana Moralez y Alejandro Escudero Salama) y al exsecretario de Salud, Pablo Carvajal. Fue la posición que adoptaron otros tres jurados y dos jueces técnicos.
Matías tiene 37 años, es licenciado en Comunicación, actualmente es empleado back office en un call center y en la administración de una residencia para adultos mayores. Para él no existieron hechos criminales y absolvió a los 11 acusados. Compartió la decisión con otros tres jueces legos.
Solamente los vocales técnicos, en minoría, condenaron al exministro de Salud Diego Cardozo. Sobre él, los jurados evaluaron que dio instrucciones para hacer cesar el delito y denunciar. Los camaristas Daniel Cesano y Laura Huberman, ponderaron que cabía pena porque luego el exministro no corroboró que sus órdenes se ejecutaran.

Melina: “Creí totalmente lo que la fiscalía decía, no tuve ninguna duda”
–¿Qué significó la convocatoria para integrar el tribunal para este juicio?
–No sabía nada, no conocía ni siquiera los tribunales. A los mails no los respondía hasta que me llamaron por teléfono. Ahí empiezo a buscar en Google qué era la oficina del jurado. Me convocaron por WhatsApp y cuando llegué acá tampoco sabía cuál era la causa, incluso cuando estaba en el proceso de selección. En ese momento me preguntaron desde qué año estaba estudiando y si trabajaba como enfermera.
–¿Estaba informada de lo que había pasado en el Hospital Materno Neonatal?
–En aquel momento no le había prestado atención porque en el 2022 yo estaba embarazada. Me hacía los controles en el Neonatal. Cuando me enteré lo que estaba pasando dejé de hacerme los controles ahí. Mi bebé nació en octubre.
–Nació después de todo lo que pasó.
–Sí. Los primeros controles los hice ahí, era mayo o junio. Cuando yo me entero dejo de ir, pero tampoco me informo sobre qué estaba pasando, porque lógicamente me iba a hacer mal. Por eso no supe nada en detalle
–Volvamos al día en que supo que iba a integrar el tribunal del juicio del Neonatal.
–Me entero saliendo de acá que había quedado seleccionada.
–¿Cuál fue la primera sensación o impacto?
–Tenía muchísimo miedo. Si bien uno piensa de una manera, después el cuerpo reacciona de otra. Yo soy mamá, tengo tres hijas, entonces era como que no sabía cómo me iban a jugar las emociones y al mismo tiempo la carrera que estoy estudiando. A mí la Neonatología me gusta y me quiero especializar en eso. Además, cuando comenzó el juicio, me entero de que había una profesora acá. Entonces, pensé, no sabía si seguir o no.
–¿La profesora es Marta Ariza? (NdeR: la exjefa de Enfermería del Neonatal fue absuelta por unanimidad)
–Sí. Es docente. No sabía cómo procesar todo porque sentía que me llamaban de los dos lados, por decirlo así. La gente de la Oficina de Jurado nos dio consejos. El día a día iba a ser una pieza de un rompecabezas. Hasta que no llegáramos a la sentencia ese rompecabezas no se iba a terminar de armar. Básicamente, el proceso fue recolectar la información y guardarla, guardar cada pieza, ir al día siguiente y guardarla.
–¿Fue una experiencia especial tener al frente a la enfermera Brenda Agüero, futura colega?
–No. Me siento muy nueva en la profesión. En el juicio me nutrí de mucha información que me sirve, contenidos que se hablaban en clase yo los relacionaba con esto o estaba acá y los relacionaba con algo de allá. Era como nutrirme de ambas cosas y si surgía algo acá que se podía poner en duda, tengo mis apuntes en casa, entonces yo iba y leía y lograba entender a lo que querían llegar, porque uno por ahí no entiende de lo que están hablando.
–¿Usted analizó que sí hubo ataques criminales en el Neonatal?
–Sí.
–¿Qué la convenció?
–La suma de todas esas piezas del rompecabezas.
–¿En qué momento advirtió tener esa certeza?
–Al final. Fuimos procesando en esta recopilación de piezas y creo que llegó todo a un punto justo en los alegatos. Fueron muy importantes todos los alegatos de las partes. Fue sumar las piezas del rompecabezas y ver cuál tenía más relación con lo que estaba pasando. Yo creí totalmente lo que la fiscalía decía. No tuve ninguna duda.
–¿Se imaginó estar en un juicio de esta naturaleza?
–No.
–¿Es consciente de que es único en el mundo?
–Sí, es algo que también lo hablamos mucho. Sabíamos perfectamente que esto repercutía afuera muchísimo. Teníamos que salir todos juntos, callados, porque nos cruzábamos en los pasillos y no teníamos que cruzar miradas para no incomodar. Veíamos a las mamás y también a las personas que estaban de este lado (señala el espacio donde se sentaron los acusados durante el juicio).
–En el balance, ¿qué le deja esta experiencia?
–Muchísimo en lo profesional. Hay que corregir mucho en el sistema de salud. Si bien a nosotros nos enseñan una cosa, la realidad es otra. Me queda la inquietud, a futuro, de intentar cambiar algunas cosas.

Matías: “Fueron importantísimos los datos y decidí por convicción”
–¿Cómo tomó la convocatoria para integrar este tribunal?
–Me contactaron a través de un correo electrónico, desconfié que fuera real. Me notificaban por Cidi (Ciudadano Digital). Cuando doy mis datos confirmo que están bien y calificaba para ser llamado como jurado popular. En ese momento no sabía a qué causa. Después me llegó el contacto para un juicio en el 2025. Esto fue el año pasado. Recibí un mensaje de la Oficina de Jurado y la citación a mi domicilio, me presenté para la selección.
–¿Conocía el caso del Neonatal a través de las publicaciones de medios de prensa?
–Tomé muy poco conocimiento porque recordemos que en 2022 todavía estábamos saliendo de una cuarentena. Tenía un recuerdo vago del caso. Sabía, grosso modo, que se trataba sobre bebés, pero no recordaba detalles. Para mí fue interesante estar estos seis meses nutriéndome de todo. Llegué virgen de información al caso, no tenía opinión formada, sólo un leve conocimiento.
–¿Cómo fue la experiencia de transitar más de seis meses estos tribunales?
–A esa pregunta la he pensado varias veces y la verdad es que es algo único. Afuera, con las cosas que suceden en la sociedad, muchas veces se piensa: “la Justicia no hace nada”. Este es un claro ejemplo de que un ciudadano común, a través de la participación, puede aportar su granito de arena. Viví en carne propia y desde adentro lo que es el proceso judicial. Nunca había estado en una audiencia, en un juicio. Uno por ahí se queja de la injusticia, pero este es el momento y la oportunidad. Y, como muchas veces se dijo, hubo un compromiso. Hablo por mí y por todos mis compañeros, veníamos todos los días a las ocho de la mañana y salíamos, incluso, a las cinco de la tarde. Todos tenemos compromisos laborales, jefes. Vuelvo a decir: lo tomamos con la seriedad que correspondía.
–¿Cómo fue el momento de la decisión?
–No nos encontramos el último día, por lo menos yo, diciendo qué hago, no. Fue madurando con el tiempo. Durante los seis meses yo tuve varias visiones. Agradezco el consejo de las personas de la Oficina (de jurados) que nos decían: no se pongan en una posición u otra, esperen que pase todo el proceso. Siento que pasé de tener una visión y el mismo juicio me fue llevando a decir: Bueno, a ver, ¿qué es lo que tengo? Con esto a mí me alcanza para dar una fundamentación. Hice un análisis, me tomé el tiempo y llegué a una conclusión. No llegué al último día sin saber absolutamente nada, me tomé el tiempo y la responsabilidad que realmente esto ameritó y recién ahí dije ‘yo tengo esta fundamentación y me quedé y me planté en eso, pero con datos’. Para mí, los datos y la información fueron fundamentales en este juicio.
–¿Votó por la absolución de todos los acusados?
–Sí.
–¿Llegó a esa conclusión porque le ganó la duda o por convicción?
–Por convicción. Y hay una cosa que quiero aclarar. La doctora (Patricia) Soria lo dijo, por una cuestión automática repercutió en el resto como efecto dominó. Para mí fueron importantísimos los datos y la información que se manejó.