Luego de una semana que lo tuvo en el centro de la escena política nacional por su inserción en territorio porteño, el gobernador Juan Schiaretti tomará vacaciones esta semana y al regreso decidirá si mantiene su rol de armador de un tercer espacio o no.
Schiaretti sabe que, de la misma manera que en la semana se pusieron todos los focos en la mesa de Alternativa Federal, ahora será el turno del radicalismo, que debatirá mañana en la Convención del partido en Parque Norte, de qué manera continuará formando parte de la coalición Cambiemos. Por lo tanto, consideraron un buen momento en el entorno del gobernador para poner en pausa su incidencia en el escenario que trata de impulsar la famosa tercera vía y tomar decisiones al regreso.
Qué dice el borrador que buscará aprobar la UCR en su Convención
Cerca de Schiaretti, no ocultan su descontento por la manera en la que salió a cuestionarlo el exministro de Economía, Roberto Lavagna, tras el encuentro del pasado martes en Casa Rosada con el presidente Mauricio Macri. Situación en la cual, de la misma manera que anticipó PERFIL CÓRDOBA el pasado 12 de mayo, el líder del Ejecutivo nacional eligió al cordobés como el primer gobernador con el cual discutiría los famosos 10 puntos del consenso.
Hasta ahora, los mandatarios provinciales que habían pasado con esa agenda por Balcarce 50, se reunían con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. El martes 21, el encuentro entre Macri y Schiaretti fue el que marcó el pulso de la semana y generó repercusiones a nivel nacional, pero también dentro del PJ local. Aunque en Córdoba prefieran no hacer olas y mantener las aguas calmas: ayer, un funcionario provincial descartó cualquier tipo de reacción en contra de Schiaretti por el gesto hacia Macri y consideró que el panorama nacional puede cambiar mucho de acá al 22 de junio.
La charla de una hora. Cuando el martes se difundieron las primeras imágenes del encuentro entre Macri y Schiaretti cobró valor, una vez más, la famosa teoría del pacto a la que abonan algunos en Córdoba.
El hecho que el propio presidente haya decidido no jugar de ninguna manera en la campaña provincial y la posibilidad de que Schiaretti mantenga con vida la famosa tercera vía que bloquea la unidad del PJ en torno a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, son los principales argumentos.
El histórico triunfo de Schiaretti comenzó a gestarse horas después de una dura derrota
Al líder del PRO y al impulsor del peronismo republicano los une el rechazo a la ex mandataria, además de compartir ambos el voto en un distrito antikirchnerista como Córdoba.
Sin embargo, la reacción de los mandatarios provinciales al lanzamiento de la fórmula Fernández-Fernández es otro de los puntos en común que empezaron a avizorar tanto Macri como Schiaretti. Actualmente son 10 los distritos que, además de ser los de mayor población, no están en manos de un peronismo que podría ser fiel a CFK: CABA y provincia de Buenos Aires (PRO); Córdoba y Salta (PJ Federal); Mendoza, Jujuy y Corrientes (UCR); el socialismo en Santa Fe; y dos fuerzas provinciales fuertes como en Neuquén y Río Negro.
En base a esto, y como una opción de la que en Córdoba descreen pero que no terminan de descartar en Buenos Aires, algunos empezaron a pensar en un armado que incluya a dos jugadores de un PJ Federal golpeado por lo que fue la última semana.
Esa es la última opción. Antes de eso, tanto Macri como Schiaretti alentarán una tercera vía. Y para que ese espacio se mantenga como alternativa deben decantar algunas cuestiones: Sergio Massa debe continuar dentro del esquema; Lavagna tiene que llegar como una posibilidad si el tigrense se va al armado de los Fernández, pero con el economista quitándole votos al kirchnerismo, no a Macri como advirtieron en Casa Rosada y se debe desactivar por completo el ‘plan V’.
De no respetarse esos pasos, Schiaretti también tiene la opción de mantenerse prescindente como ocurrió en 2015 entre las generales y ballotage. Aunque radicales y algunos macristas insistan con la incorporación tanto de él, como Massa, Lavagna y Urtubey para enfrentar al kirchnerismo.
Repercusión local. Este esquema, el de una apertura al PJ Federal que podría incluir hasta el armado de un nuevo frente con un nuevo nombre y dejar atrás la marca Cambiemos, es lo que no termina de convencer en Córdoba. Tanto a peronistas como a radicales.
En el PJ, algunos se sintieron incómodos con la foto entre Macri y Schiaretti, aunque por ahora prefieran no hacerlo público. De todas maneras, están también los que creen que la repercusión por una foto con el líder del PRO en la sociedad cordobesa hoy no causa lo mismo que una con la expresidenta, y a eso en El Panal también lo saben.
Entre la dirigencia, la cautela a la hora de marcar diferencias pasa porque las únicas certezas que tiene la política cordobesa son la continuidad de Schiaretti y el ingreso de Martín Llaryora en el Palacio 6 de Julio a partir de diciembre.
“Hay que armar gabinetes; y hoy a esa lapicera la tienen ‘el Gringo’ y Martín. Así que es difícil que algún dirigente saque los pies del plato mostrando una adhesión a la fórmula Fernández-Fernández”, se animó a confiar un integrante del peronismo local.
CP