La decisión del Gobierno de avanzar con mayores controles sobre las empresas para tratar de bajar la inflación y el objetivo de aumentar la tasa máxima del impuesto a las Ganancias ha generado un creciente malestar entre los dirigentes empresarios del país, quienes en las últimas horas han intensificado sus conversaciones para consensuar posturas comunes y responder en forma crítica a esas medidas.
Según comentaron fuentes empresarias a Perfil, la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA) tuvo ayer una reunión de su Consejo Directivo y ya estaban al tanto de la resolución publicada hoy en el Boletín Oficial, por la cual las grandes empresas deberán informar mensualmente los precios de sus productos, cantidades vendidas y stocks de bienes finales e intermedios.
Hay que aclarar que en una primera etapa, la medida alcanzará a alrededor de medio millar de firmas de los sectores de alimentos y bebidas, higiene personal y limpieza; materiales para la construcción y muebles; químico y agroquímico; y de electrónica y electrodomésticos.
Pero, desde la central fabril no ocultaron su preocupación por esta medida, a la que consideran una “avanzada sobre la actividad privada y agrava la mala situación que se percibe en el clima de negocios en el país”.
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El tema también es motivo de una cierta disputa interna dentro de la cúpula de la UIA, ya que algunos dirigentes están presionando para que la entidad asuma un compromiso más crítico con respeto al Ejecutivo.
Paralelamente se observó una postura crítica por parte de la Asociación Empresaria Argentina, ya que fuentes de ese sector empresario advirtieron que “estas medidas son cada vez más intervención sobre la actividad privada y lejos de generar condiciones que contribuyan a bajar la inflación y mejorar las inversiones, empeoran el panorama”.
Empresarios hablan de "señales contradictorias"
Los dirigentes empresarios consideran que las señales desde el Ejecutivo son contradictorias. ¨Por un lado, ayer se realizó una videoconferencia convocando a invertir en el país y las posibilidades que ofrece Argentina, “y por otro lado, se busca controlar los volúmenes de producción, de costos y stock de ventas, y además, aumentar el impuesto a las Ganancias”.
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Este tema también está generando mucha preocupación entre los dirigentes de CAME, que representa a las pequeñas y medianas empresas del país. En esa entidad, consideran que la medida conocida esta mañana es un avance del Estado sobre información confidencial de las empresas, al tiempo que observan como “atemorizante” el objetivo de aumentar la tasa de máxima de Ganancias llevándola a casi el 40 por ciento.
La carta de la Cámara de Comercio por el tema de Ganancias
En las últimas horas, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) criticó también el proyecto del Gobierno para elevar la alícuota de Ganancias para empresas porque genera "presión impositiva" que conspira contra el desarrollo económico y reclamó hacer más eficiente el "gasto público" en los tres niveles del Estado.
"Casi la totalidad del sector empresario (en la medida que logre obtener ganancias) se verá alcanzado por alícuotas cercanas al 35% más la retención del 7% en el caso de distribuir utilidades a sus accionistas o socios", advirtió la CAC.
Así lo hizo en una carta enviada al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y al ministro de Economía, Martín Guzmán, entre otras autoridades del Gobierno nacional.
Más opiniones de economistas sobre las últimas medidas
Damián Di Pace, titular de Focus Market, recalcó a Perfil que “hay decisiones que son contraproducentes para el clima de negocios”.
“El sector productivo está atravesando una grave crisis, más allá de la recuperación de algún rubro. Presionar con más controles y encima mayor presión fiscal es contraproducente. Mi pregunta es: ¿Quién determina el punto de equilibrio de una empresa y cuál debe ser el uso de capacidad instalada producir”, enfatizó Di Pace.
En una misma sintonía, Fausto Spotorno, economista de la consultora Orlando Ferreres, puntualizó que “estas últimas medidas con mayores controles no son la solución y tampoco van a corregir las distorsiones de precios que existen en nuestro país”.
“El clima de negocios en este momento es definitivamente malo. Difícilmente se pueda atraer inversiones con cepo cambiario, controles más estrictos sobre las empresas y suba de impuestos. Realmente muy difícil”, concluyó Spotorno.
LR
