Hasta el 22 de septiembre se estará realizando la Asamblea General de la ONU en Nueva York. De esta 78º sesión participarán más de 140 mandatarios de todo el mundo.
Los temas centrales de esta reunión serán la guerra en Ucrania, los conflictos en África, la crisis migratoria, evaluar los objetivos de desarrollo sostenible y la crisis climática.
Este año la cumbre cuenta con la presencia del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky. En anteriores ediciones el mandatario sólo participó virtualmente. Es muy posible que las tensiones globales entre las potencias puedan dificultar la mejora de las relaciones y los avances en cuestiones fundamentales.
En 2015, todos los países miembros de las Naciones Unidas adoptaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que son un llamamiento urgente a la acción. Persiguiendo estos fines, lo que se busca es el compromiso de los estados para garantizar que todo el mundo se beneficie de la paz y la prosperidad al finalizar esta década.
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¿Qué son los objetivos de desarrollo sostenible?
Comúnmente también son conocidos como Objetivos Mundiales, y son un llamamiento universal a: erradicar la pobreza, preservar el planeta, acabar con la discriminación contra mujeres y niñas.
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible están interconectados, es decir, que se abordan desde una visión holística, y reconocen el hecho de que cualquier acción emprendida en un área también tendrá un impacto en las otras.
Las iniciativas para fomentar el desarrollo deben aspirar a lograr un equilibrio compatible entre la sostenibilidad social, económica y medioambiental.
Y, sobre todo, deben dar prioridad al progreso de los países y comunidades que sufren desventajas económicas.
¿Cuál es el estado de estas los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030?
En el año 2022 ya se realizó un informe que evaluaba como “preocupante” el retroceso en algunos objetivos claves luego de la pandemia de Covid-19 y la guerra en Ucrania. Esta nueva reunión se efectúa en el marco de la mitad del plazo dispuesto para el cumplimiento. Y el panorama es aún más alarmante:
"Las promesas consagradas en los ODS están en peligro”, afirma la ONU.
La preocupación se profundiza cuando se trata de abordar la situación de los países más pobres que aumentan exponencialmente sus problemáticas ante su falta de representatividad en el escenario mundial actual de crisis económica y climática.
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Los puntos principales de la advertencia son:
- El aumento de la pobreza extrema, que va camino a 575 millones en 2030.
- Incremento de los gases invernaderos, que afectan a las temperaturas mundiales. Respecto a esto, se espera que en la próxima década superen el punto crítico de 1,5 °C. A su vez, empiezan a ser cada vez más notorios los fenómenos meteorológicos extremos como la la subida del nivel del mar.
El cambio climático profundiza la desigualdad
La paradoja que plantea esta situación es que los países más pobres son quienes menos contribuyen a la emisión contaminante global pero, a su vez, son quiénes más sufren las consecuencias del cambio climático.
Presentar a la “economía” y la “preservación medioambiental” como una dicotomía, es una concepción ingenua y peligrosa.
En el 2021, un informe publicado por el Banco Mundial señaló que para el 2050 se espera unas 216 millones de personas desplazadas por motivos climáticos.
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Sin embargo, en este mismo momento se señaló que si se efectúa una reducción de los gases de efecto invernadero, la cifra podría reducirse a 172 millones.
Según este estudio, las regiones con más desplazados climáticos internos serían las siguientes:
- África subsahariana, con hasta 86 millones de personas en movimiento
- Zonas del Asia y el Pacífico, con 49 millones
- Sur de Asia, con 40 millones.
- Norte de África, con 19 millones
- América Latina, con 17 millones
- Europa del Este y Asia Central, con 5 millones.
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La región subsahariana de África se encuentra posicionada primero porque es la más vulnerable al calentamiento global. Las razones son sus tierras áridas, y las costas expuestas. Además, su fuente de alimentos estaría en riesgo porque su agricultura y fuentes de empleo se centralizan en cultivos de secano, es decir, que utilizan únicamente lo que proviene de las lluvias.
Del mismo modo, se verán afectadas todas aquellas zonas del planeta con grave escasez de agua y costeras que puedan sufrir el aumento del nivel del mar.
¿Todo es malo? ¿Hubo algún avance en los objetivos de la ONU para el desarrollo sostenible?
Sí, hay algunas mejoras en la consecución de los ODS. Por ejemplo, se ha avanzado en la reducción de la mortalidad infantil, en el acceso constante a la electricidad y en la lucha contra ciertas enfermedades. Sin embargo, el mensaje general del informe es rotundo:
"A menos que actuemos ahora, la Agenda 2030 se convertirá en el epitafio de un mundo que podría haber sido", afirma el secretario general de la ONU, António Guterres.
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1. Fin de la pobreza
El informe destaca que, en cuatro años, el progreso en la reducción de la pobreza han sido borrados por la COVID-19. La ONU define que recuperación de esta situación es “lenta y desigual”.
A esto se le suma el aumento de la inflación y el conflicto en Ucrania, que tuvieron un fuerte impacto en la economía global. En la actualidad, 670 millones de personas viven en la pobreza extrema en el mundo. Si esta situación persiste, los estados solo podrán reducir la pobreza un 30% al llegar el 2030.
Al respecto, la ONU insiste en que se necesitan acciones e inversiones audaces para estimular el crecimiento económico, mejorar la calidad de la educación y proporcionar seguridad social a todos, especialmente a los más desfavorecidos.
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2. Hambre cero
Desde 2015 hasta ahora, el hambre y la inseguridad alimentaria se han ido extendiendo gradualmente, al tiempo que se han acelerado las tendencias como consecuencia de factores agravantes como la pandemia COVID-19, los conflictos geopolíticos, el cambio climático y el aumento de la desigualdad.
Según las Naciones Unidas, 735 millones de personas, es decir, el 9,2% de la población mundial, padeció hambre crónica en 2022, lo que supone un aumento de 122 millones de individuos con respecto a 2019.
Al respecto, es importante alcanzar una colaboración mundial para combatir eficazmente el hambre y salvaguardar la seguridad alimentaria.
3. Salud y bienestar
Los efectos de la pandemia y otras crisis siguen pasando factura a la salud mundial, pero en los últimos años se han logrado algunos avances.
Por ejemplo, de 200 naciones o regiones, 146 han alcanzado o están en vías de alcanzar la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible relativa a las tasas de mortalidad infantil de menores de cinco años.
Hay otras áreas que aún requieren atención, como la disminución de las tasas de mortalidad materna y la ampliación del acceso a la asistencia sanitaria universal.
4. Educación de calidad
En el 80% de los 104 países estudiados, la pandemia ha causado trastornos importantes. Si no se toman medidas inmediatas, aproximadamente 84 millones de niños y jóvenes seguirán sin poder asistir a la escuela, y unos 300 millones de estudiantes carecerán de los conocimientos básicos de lectura, escritura y aritmética. A pesar de los puntos de referencia actuales, menos ambiciosos, del Objetivo 4, sigue existiendo un déficit de financiación de 97 billones de dólares anuales para los países de renta baja y media-baja.
5. Igualdad de género
El objetivo de alcanzar la igualdad de género para 2030 parece lejano para el mundo. Los informes de la ONU indican que sólo un 15,4% de las metas relacionadas con el objetivo 5 muestran signos de progreso. Los avances en áreas como el trabajo de cuidados no remunerado y el trabajo doméstico se están quedando atrás, y casi la mitad de las mujeres casadas carecen de autonomía para tomar decisiones sobre su salud sexual y reproductiva. La violencia contra las mujeres sigue siendo un problema generalizado.
Para acelerar el progreso, se requiere una acciones para promover leyes, políticas, presupuestos e instituciones que fomenten la igualdad de género.
6. Agua limpia y saneamiento
La necesidad de agua va en aumento debido al rápido incremento de la población, la creciente demanda de la agricultura y la industria, y las amenazas que se ciernen sobre los ecosistemas de humedales.
A pesar de una mejora del 9% en la eficiencia hídrica desde 2015, la creciente preocupación por el estrés hídrico y la escasez de agua es alarmante. Para lograr el acceso al agua potable y el saneamiento para todos en 2030, será necesario aumentar entre tres y seis veces los ritmos actuales de progreso.
En 2022, unos 2.200 millones de personas seguían sin tener acceso a agua potable y gestionada de forma segura, y 703 millones carecían incluso del servicio de agua más básico. Es necesario redoblar los esfuerzos para proporcionar acceso a estos servicios y promover la cooperación internacional para gestionar los recursos hídricos a través de las fronteras.
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7. Energía asequible y no contaminante
Si continúa la tendencia actual, aproximadamente 660 millones de personas seguirán careciendo de acceso a la electricidad en el año 2030. Además, la lentitud con que se avanza en la implantación de soluciones limpias para cocinar pone en peligro el bienestar de más de 2.000 millones de personas.
A medida que el mundo avanza hacia objetivos energéticos sostenibles, se necesitarán importantes recursos financieros de los sectores público y privado para alcanzar los objetivos climáticos mediante proyectos de energías renovables, especialmente en los países en desarrollo.
8. Trabajo decente y crecimiento económico
La economía mundial se encuentra amenazada por múltiples crisis, con inflación persistente, tipos de interés crecientes y una mayor incertidumbre. Se prevé que el crecimiento real del PIB per cápita mundial se ralentizará en 2023, lo que provocará un descenso del desempleo mundial, sobre todo entre los jóvenes.
Pero la pandemia se ha acelerado la adopción digital y mejorado el acceso a la financiación. En 2021, el 76% de los adultos de todo el mundo tenían cuentas bancarias o cuentas en instituciones reguladas, una proporción más alta que los 62% de 2014.
9. Industria, innovación e infraestructura
En 2022, el crecimiento del sector manufacturero mundial se redujo al 3,3%, muy por debajo del 7,4% alcanzado en 2021, debido a una recuperación lenta e inconsistente de la pandemia en curso. Los países menos desarrollados no están en vías de duplicar la proporción del sector manufacturero en su PIB para 2030.
En ese año, aproximadamente el 95% de la población mundial tenía acceso a la banda ancha móvil, pero algunas zonas no estaban suficientemente atendidas por ella.
El informe afirma que los países con infraestructuras sólidas, incluida la conectividad a Internet, se están recuperando más rápidamente. Aunque la mayoría de los países tienen acceso a banda ancha de 3G o superior, el coste de los dispositivos y la falta de conocimientos y habilidades digitales siguen siendo obstáculos importantes para la adopción de Internet.
10. Reducción de las desigualdades
Según el informe, la desigualdad de ingresos estaba disminuyendo en todo el mundo antes del COVID-19, pero la pandemia puede haber invertido parte de este progreso. Además, ha intensificado la discriminación estructural y sistémica, provocando la peor desigualdad entre países de los últimos treinta años. La población mundial de refugiados alcanzó en 2022 la cifra más alta jamás registrada, 34,6 millones.
11. Ciudades y comunidades sostenibles
Más del 50% de la población mundial habita en zonas urbanas, y esta cifra puede aumentar hasta el 70% en el año 2050. Una cifra superior a los mil millones de personas viven en barrios empobrecidos o en zonas de asentamientos informales, y se prevé que otros 2.000 millones estarán en condiciones de vida similares en los próximos 30 años.
En 2022, sólo la mitad de la población urbana mundial tenía fácil acceso al transporte público. Las ciudades siguen enfrentándose a retos como la expansión urbana, la contaminación atmosférica y la escasez de espacios públicos abiertos. Por eso es importante es centrarse en el desarrollo de políticas urbanas inclusivas, resilientes y sostenibles que proporcionen servicios básicos, viviendas asequibles y un transporte eficiente.
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12. Consumo y producción responsables
En el informe de la ONU se señala que la Tierra se encuentra en una situación insostenible debido a la creciente dependencia de los recursos naturales, que está provocando una triple crisis de cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación.
Algunas regiones del mundo generan más impacto ambiental que otras: los países de renta alta tienen una huella material per cápita 10 veces superior a la de los países de renta baja. Según el informe, los gobiernos y los ciudadanos deben trabajar juntos para reducir los residuos y la contaminación y dar forma a una nueva economía circular en la que hagamos más con menos.
13. Acción por el clima
El planeta se acerca a las consecuencias catastróficas de la inminente emergencia climática. Las comunidades más susceptibles de sufrir sus repercusiones son las menos responsables de ello, y necesitan ayuda financiera mundial para el clima con prontitud.
Para evitar que la temperatura global aumente más de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, el mundo debe reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) casi a la mitad antes de 2030. Sin embargo, los actuales compromisos netos cero de los 193 países que acordaron el Acuerdo de París sólo supondrán una disminución del 0,3% de las emisiones.
14. Vida submarina
La constante acidificación de los océanos, la contaminación por plásticos y el aumento de la temperatura del mar suponen una amenaza para los ecosistemas marinos.
Aunque se ha avanzado en la ampliación de las zonas marinas protegidas, la lucha contra la pesca ilegal y el apoyo a los pescadores artesanales, aún queda mucho trabajo por hacer.
Según el informe, más de 17 millones de toneladas métricas de plástico entraron en el océano en 2021. Del mismo modo, las imágenes por satélite revelan un aumento de la eutrofización costera, es decir, un enriquecimiento excesivo del agua con nutrientes como el fósforo y el nitrógeno en todo el planeta en el año 2022. Es necesaria una actuación rápida y coordinada para contrarrestar el deterioro de la salud de los océanos.
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15. Vida de ecosistemas terrestres
Aunque se ha avanzado en la gestión de los bosques, las políticas medioambientales y la contabilidad, la pérdida de bosques, la degradación del suelo y la extinción de especies siguen siendo amenazas importantes tanto para el planeta como para las personas.
La cobertura forestal mundial disminuyó del 31,9% en el año 2000 al 31,2% en 2020. Además, se ha producido un aumento del 11% en la amenaza de extinción de especies de mamíferos, aves, anfibios y corales desde 1993. Las Naciones Unidas abogan por un "cambio fundamental en la relación de la humanidad con la naturaleza", y la adopción del Marco Mundial para la Diversidad Biológica de Kunming-Montreal supone una esperanza para la consecución del Objetivo 15.
16. Paz, justicia e instituciones fuertes
El número de muertes de civiles relacionadas con conflictos aumentó un 50% en 2022, en gran parte debido a la actual guerra de Ucrania. A finales de año, una cifra récord de 108,4 millones de personas se habían visto obligadas a abandonar sus hogares en todo el mundo, un aumento de 19 millones en comparación con finales de 2021.
La ONU advierte de que el número de homicidios en el mundo ha alcanzado su punto más alto en dos décadas, debido en parte al impacto económico de la pandemia y a los disturbios sociopolíticos. Las muertes de civiles han experimentado una espeluznante escalada del 53% entre 2021 y 2022, violando los avances previos de la Agenda 2030.
El requisito crucial para establecer objetivos de desarrollo sostenibles implica poner fin a los conflictos armados, instituir la fortaleza institucional y promulgar leyes de derechos humanos.
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17. Alianzas para lograr los objetivos
Muchos países en desarrollo se enfrentan al reto de prosperar económicamente tras la pandemia debido a la inflación récord, el aumento de los tipos de interés y la carga de la deuda. Aunque el comercio mundial ha experimentado un rápido aumento tras el levantamiento de las restricciones COVID, las perspectivas futuras para 2023 son moderadas, ya que las condiciones económicas empeoran.
Desde 2015, se ha producido un aumento del 65% en el acceso a Internet. Sin embargo, los avances en la reducción de la brecha digital se han ralentizado tras la aparición de la pandemia.
Las tensiones geopolíticas, así como los movimientos nacionalistas, están perturbando la coordinación mundial sobre cuestiones globales significativas.
Las Naciones Unidas hacen hincapié en la necesidad de un esfuerzo colectivo mundial para ofrecer la financiación y la tecnología necesarias a los países en desarrollo para acelerar la ejecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
LR
