El Gobierno pavimenta el camino hacia una dolarización a largo plazo
El jefe de Estado y el ministro de Economía confirmaron en los últimos días que el norte sigue siendo el cambio del signo monetario. Las medidas económicas y las desregulaciones apuntan en ese sentido, pero la implementación deberá esperar por los desequilibrios macro y la escasez de divisas del Banco Central. El análisis de los economistas.
El presidente Javier Milei con dólares |
Cedoc Perfil
Con la batería de medidas y desregulaciones anunciadas a lo largo de los últimos días, el gobierno de Javier Milei comenzó a dar los primeros pasos para implementar una eventual dolarización de la economía argentina, aunque no tendría lugar en el corto plazo. El plan, que parecía archivado tras el apartamiento de uno de los principales impulsores, Emilio Ocampo, volvió a la agenda en los primeros días de la gestión libertaria.
"Estamos habilitando el uso de moneda extranjera en las transacciones; podría ser una predolarización. Soy partidario de eliminar el Banco Central pero antes lo tengo que sanear y eso es lo que estamos haciendo", explicó el presidente sobre el mega DNU en declaraciones radiales esta semana.
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Los dichos de Milei van en línea con la ratificación del ministro de Economía Luis Caputo de que el objetivo del libertario "sigue siendo el mismo" que durante la campaña electoral que lo depositó en el sillón de Rivadavia: "Llegar a una dolarización".
El Gobierno sienta las bases de la dolarización
En primer lugar, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció un recorte de 33 puntos porcentuales de la tasa de referencia a 100% anual y el fin de las licitaciones de las letras de liquidez (Leliq), que Milei había identificado como una de las "bombas" que heredaba de la administración de Alberto Fernández.
Acto seguido, el Ministerio de Economía obtuvo financiamiento por $2,9 billones en títulos públicos y busca migrar la deuda del BCRA al Tesoro Nacional. La mecánica implica una suerte de "licuación" de los pasivos del Central vía inflación, ya que el rendimiento ofrecido a los inversores, entre los que se cuentan bancos públicos y privados, quedó por debajo de los índices inflacionarios esperados para diciembre y enero. Así, el oficialismo apunta a secar la plaza de pesos para evitar una mayor aceleración de la dinámica de precios.
En simultáneo, el decreto de necesidad y urgencia (DNU) firmado por el presidente y su gabinete contiene una modificación clave de los artículos 765 y 766 del Código Civil y Comercial que permite transaccionar bienes y servicios en cualquier moneda "sea o no de curso legal" en el país. Se trata de un avance hacia el bimonetarismo de facto, que ya regía en actividades como la compraventa de inmuebles y, a la vez, un balizamiento del camino hacia la dolarización.
"Ratificamos y confirmamos que en Argentina se podrán pactar contratos en Bitcoin. Y también cualquier otra cripto y/o especie como kilos de novillo o litros de leche", determinó la canciller Diana Mondino tras la difusión del texto final que llegará al Congreso de la Nación en los próximos días.
La libertad en la elección monetaria también se verifica en la derogación de la ley de Alquileres. Entre los cambios introducidos, se contempla que los contratos de locación "podrán establecerse en moneda de curso legal o en moneda extranjera, al libre arbitrio de las partes".
Dolarización: la mirada de los economistas
Consultado por PERFIL, el jefe de Research de Ecolatina, Santiago Manoukian, consideró que el paquete de medidas aplicado por el Gobierno es "consistente con la idea de encarar en algún momento la dolarización porque el gran problema era que había pocos dólares y muchos pesos dando vueltas y, por ende, el tipo de cambio de conversión debía ser muy elevado por ese desequilibrio monetario".
"Si eso se resuelve con el tiempo mediante la licuación tan fuerte como la que se ve actualmente, prepara el terreno de mejor forma para poder dolarizar. No se puede descartar que Milei todavía esté pensando en esa idea como algo factible", juzgó Manoukian.
No obstante, el analista económico desechó la idea de adoptar el dólar estadounidense como única moneda de curso legal en el corto plazo debido a las inestabilidades macro que dominan la escena: "Tardaría un tiempo más en poder realizarse. Si logran estabilizar la economía, eso implicaría revivir al peso como moneda nacional. En ese momento se pueden llegar a preguntar qué hacer".
Coincidió en parte el economista Amilcar Collante al sostener que el Ministerio de Economía "está dando pasos en algo previo" a la idea de dolarizar desde un punto de vista monetario, "que es una licuación de pasivos remunerados del BCRA y baja de tasa de interés".
A eso sumó que el DNU presidencial contiene un apartado de desregulación sobre el tema de compromisos que se podrían pactar en moneda extranjera, lo que se traduce en "un paso hacia el bimonetarismo formal y sirve para introducir al dólar en los contratos privados".
Reservas del BCRA: el talón de Aquiles de la dolarización
Sin embargo, Collante estimó que en la actualidad la Argentina carece de las divisas suficientes para implementar un cambio de régimen monetario y, de hacerlo, se desencadenaría una hiperinflación. "Así que creo que está bastante más lejos en el horizonte, a menos que consigan entre USD 25.000 y USD 35.000 millones", dictaminó.
Para el director de C&T, Camilo Tiscornia, el reemplazo de Ocampo, promotor de suplantar el peso argentino por la moneda norteamericana, por Santiago Bausili al frente del Banco Central cristaliza que "el tema de la dolarización quedó postergado".
Al mismo tiempo, el consultor económico consignó que en el equipo económico "buscan generar una competencia de monedas" con las iniciativas de liberalizar los contratos y podrían interpretarse como la antesala de un esquema dolarizador. "Son pasos que irían en esa dirección, no queda ninguna duda. Pero no sé si va a terminar implementándose", postuló Tiscornia.
A su turno, el economista senior de Empiria, Matías de Luca, manifestó que sin una recomposición de las reservas del BCRA, no hay margen para dolarizar. El experto en mercados calculó que las tenencias netas de la entidad encabezada por Bausili se ubican en un terreno negativo de USD 11.000 millones, aunque la autoridad monetaria logró hacerse de USD 1.562 millones en el mercado cambiario desde el 13 de diciembre.
"Hay que acumular esa cantidad para que la cuenta quede en cero y después juntar excedente para respaldar los pesos. Mientras tanto, la licuación va ayudando pero es un camino largo por recorrer sin crédito externo. No están los dólares para dolarizar", sentenció.
Por último, el economista jefe de Libertad y Progreso, Eugenio Marí, indicó que "desde un punto de vista económico, el Gobierno está haciendo la tarea previa al lanzamiento de un programa de estabilización" que incluye un ajuste draconiano de 5,2% del PBI para alcanzar el equilibrio fiscal a fines de 2023.
Bajo la perspectiva de Marí, es un camino que "había que recorrer en todos los casos", ya sea que el programa tome forma de dolarización, tipo de cambio fijo, metas de inflación o agregados monetarios. "Cuánto más rápidas y contundentes sean las medidas, y cuenten con mayor apoyo político, más rápido se podrá apostar a una estabilización duradera", cerró.
