ECONOMIA
Crisis en Brasil

El shock en Brasil pone en duda el fin de la recesión fabril

La tormenta del socio llegó justo cuando la industria se recuperó tras largos períodos en ambos países. Optimismo oficial por brotes verdes. Galería de fotos

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Economia en Brasil | Cedoc

La crisis política de Brasil llegó cuando tanto la industria argentina como la brasileña empezaban a dar señales de reversión de la caída de los últimos años y ahora vuelve a poner en duda la velocidad de la recuperación.
 
En el medio, el Gobierno empezó a ver más indicadores positivos. Un ejemplo es el Monitor de la Economía Real del Ministerio de Producción, donde destacan el dato de industria del Indec de -0,4% para marzo como “la menor caída en 12 meses consecutivos” interanual. Y a eso le suman el dato de la Unión Industrial Argentina, que marcó una suba del 0,4% para el mismo mes, lo que “indicaría un cambio de tendencia”.

Con el piso de caída para la industria, la activación de la obra pública y el agro, la medición preliminar de crecimiento que manejan en el Palacio de Hacienda habla de una suba del 1,7% para el primer trimestre.

Uno de los factores que destacan en el Gobierno es el crecimiento de las importaciones de bienes de capital, que saltaron un 35%, considerado un indicador de inversión en máquinas para la industria. En esa cifra están incluidas las máquinas para el sector de energía y construcción, que traccionan el despertar de la heterogénea industria donde, del otro lado, los sectores vinculados al consumo interno, como textiles, calzado y marroquinería, siguen con cifras en rojo. El sector textil tuvo una baja del 18% de producción en marzo aunque, según el Gobierno –que ayer se reunió con empresas y gremios en el marco de las mesas de producción–, la caída está “desacelerando”.

Justo.
La industria brasileña creció 0,2% en marzo en términos interanuales y revirtió tres años de caídas ininterrumpidas. El dato fue destacado por la UIA, porque la actividad de 16 de los 25 sectores industriales brasileños aumentó en marzo en términos interanuales, con equipos de informática y automotor a la cabeza.

En marzo las exportaciones crecieron 5,1%: las industriales avanzaron un 6% y manufacturas agropecuarias, un 7,8% interanual, aunque con una baja base de comparación, de acuerdo con el Centro de Estudios de la UIA.

La duda es si se mantendrá ese proceso en medio de la crisis política. Para el director de Abeceb.com, el economista y ex secretario de Industria Dante Sica, la incertidumbre política que el país vecino genera es sobre el tiempo que llevará retomar el crecimiento. “Para este año, para la Argentina la proyección no cambia tanto. Pero Brasil recuperando traccionaba y ayudaba a la recuperación de la Argentina”, indicó. La previsión de crecimiento para 2018 era del 2% para Brasil. Ahora habrá que monitorear cómo sigue en las próximas semanas. Según el consenso de los economistas consultados por el Banco Central de Brasil, la estimación para 2017 pronostica un crecimiento de la actividad económica del 0,47%. Los más optimistas llegaban al 0,9% pero ahora el quórum se acerca al medio punto.

Frontera adentro. “Este año la Argentina está más afectada por los temas internos”, aseguró Dante Sica. La inflación sigue alta: abril dejó un 2,6% y la estimación de mayo está cerca del 2%, más allá de que Federico Sturzenegger reiteró esta semana que la meta del 17% está para ser cumplida.

La caída del consumo es la cifra a mejorar, según reconocen en Producción, aunque el Gobierno también recuerda que el “modelo” está cambiando y que ya no se basa sólo en el poder adquisitivo del mercado interno, sino en la inversión y las exportaciones.

El año pasado, los salarios perdieron en promedio un 10% de poder adquisitivo de acuerdo con la estimación de la CGT. “Hay sectores que están más castigados”, conceden, finalmente, en los despachos oficiales. Como contrapartida, aseguran que el empleo privado asalariado –en relación de dependencia, sin contar monotributo– “creció por primera vez en doce meses” más que el empleo público. La cifra da cuenta de un crecimiento neto de 38 mil trabajadores que se suman al sistema –descontando las bajas–. Eso, aseguran, será un aliciente para el consumo mientras que el resto de la recuperación deberá llegar en la segunda parte del año, si se cumple la hipótesis de que los salarios se pondrán al día con la inflación del año.

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Cabrera: “Es difícil que siga cayendo”

Es muy difícil que Brasil siga cayendo, aun con una crisis política. No le damos demasiada importancia”, aseguró ayer desde Japón el ministro de Producción, Francisco Cabrera, sobre la situación en el país vecino.

El funcionario visitó la planta de Toyota en Japón. “La Argentina tiene una industria automotriz muy fuerte y con un gran potencial exportador”, aseguró. El sector, sin embargo, tiene una fuerte dependencia del mercado brasileño, adonde se dirige más del 50% de la producción de autos. Cerca de la medianoche asiática, Cabrera señaló que “hay interés por la Argentina”, aunque reconoció que los empresarios “son cautelosos”, según sostuvo en declaraciones a Radio Mitre. 

“Hay un error respecto de las expectativas y de lo que significan las inversiones”, ponderó el funcionario sobre los anuncios. 

En líneas generales, en el Gobierno entienden que puede haber un impacto, pero en todo caso menor, dado que la economía de Brasil ya tocó fondo y es difícil que pueda empeorar más su performance y sólo le queda crecer.