La consultora Ecolatina estimó que el intercambio comercial dejará este año un superávit de US$ 12.500 millones, debido a las mayores cantidades vendidas y el desplome de las importaciones por la retracción económica.
La consultora formuló esta estimación luego de que en julio la balanza comercial cerrara con un superávit de US$ 950 millones, revirtiendo el déficit de casi US$ 800 millones de julio del año pasado.
En este sentido, resalta el avance de las exportaciones. Al igual que en los meses precedentes, el incremento estuvo liderado por el sector agropecuario, dinamizado por baja base de comparación que estableció la sequía del año pasado más la cosecha récord de este año. A contramano, los envíos de productos de origen industrial retrocedieron otra vez en el mes, consecuencia del deterioro de la demanda brasileña y un mundo que se cierra cada vez más, no permitiéndonos colocar los excedentes que genera un mercado interno deprimido.
“De esta manera, se alcanzó casi un año de resultados positivos – en realidad van 11 meses-, algo que no pasaba desde 2012 y da cuenta de cómo la crisis cambiaria que golpea al resto de la economía estimula al sector externo”, destacó el informe.
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Ecolatina destacó que “si se hubieran mantenido los precios de julio de 2018, el superávit habría alcanzado US$ 1.200 millones, por lo que se observa que la recuperación es efecto de las cantidades y no de los precios lo que permite pensar que la misma es más sólida.”
Con estos números, el acumulado a los primeros siete meses del año pasó de un rojo de US$ 5.600 millones en 2018 a un superávit de US$ 6.500 millones en 2019.
La mejora obedeció fundamentalmente al desplome de las importaciones (-27% i.a., pasando de US$ 41.000 millones a poco más de US$ 31.000 millones) ya que las exportaciones crecieron tibiamente en los primeros siete meses de 2019 (+3% i.a., trepando de US$ 35.500 millones en 2018 a US$ 36.600 millones este año).
En este marco, “proyectamos un resultado positivo cercano a US$ 12.500 millones, producto fundamentalmente de la retracción importadora (cercana al 20% i.a.), pero también por un avance exportador (+8% i.a.), algo no menor en este contexto global proteccionista y donde nuestro principal socio comercial sigue anémico”.