La avanzada reformista del gobierno de Javier Milei y, ante la necesidad de financiar al Estado para evitar la asistencia financiera del Banco Central al Tesoro, las alternativas sobre un nuevo sistema tributario volvieron a ponerse en debate. La organización Fundar, un think thank dedicado a propuestas para políticas públicas, presentó un plan para “una reforma integral, armónica y federal del sistema tributario”, que “tenga en cuenta tanto la composición, como la recaudación y administración”.
“El sistema tributario actual es el resultado de modificaciones parciales acumuladas a lo largo de los años. La alta evasión e informalidad llevaron a que los gobiernos privilegien impuestos de fácil recaudación. El contexto de inestabilidad macroeconómica y la baja previsibilidad fiscal propiciaron la introducción de impuestos de emergencia que se consolidaron en el tiempo, advirtió el equipo de Fundar, dirigido en el área de Economía por Guido Zack, y que también lleva las firmas de los economistas Cynthia Moskovits y Agustín Lódola.
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La reforma propuesta, que busca sostener la actual recaudación del Estado, “pone el foco en el objetivo de financiar el presupuesto público para aportar a estabilizar la macroeconomía y promover el desarrollo”. “No propone modificaciones en el nivel de gasto (el monto a recaudar), sino que se concentra en la composición (qué tipo de impuestos) y la administración (quién recauda) de la estructura impositiva”, señalaron desde la organización.
El loop de la Inflación, la informalidad y la recaudación
Los economistas advirtieron que, tanto la inflación, como la informalidad, “influyen significativamente” en el sistema tributario, como también el sistema tributario retroalimenta ambos problemas. “Ejemplo de esto es que una fuerte presión tributaria con altos costos de cumplimiento sobre el contribuyente genera informalidad. En ese sentido, la propuesta busca también contribuir a mejorar el nivel de formalidad de la economía”, señalaron.
El trabajo señaló que en la actualidad los tributos pueden agruparse en 4 grandes categorías: sobre ingresos y ganancias de capital; sobre la propiedad (una casa, una empresa, acciones y bonos, etc.); sobre bienes o servicios, (las transacciones, incluyendo el impuesto al cheque, el IVA, los que se aplican sobre el comercio internacional como la importación, ingresos brutos, etc.); y aportes y contribuciones a la seguridad social (como jubilaciones y obra social).
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“Agrupando los tributos en categorías y comparando la estructura tributaria de Argentina con las de los países de América Latina, los de ingreso similar y los de la OCDE, se observa un exceso de impuestos sobre bienes y servicios y una escasa participación en impuestos sobre ingresos, ganancias y patrimonio”, destacó Fundar. Ese “exceso” se explica por los impuestos sobre las exportaciones, ingresos brutos, operaciones cambiarias y transacciones financieras (débitos y créditos bancarios), que en Argentina tienen un peso superior que en otros países donde son casi inexistentes. También señala que existe “otra gran diferencia” que “se da en relación a los impuestos a los ingresos y beneficios”.
Las propuestas reformistas
“Resulta necesario disminuir el peso de los impuestos sobre bienes y servicios y reforzar los que recaen sobre los ingresos y el patrimonio, buscando lograr un mayor equilibrio entre los diferentes tipos de rentas para evitar un sesgo excesivo sobre los ingresos laborales”, destacó Fundar. Para lograr ese objetivo, presentó una serie de propuestas.
Primero, unificar aportes y ganancias en un tributo progresivo sobre los ingresos para sostener el sistema de seguridad social, de modo de “establecer un impuesto negativo a los ingresos (administrado por la AFIP) para los trabajadores por cuenta propia informales (de la economía popular) o de muy bajos ingresos”.
También, jerarquizar y aumentar la progresividad del monotributo, a partir de “replantear las categorías y aumentar las alícuotas, haciéndolas progresivas hasta alcanzar, en la máxima, un valor que sea un escalón inferior a la abonada por un autónomo, generando mayor equidad entre trabajadores y suavizando la transición entre los dos regímenes”.
¿El fin de las retenciones a las exportaciones?
Además, propone eliminar las retenciones a las exportaciones, ya que “introducen costos adicionales a los contribuyentes e implican un aumento en la alícuota efectiva por generar saldos a favor que no pueden ser compensados”. “La pérdida de la recaudación se podría compensar con el aumento de la recaudación de otros impuestos existentes y estableciendo un adicional sobre renta de recursos naturales, un impuesto mínimo a la renta de sociedades y la eliminación de la exención de los inmuebles rurales en el impuesto a los bienes personales”, señaló el informe.
Fundar propone mejorar la administración y la recaudación, ya que en la actualidad “hay enormes dificultades de coordinación federal y de centralización a nivel de la administración que afectan la recaudación y gestión impositivas”, lo que provoca que se recaude “casi la mitad de lo que podría recaudarse”. “Una gran parte de esta brecha está explicada por la evasión que, relacionada con la informalidad, que hace que el sector formal se exponga a presiones muy elevadas, desincentivando la formalidad”, sostuvo.
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También propone fortalecer la coordinación entre niveles de gobierno, jerarquizando un organismo fiscal federal. Además, eficientizar la administración tributaria y establecer incentivos al cumplimiento; entre otros puntos.
AM / ED
