Política y economía. En esas dos palabras se resume qué tipo de elenco reunió la Universidad Di Tella en la cena de este año, que tuvo dos motivos: uno, seguir juntando fondos para mantener el sistema que permite que casi la mitad de su alumnado reciba algún tipo de beca; dos, festejar los 25 años de la universidad y, de paso, el bicentenario de la Independencia. Como sucede en celebraciones de este tipo, y tratándose de representantes de un ámbito académico, los anfitriones que hablaron destacaron el valor de la educación para el crecimiento de un país y, en particular, el orgullo que sienten porque muchos de sus egresados hoy forman parte de organismos nacionales, internacionales, también judiciales, empresariales...... o son artífices de proyectos propios. El listado de invitados –unos 780 en total– y de sponsors da cuenta de lo que estima el establishment a la Di Tella. Por sólo mencionar algunos políticos y funcionarios, estuvieron: Francisco Cabrera, Juan Manzur, Federico Pinedo, Federico Sturzenegger, Roberto Lavagna, Gustavo Marangoni, Juan Curutchet, Franco Moccia y Francisco Quintana (fotos en destacado de esta página).
‘Salvataje’ en remate
Un banquero o un hijo de tal es de aquellos que pueden salir en auxilio –o “salvataje” económico– de aquel que en una gala filantrópica queda expuesto ante cientos de invitados en el momento más delicado de ésta, es decir, en la subasta, que desde hace tiempo abandonó la opción silent auction (subasta silenciosa). En la última semana, el embajador norteamericano Noah Mamet fue “acosado” no por uno sino por dos rematadores desde el escenario montado en los salones del Hotel Plaza. El ex CQC Gonzalo Rodríguez y Antonio Bullrich consiguieron que, sin perder esa eterna sonrisa californiana, Mamet no se negara a pagar 30 mil pesos por una fuente pintada y firmada por Carlos Páez Vilaró. No hubo muchos que vieran en esa pieza un elemento interesante para oblar esa cantidad, aunque tuviera una finalidad filantrópica ese dinero. Brito sí se dio cuenta de que, por deferencia, “los diplomáticos en función no pagan” y, como vecino de mesa de Mamet, salió en su auxilio y se quedó con el objeto por 30 mil pesos.
La otra “mina”
Urtubey sorteó con facilidad –y con ayuda mediática–la polémica que en las redes generó la promoción que hizo sobre lo sencillo que es el mecanismo del voto electrónico utilizando para tal fin a un joven con Síndrome de Down. No fue ése el asunto que hizo levantar los oídos de los que en la reunión del Cicyp estuvieron cerca del salteño cuando habló de una “mina” que lo entusiasma y que no es su flamante esposa. Se trata de Taka Taka, literalmente una mina cuya explotación –según explica y repite y detalla– podrá dar ganancias millonarias a su provincia.
Apostillas legislativas
Salón de la Legislatura colmado para escuchar la defensa del presupuesto del ministro de Desarrollo Urbano Franco Moccia. Tras la densa lectura inicial de los objetivos, con las preguntas vinieron los problemas. Dos micrófonos sin pilas, demoraron la pregunta del legislador Javier Andrade. “Es a propósito”, chicaneó Alejandro García, titular de la Comisión, para risa de sus compañeros de bancada. El chiste no logró robarle ni una sonrisa a un punzante Gabriel Fuks, ni al equilibrista Roy Cortina, de larga exposición y preguntas bajas calorías para Moccia. La jornada se hacía interminable. Para colmo a José María Campagnoli, también de extensa alocución, cometió “el furcio del año”: ¿Por qué no hacer una línea de subte al lado de la C para unir Retiro con Constitución?”.