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informe de la uca

Déficit de comida y agua segura para los menores del Conurbano

Esta semana se conocieron nuevos datos del Observatorio de la Deuda Social que confirman una situación preocupante. Las autoras de la investigación brindan detalles y nuevos datos.

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Alimentos. El primer paso de la inseguridad es la incertidumbre sobre cómo se cumplirá con las dosis de alimentos diarios. | afp

Los derechos humanos al agua segura y a la alimentación nutritiva son fundamentales. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 (ODS, 2015) establecen en su sexto objetivo “garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos”, y en su segundo objetivo “hambre cero”: “poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las personas, en particular los pobres y las personas en situaciones de vulnerabilidad, incluidos los niños menores de un año, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año”. Asimismo, se señala la importancia de conocer la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave en la población, según la escala de experiencia en inseguridad alimentaria (FIES). Es fácil advertir que se trata de dos derechos humanos esenciales para garantizar la vida y habilitantes para el ejercicio de otros tantos derechos humanos.

El déficit de acceso al agua de red afecta al 14% de los hogares de la Argentina urbana y al 18% de los niños/as y adolescentes (en adelante, NNyA). Dichos niveles casi se duplican cuando se trata de los hogares y los NNyA del conurbano bonaerense (27% y 32,6%, respectivamente). Asimismo, dicho déficit se encuentra fuertemente localizado en el Gran Buenos Aires y dentro de él se concentra en los hogares de los niveles socioeconómicos más bajos, en situaciones de pobreza e indigencia y en asentamientos informales.

El fenómeno de la inseguridad ali­mentaria es un proceso que experimentan los hogares y es progresivo.  En primer lugar, los hogares experimentan la incertidumbre en relación con el acceso a los alimentos (capacidad de compra de estos), y entonces afectan la calidad de la dieta en términos de la diversidad de los alimentos. En segundo lugar, los adultos limitan la cantidad y calidad de los alimentos que ellos consumen, primero las mujeres adultas y luego los hombres. En tercer lugar, se ven afectadas la cantidad y lacalidad de los alimentos consumidos por los niños/as. Esta es, sin dudas, la situación más severa. No obstante, es importante advertir que las métricas de la inseguridad alimentaria no miden malnutrición sino acceso insuficiente a los alimentos.

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La inseguridad alimentaria severa, junto con la cobertura de alimentación gratuita, experimentó un fuerte incremento en el último período interanual (2017-2018), tanto para el total de NNyA a nivel país urbano como en el conurbano bonaerense, alcanzando los valores más elevados de la serie 2010-2018. Si la inseguridad alimentaria total es del 35,8% en el tercer trimestre de 2018 en GBA, es del 17,4% en cuanto a la inseguridad alimentaria severa y 40% la cobertura de alimentación gratuita.

Los NNyA del GBA presentan grandes desventajas en materia de seguridad alimentaria frente a sus pares del promedio nacional según diferentes factores sociales, y los NNyA que presentan déficits graves en el acceso a los alimentos se ven concentrados en hogares en situaciones de pobreza (79%), residentes en barrios informales (63%) y localizados principalmente en la zona oeste del Conurbano (44%).

El déficit de nutrientes esenciales presenta elevados niveles de incidencia en NNyA tanto a nivel nacional como en el GBA. Se trata de un fenómeno extendido en diferentes infancias; sin embargo, se agudiza en los niños/as más pequeños, que a su vez son los que más se perjudican por las consecuencias que ello tiene en su desarrollo físico y cognitivo. La profundidad de este déficit es mayor en el GBA ya que el déficit severo presenta una mayor participación en el nivel total de déficit. La situación más severa alcanza al 7,8% de los NNyA del GBA que carecen de todos los nutrientes esenciales en su dieta alimentaria diaria.

La asistencia alimentaria directa y gratuita es mayor en GBA que en el promedio del país. Los principales beneficiarios de la ayuda directa son los niños/as en edad de escolarización primaria. La tasa de cobertura disminuye abruptamente para los niños/as de edad preescolar y para los adolescentes. Es decir, que la ayuda alimentaria en el GBA está fuertemente localizada en el espacio escolar y no necesariamente se focaliza en espacios sociorresidenciales de villas o asentamientos o en las escuelas más pobres del territorio. El acceso a los alimentos se ve fuertemente vulnerado para los niños/as no escolarizados y los adolescentes.

Los NNyA del GBA que presentan inseguridad alimentaria severa en un 44% no reciben ningún tipo de asistencia alimentaria (7,7% de los NNyA del GBA), lo que deja al descubierto que no son suficientes las políticas de ayuda alimentaria directa en el conurbano bonaerense y que estas necesitan mayor escala y mejor calibración para llegar a los NNyA más vulnerables. El 84,6% de estos NNyA son pobres en términos monetarios y el 41,8% reside en villas o asentamientos urbanos.

*Investigadoras del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia (ODSA-UCA).