A pedido de PERFIL, Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), y experta en género y derechos de las mujeres reflexionó en torno a algunas de las frases de Cásate y sé sumisa:
“La mujer está perdida cuando se olvida de quién es. La mujer es, principalmente, esposa y madre”.
—En realidad, así deja de ser ella para ser sólo esposa para el esposo y madre para los hijos. Algo que no es bueno para ninguno: ni para ella, ni para el marido, ni para los hijos.
“En caso de duda, obedece. Sométete con confianza”.
—Eso es lo que hacen los golpeadores: la educan a someterse, a obedecer y a padecer sus continuos pedidos de sometimiento y piden cada vez más, son insaciables. Someterse con confianza es porque el otro siempre quiere lo mejor para vos; inconcebible que la mate a golpes por el bien de ella.
“El secreto de un matrimonio santo o, lo que es lo mismo, un matrimonio feliz, es que las mujeres ante el hombre que hemos elegido, demos un paso atrás”.
—Es una gran falacia. No hay matrimonio santo, los seres humanos no somos santos. Tampoco hay matrimonios felices, hay matrimonios con más momentos felices que tristes, pero la realidad es que nunca siempre todo es felicidad. Sobre dar un paso atrás frente al hombre, ésa es otra falacia, porque un paso atrás, en todo caso a la par. La igualdad no es uno adelante y otro atrás, es ambos a la par, claro que a veces uno puede ir adelante y otro atrás, pero eso no debe ser la norma.
