La historia real ya tiene razones para provocar terror: un grupo de marinos ingleses quedaron atrapados en las aguas congeladas del Paso del Noroeste, mientras buscaban el paso a través del extremo norte del continente americano, y fueron muriendo misteriosamente en el paisaje gélido del Artico. Las causas de las muertes de estos miembros de la Royal Navy británica, apresados en el hielo durante más de un año, aún se investigan. Podrían originarse en la intoxicación con el plomo de los alimentos conservados que llevaban, lo que derivó en síntomas similares a la locura. Se trata de la tragedia vivida por John Franklin y su equipo entre 1845 y 1848, de cuyas dos naves casi no han quedado rastros. Estos hechos se convirtieron en la serie The Terror, cuyos diez capítulos van los lunes a las 22 por el canal AMC. Allí se agrega un factor sobrenatural que intensifica el clima de thriller, y que viene de la novela de base, homónima, de Dan Simmons, en la que la sensación de encierro dentro del blanco inmóvil y crujiente se dramatiza por la posible presencia de un monstruo.
El director de la serie es Ridley Scott, el mismo de Blade Runner, Gladiador y Thelma y Louise. El protagonista es Jared Harris, el actor británico quien fuera Lane Pryce en la serie Mad Men; el criminal Profesor James Moriarty, en la película Sherlock Holmes, de 2011; y el coronel Frank Heslop, en Allied, protagonizada por Brad Pitt. Ahora aporta detalles sobre The Terror, donde es Francis Crozier, capitán del barco HMS Terror, segundo al mando de la expedición.
—¿Cómo caracterizarías a tu personaje?
—Al principio Francis Crozier toma al capitán Franklin como un patrón, como una figura paterna, porque Franklin era un aliado para sostener las exploraciones de Crozier por el Artico. Pero cuando Crozier conoce a una mujer llamada Sofía y Franklin le niega el permiso a Crozier para casarse con ella, se siente frustrado, se considera un marino de bajo rango, inferior, y no un líder temido. Pero las decisiones de Franklin no son tenidas en cuenta, y éste es el punto principal de la historia.
—¿Qué matices del sentimiento del miedo aparecen en la serie?
—Existen muchas versiones diferentes del terror, pero el que más subyace es el terror psicológico, porque afecta la mente y cómo nos comportamos, alude a lo desconocido y a las fuerzas sobrenaturales que no conocemos. Asimismo, [desde los factores netamente humanos], por ejemplo, a bordo de los barcos siempre está presente el miedo al motín; nunca se sabe si las decisiones que se toman son las apropiadas para detener los deseos de los otros; esta paranoia está constantemente a bordo, lo mismo que la paranoia respecto al suministro de los alimentos. Cuando el barco encalla en el hielo y se escucha el crujido de su estructura como si fuera la cáscara de un huevo, uno cree que va a morir porque se necesitaría el barco para poder salir de ahí. Este sentimiento es innato porque no se puede comprender ni entender lo que sucede.
Secretos para filmar el frío
—¿En qué locaciones filmaron la serie y cómo fue la experiencia del frío?
—Los primeros meses rodamos en Budapest, en pleno invierno. Hacía mucho frío, pero para los que padecieron el frío en carne propia, durante la expedición, ese frío debió ser eterno. La última parte de la serie la rodamos en la isla de Pag en Croacia. Para convencer al público de lo que estás sintiendo, en lo último en lo que hay que pensar es precisamente en convencerlo; justamente estás sintiendo esas condiciones extremas, estás dentro de ellas.
—¿Qué decisiones se tomaron para filmar con barcos del siglo XIX?
—Para la serie se hicieron dos réplicas exactas, a tamaño natural, de cada uno de los dos barcos: una estaba encallada en el hielo, otra en el escenario de sonido, otra en escenarios de exteriores y otra en el escenario helado que se transformaba según los diferentes paisajes del Artico. Por ejemplo, al final del primer episodio, uno de los barcos se atasca en el hielo; las corrientes marinas lo separan del otro barco, una distancia que, a pie, sería de diez minutos, pero en aquellas condiciones extremas era de más de una hora: desplazarse de un barco a otro era un desafío.
—¿Cómo aparecen retratados los esquimales en la serie?
—La idea detrás de la historia es una cruzada entre el colonialismo y el imperialismo, del sometimiento de culturas, de los británicos invadiendo territorios que no entienden e irrumpiendo en culturas que no aprecian, y que es la causa de nuestra destrucción.
