ESPECTACULOS
Miguel Ángel Diani

Miguel Ángel Diani: “Es una nueva época en lo laboral y en los valores”

El director y actor presenta su nueva obra, ¿Quién llama?, una comedia negra como pocas en cartel. Reflexiona sobre la situación de los artistas en el país.

2023_04_07_miguel_angel_diani_magdalenaviggiani_g
Estilo. Diani es también el presidente de Argentores, y habla sobre la situación que vive la institución. | magdalena Viggiani

Se inició como actor, luego apareció el guionista televisivo y hoy comparte la dramaturgia con su cargo de presidente en Argentores (Sociedad General de Autores de la Argentina). Es Miguel Ángel Diani, quien desde el 5 de abril estrenó su obra ¿Quién llama?, en El Tinglado (Mario Bravo 948). Está los viernes a las 20 y su elenco lo conforman: Alejandra Bignasco, Alfredo Castellani y Pasta Dioguardi, con dirección de Daniel Dalmaroni.

—¿Es cierto que actuaste con Vittorio Gassman?

—(Se ríe) Sí. En la década del ochenta me recibí de actor en la Escuela Municipal de Arte Dramático (EMAD), después seguí estudiando con Carlos Gandolfo. Cuando Vittorio Gassman hizo giras con su espectáculo –Il Teatro Fa Male– con textos de Shakespeare, Pirandello y Beckett, siempre iba con un actor italiano (Nino Prester) y buscaba otro en el lugar. Aquí en Buenos Aires hizo pruebas y quedé elegido, para estar en el teatro Opera, en 1982.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

—¿En qué momento nace tu vocación por escribir? 

—El dramaturgo aparece por necesidad. Cuando terminé en la EMAD empecé a buscar textos con los que me sintiera identificado y no los encontraba. Entonces me animé a escribir. Hacíamos representaciones y se transformó en una forma de vida. Fue antes de lo que hoy se llama Stand up. Se le decía monólogos y los hacíamos en boliches. Paralelamente empecé a trabajar en televisión.

—¿Fuiste el guionista durante cuatro temporadas del éxito de “Son de diez”?

—Me siento un hombre afortunado. Creo en la generosidad de la gente que me dio una mano. Es muy importante tener a alguien, que si ve algo en vos o si te puede ayudar esté presente y en mi vida hubo varios. También escribí Aprender a volar, Detective de señoras, y la segunda versión de La Nena, entre otras ficciones. Fue la época de Alejandro Romay en Canal 9, toda la década del noventa hasta el 2000. Fueron años de mucho movimiento televisivo, después empezó a cambiar el paradigma. El autor dejó de tener un peso importante y los canales comenzaron a trabajar con productoras independientes. 

—Ya se conocieron otras obras tuyas como “El chico de la habitación azul” (2022) y “Presentimiento” (2023), ahora ¿Quién llama? En las tres son pocos los personajes y en ámbitos cerrados: ¿por qué?

—Para mí es importante el tema de los vínculos. La familia, que puede ser tremenda es un punto de partida para que después explote tu vida. Creo mucho en eso, incluso tengo un libro que se llama Elefantes y otros textos teatrales, donde trabajo el teatro de la crueldad. Son obras de cuatro o cinco personajes y casi siempre los ubico en lugares cerrados. Como pasa en la vida, uno como persona es atravesado por nuestra historia, padres y vínculos. Lo que nos pasó en la infancia lo llevamos para siempre. 

—El pasado de la Argentina está muy presente…

—Sí, aunque siempre recurro al humor negro y en ¿Quién llama? desarrollo más el humor del grotesco. Es un llamado a la reflexión, pero está muy presente la guerra de las Malvinas. Un personaje no se atrevió a ir a luchar por su país y enfrenta una situación fortuita, que le toca vivir y busca tomar revancha. La pieza plantea un cambio de paradigma. Todos como sociedad y el mundo posmoderno están atravesando actualmente una nueva revolución industrial, con el avance de la tecnología. Se dejan en el camino oficios y trabajos, por otros nuevos, pero esta vez con el agravante que lo enlazamos con la inteligencia artificial. Es una nueva época de desplazados, no solamente desde el punto laboral, sino también en los valores.

 

“No le pedimos ni un centavo al Estado”

Miguel Ángel Diani es continuador de presidentes muy ilustres en Argentores, entre ellos, Alberto Migré y Roberto Cossa. Recuerda: “Fui secretario general durante diez años y fue Tito Cossa quien me dijo que debía ser el próximo presidente de la entidad. Él después de dos mandatos decidió dedicarse más a la cultura y dejar la parte de gestión, porque te insume mucho tiempo. Argentores no tiene problemas económicos. La propuesta de la ley ómnibus contra las entidades de gestión es algo que luchamos durante el verano para que se comprenda que no le pedimos ni un centavo al Estado. Tenemos una mutual desde hace 114 años y brindamos a nuestros asociados prepaga y pensiones”. 

Cuando se le pregunta por la actual gestión del gobierno nacional, explica: “En general, el argentino es un pueblo muy vapuleado, creo que tenemos todo para hacer una gran nación. Pero que a veces no hemos tenido demasiada suerte con algunos gobernantes. Creo que hay que hacer un mea culpa, sobre todo la gente que ha tenido sobre sus espaldas la responsabilidad de llevar adelante las políticas en los últimos veinte años. No hemos resuelto ni el tema de la inseguridad, ni la economía. Siento que el pueblo a pesar de equivocarse no deja de ser inteligente y que poco a poco va a volver a encaminarse y ver cuál es la realidad. Espero que cuando otra vez llegue el momento de tomar decisiones no estén teñidas de enojo, ni por revanchismo, sino que podamos votar realmente por lo que queremos y no en contra”.