A menos de un mes del trágico accidente del vuelo AI171 de Air India -que dejó 265 muertos, entre pasajeros y personas en tierra- la investigación apunta a un posible acto intencional. El Boeing 787 Dreamliner se estrelló apenas segundos después de despegar de Ahmedabad, en el oeste de India, rumbo a Londres, en lo que ya se considera la peor catástrofe aérea de los últimos diez años.
El informe preliminar de la Oficina de Investigación de Accidentes de Aeronaves de la India (AAIB) reveló que ambos motores se apagaron por falta de combustible. La caja negra muestra que los interruptores de combustible fueron pasados de la posición RUN a CUTOFF, uno tras otro, con un intervalo de exactamente un segundo. Diez segundos después, ambos interruptores se volvieron a encender.

Una grabación de cabina registra a uno de los pilotos preguntando al otro por qué cortó el flujo de combustible. La respuesta fue tajante: “No lo hice”.
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El informe no especifica quién era el piloto y quién el copiloto en el diálogo, pero sí indica que estos interruptores están diseñados para evitar maniobras accidentales, lo que hace difícil creer que se accionaron por error.
La salud mental del capitán, en el centro del debate
En paralelo al análisis técnico, surge una línea sensible pero clave: el estado psicológico del capitán Sumeet Sabharwal. Según medios internacionales y declaraciones de expertos en seguridad aérea, varios pilotos habrían confirmado que el comandante atravesaba problemas de salud mental.
La hipótesis, aún no confirmada oficialmente, sostiene que Sabharwal podría haber interrumpido de forma voluntaria el suministro de combustible. Esto explicaría la secuencia casi sincronizada de corte en ambos motores, una maniobra que se asemeja más al apagado final de un vuelo que a una operación en plena ascensión.
El primer oficial Clive Kunder, quien comandaba el vuelo en ese momento, habría entrado en pánico tras el apagado de los motores, mientras el capitán “se mantuvo calmado”, según el testimonio de Air India.
Cómo se apagaron los motores del Boeing 787: dudas técnicas sin resolver
El diseño del Boeing 787 Dreamliner requiere una acción deliberada de dos pasos para desactivar los interruptores de combustible. Esto refuerza la tesis de que no se trató de un accidente involuntario. Geoffrey Dell, experto en seguridad aérea, explicó a CNN que no hay escenario lógico en el que un piloto decida cortar el combustible justo después del despegue.
Un boletín de la Administración Federal de Aviación (FAA) de 2018 había advertido sobre la posible desactivación de la función de bloqueo de estos interruptores. No obstante, Air India no realizó inspecciones porque no se consideró una condición insegura en su momento.

Aunque el motor izquierdo comenzó a recuperarse tras reactivar el flujo de combustible, la maniobra fue tardía: el avión ya estaba en caída libre y se estrelló contra un edificio, provocando una explosión que acabó con la vida de 241 personas a bordo -incluidos 11 niños y 2 bebés- y 24 en tierra. Solo una persona sobrevivió.
¿Fue una falla técnica, un error humano o una decisión deliberada?
La investigación avanza entre zonas grises. ¿Fue una falla técnica, un error humano o una decisión fatal? Hasta ahora, no hay una transcripción completa del diálogo entre los pilotos, lo que limita las conclusiones. El informe preliminar aportó datos clave, pero también abrió una nueva ola de especulaciones.
Air India, mientras tanto, intenta despegar responsabilidades institucionales y concentra su atención en el capitán. Sin embargo, aún falta información técnica crucial y un abordaje serio del componente humano.
GD/EM