El drama judicial en torno al expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva divide al país desde hace meses y disparó en los ultimos días las tensiones. Miles de manifestantes salieron a protestar hoy a favor y en contra de este líder obrero en todas las ciudades del país.
En Brasilia, la capital, las autoridades ordenaron un fuerte despliegue de seguridad para evitar enfrentamientos entre simpatizantes y detractores de Lula. Ambos grupos fueron separados por una valla en la Explanada de los Ministerios, el barrio gubernamental.
Según los organizadores, hasta 13.000 personas se lanzaron este miércoles a las calles de Brasilia, 6.000 para exigir la libertad del expresidente y unos 7.000 para reclamar que sea encarcelado. También hubo protestas en Sao Paulo -donde Lula se estableció para seguir el juicio-, Río de Janeiro, Porto Alegre, entre otras ciudades.
Todo un símbolo de la izquierda brasileña, a pesar de sus múltiples causas judiciales por corrupción Lula sigue siendo muy popular entre las clases pobres debido al éxito de los programas sociales de sus dos Gobiernos y alcanza hasta el 36% de los apoyos en los últimos sondeos electorales. Al mismo tiempo, un 40% de los votantes manifiestan su rechazo al exlíder obrero.
"La presunción de inocencia, ese derecho fundamental que fatalmente volverá a valer para todos, no valió hoy para Lula. Un día triste para la democracia y para Brasil", escribió en su cuenta de Twitter la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, que encabezó una larga lista de políticos que se expresaron sobre la decisión del Supremo Tribunal Federal reunido en Brasilia.
El PT, el partido de Lula, prometió defender en las calles y ante todas las instancias su candidatura presidencial "hasta las últimas consecuencias". Mientras tanto, el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) se sumó a las críticas: "No es sólo a Lula al que quieren arrestar, sino también el sueño de un país más justo. Jamás lo permitiremos. La lucha continúa".
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, también estuvo entre los primeros en reaccionar a la decisión: "No solo Brasil, el mundo entero te abraza @LulapeloBrasil", escribió en Twitter. "La derecha, ante su incapacidad de ganar democráticamente, eligió el camino judicial para amedrentar a las fuerzas populares".
El PSDB, partido del expresidente Fernando Henrique Cardoso, que perdió las últimas cuatro elecciones que disputó contra el PT, emitió un comunicado firmado por su líder en la Cámara baja, Nilson Leitao: "El expresidente no está por encima de la ley, sino al alcance de ella como todos los brasileños. Una decisión en sentido contrario frustraría a la sociedad y sería un retroceso en el combate a la impunidad".