Tras su detención, Florian M., el policía responsable de la muerte de Nahel Merzouk, dio su versión de los hechos sobre el asesinato del joven de 17 años que desencadenó una ola de disturbios en Francia. En ese sentido, el brigadier reveló que se trató de la primera vez que le disparó a una persona y que recién era su noveno día en las fuerzas de seguridad.
El funcionario, de 38 años, compareció este jueves ante el Tribunal de Apelación de Versalles, que decidió mantenerlo en prisión preventiva a pesar del recurso presentado por su abogado Laurent-Franck Liénard. A través de un comunicado, la corte "de conformidad con las requisiciones de la fiscalía general, confirmó la orden del juez de libertades y detención de Nanterre". El oficial fue inculpado por homicidio voluntario y se encuentra encarcelado desde el jueves pasado en la prisión de la Santé, en París.
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Según el medio francés Le Parisien, que accedió al informe de las declaraciones ante la Inspección General de la Policía Nacional (IGPN), el agente explicó que la jornada del incidente era "su noveno día consecutivo de trabajo". Sumado a esto, aseguró que fue la primera vez durante su carrera que usó un arma de fuego.
El policía contó que durante la mañana del martes 27 de junio, a las 8, él y su colega vieron un auto Mercedes amarillo "que circulaba por el carril de los buses". Ante esto, los dos motoristas se acercaron al vehículo, pidiéndole al conductor y a los pasajeros que se detuvieran para realizar un control de tráfico.
Sin embargo, continuó su relato, en ese momento Nahel arrancó "a toda velocidad", aunque a unos 100 metros quedó varado en el tráfico. Por ese motivo, Florian corrió hacia el rodado y sacó su pistola, la cual sostuvo con su mano derecha y dirigida hacia abajo, apuntando a la parte inferior del cuerpo del adolescente. Por su parte, su compañero se posicionó en la ventana del conductor.
En ese momento, el acusado le ordenó al conductor que cortara el encendido, por lo cual dijo "Corten, corten" (y no "disparen" como se sugirió a raíz de los videos) mientras golpeaba el parabrisas para "llamar (su) atención". En las grabaciones que circularon en redes sociales se escuchó una segunda voz, posiblemente la de Nahel, gritar en respuesta: "¡Quítense de en medio!", a lo que otra tercera voz, que se sospecha que podría haber sido el colega de Florian M., gritó: "Vas a recibir un balazo en la cabeza". El instituto de investigación criminal de la Gendarmería aún está verificando este primer análisis de la situación, siendo que el acusado negó rotundamente haber usado la expresión "te van a disparar en la cabeza".
El agente explicó que estaba convencido de que su compañero tenía "la parte superior del cuerpo en el habitáculo" del Mercedes, "presuntamente para tratar de someter al conductor o para intentar apretar el botón de parada del encendido", cuando se reinició. Según Le Monde, el acusado afirmó haberse encontrado "arrinconado contra la acera y el muro ubicado detrás de él". Como creyó que Nahel iba a acelerar mientras el otro oficial se encontraba en parte dentro del vehículo, decidió abrir fuego para evitar que el conductor atropellara a alguien o "se llevara" a su colega.
Sin embargo, su compañero, también cuestionado, indicó que tenía "solo su brazo" dentro del auto. Según Le Parisien, el agente no comentó sobre "la legalidad del disparo de su colega", argumentando que no vio su actuar debido a que su atención estaba centrada en Nahel.
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Florian M. aclaró que "su objetivo inicial no era disparar" y que no buscaba “apuntar a la parte superior del cuerpo, sino a la inferior". Sin embargo, al momento de abrir fuego, "lo desequilibró la aceleración del vehículo". La autopsia reveló que el disparo mortal atravesó el parabrisas y alcanzó a Nahel en el pecho y en la muñeca.
El oficial acusado dio una versión similar del acontecimiento cuando se encontraba bajo custodia policial dentro de las 48 horas siguientes al hecho. En ese sentido, el fiscal de Nanterre sostuvo que el acusado había explicado su decisión por el miedo a una nueva fuga del vehículo, la peligrosidad del comportamiento al volante del conductor y el miedo a que las personas resultaran heridas en la huida del coche.
Asimismo, Florian M. aseguró que "se sintió amenazado" cuando vio que Nahel arrancaba el auto mientras estaba entre el rodado y la pared detrás de él. Esta versión de los hechos había sido sostenida por el acusado. y su colega, luego confrontados con uno de los pasajeros del vehículo durante sus audiencias.
La versión de los acompañantes
Nahel se encontraba junto a dos amigos franceses de 17 y 14 años cuando fue ejecutado por el policía. El pasajero que iba en el asiento del acompañante contó su testimonio a Le Parisien, convirtiéndose en el primero de los presentes en dar su versión de los hechos. Fouad (17), que no es su nombre verdadero, se escondió en Marsella luego del episodio.
Según su relato, tras ser perseguidos por los dos policías en motos mientras circulaban por un carril del metrobus y sin licencia de conducir, los jóvenes habrían sido obligados a detenerse por un embotellamiento. "Llegaron corriendo. Nos dijeron que bajáramos la ventanilla. Nahel bajó la ventanilla", explicó Fouad . "El motociclista que estaba cerca de la ventanilla dijo: '¡Apaga el motor!' Y le pegó a Nahel, gratuitamente. El segundo motociclista se asomó por la ventana y le pegó también", agregó.
El joven sostuvo que su amigo habría estado "un poco aturdido" y "en pánico". "No sabía qué hacer. Su cabeza daba vueltas, no podía hacer nada, ni siquiera hablar. Estaba realmente traumatizado", precisó. En ese momento, continuó, los dos policías habrían apuntado sus armas contra el conductor y uno de ellos indicó: "¡Apaga el motor o te disparo!".
Acto seguido, el pie de Nahel se soltó del pedal del freno. "Como el auto era automático, avanzó solo. El policía que estaba cerca de la ventana le dijo a su compañero: '¡Disparale!' Ahí disparó el motociclista, que iba adelante", describió Fouad. Luego, el joven vio al conductor "agonizando" antes de que el auto chocara contra un poste de la plaza Mandela. "El pie de Nahel se atascó en el acelerador. Y de repente comenzó a temblar. No me respondía", añadió.
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Después del accidente, Fouad explicó que huyó en estado de shock por miedo a que le dispararan a él. "Ver morir a su amigo frente a tí es dramático. Sin mencionar que a él también le pudieron haber disparado. Tendrá que vivir con eso. Será difícil para él", contó su madre.
Tras pasar unos días con su padre en Marsella, Fouad volvió a casa de su madre en Nanterre para poder asistir el sábado pasado al funeral de su amigo de la infancia. “No puede evitar asociar las imágenes de la muerte de Nahel, y los videos que hicieron juntos. Se la pasa llorando”, explicó la mamá.
Fouad declaró ante los investigadores durante tres horas. Según su nueva abogada, Karen Noblinski, el joven "dio un testimonio preciso, detallado, que explica la actuación de los dos policías. Sus declaraciones corroboran las imágenes del video publicado en las redes sociales, y hoy participó en la reconstrucción".
Por su parte, el adolescente que estaba sentado en el asiento de atrás relató que "la policía apuntó con sus armas a Nahel", quien había recibido "unos tres" golpes, y habría intentado "protegerse la cabeza". Según el joven, nombrado "Adam" (14) para resguardar su identidad, uno de los agentes indicó "que le iba a poner una bala en la cabeza", a lo que Nahel habría "soltado el freno seguramente por pánico, tratando de protegerse”. "El auto avanzó solo. Era un auto automático. Y el policía le dijo a su colega que disparara. Y el tiro salió", continuó el joven.
Adam creyó en un principio que su amigo no había sido alcanzado por el disparo. "Nahel, después de recibir el tiro, dijo: 'Está loco, disparó'", relató. Luego, el Mercedes habría "acelerado de repente" y el adolescente de 14 "sintió un susto" ya que no se había dado cuenta de que el vehículo se había incrustado en el mobiliario urbano. En ese momento la víctima ya no se movía. "No había sangre, pero estaba inclinado hacia un lado", describió.
El joven intentó abrir la puerta, pero el "seguro para niños" estaba activado. Finalmente logró salir del vehículo e inmediatamente fue arrestado por uno de los dos motociclistas. "Levanté las manos para que no me disparara", explicó el joven. "Me encontré en el suelo. Le dije al policía que no había hecho nada, y me dijo: 'Cállate'. Y me esposó".
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El menor fue conducido a un coche de policía, donde observó cómo se realizaba un masaje cardíaco a su amigo. Mientras intentaban revivir a Nahel, Adam escuchó al motociclista que no disparó sermonear a su amigo, indicando que "no debió disparar" y que "Nahel estaba muerto". "Ahí fue cuando entendí", aseguró el adolescente. El joven fue liberado a primera hora de la tarde del día de los hechos.
Según Georges, su padre, Adam "no sabía que Nahel no tenía licencia de conducir, ni que aún era menor de edad", a la par que explicó que "Nahel es su hermano mayor en el barrio". "Es un niño. Parece que todavía no se da cuenta. Cada vez que dice que está bien, pero conozco a mi hijo, sé que tiene dolor. Tiene ausencias. Por el momento duerme muy mal. Mi hijo está demasiado sorprendido para hablar. En casa, no habla mucho de los hechos", informó el hombre. Y concluyó: "Por supuesto, el policía que mató a Nahel terminará absuelto. Siempre es así".
MB / GI