Durante su segunda visita de Estado al Reino Unido, Donald Trump y su esposa Melania fueron recibidos en los jardines del castillo de Windsor por el príncipe y la princesa de Gales, William y Kate. El presidente de Estados Unidos saludó con un apretón de manos a Kate Middleton, la miró a los ojos y elogió su belleza: "Sos hermosa, tan hermosa". La princesa le sonrió.
A continuación, las dos parejas se dirigieron al castillo de Windsor, donde los esperaban el rey y la reina, Carlos y Camilla, para seguir adelante con la agenda de la recepción real. Las imágenes muestran que el príncipe William apoyaba su mano en la espalda de su esposa, como para guiarla o protegerla.
Un piropo desafortunado en el marco de las manifestaciones contra Trump por su vinculación con el caso Epstein
Es sabido que Donald Trump aprecia la belleza femenina. La revista estadounidense Harper's Bazaar publicó una nota sobre el comentario del presidente sobre Kate Middleton titulada "Donald Trump saludó a la princesa Kate en la forma más típicamente Trump". Sus palabras suelen meterlo en problemas. En junio, le dijo a una periodista en la Casa Blanca: "Sos muy hermosa. Ya no me permiten decir eso; es políticamente incorrecto, ¡pero sos hermosa!". Su secretaria de prensa, Karoline Leavitt, le recomendó no hacer este tipo de comentarios, pero Trump habló incluso de ella: "Esa cara, esos labios, ¡la forma en que se mueven!".
No se trata solo de piropos. Desde la década de 1970, Donald Trump enfrentó numerosas acusaciones de violencia sexual y acoso. Al menos 28 mujeres lo denunciaron públicamente por actos que incluyen violación, besos y otras acciones sexuales no consentidas. Trump negó todas esta acusaciones, las llamó "falsas" y "motivadas políticamente". La mayoría de los casos son civiles, pero uno resultó en una responsabilidad civil por abuso sexual: el de E. Jean Carroll, una periodista de la revista Elle. Es más conocido el caso de Stormy Daniels, una actriz porno que asegura que Trump le pagó 130.000 dólares con dinero oficial para ocultar una aventura entre ellos durante la campaña presidencial de 2016.
La cargada visita oficial de Trump al Reino Unido se ve enturbiada por masivas protestas ciudadanas que, justamente, repudian su visita alegando su vinculación con crímenes sexuales, entre otros motivos. El martes por la noche, cuatro activistas fueron detenidos por proyectar en el castillo de Windsor imágenes de que mostraban a Donald Trump junto a Jeffrey Epstein, quien fuera su amigo. Epstein era un importante financiero estadounidense con vinculaciones con el poder político que fue preso por organizar una red de tráfico sexual infantil.
Epstein y Trump fueron amigos desde los años 80 hasta principios de los 2000, compartiendo eventos sociales en Nueva York y Mar-a-Lago. En 1994, una mujer bajo el seudónimo "Katie Johnson" demandó a ambos, alegando que la violaron cuando tenía 13 años en una fiesta en la mansión de Epstein; la demanda fue desestimada en 2016 por problemas procesales. Trump ha negado cualquier conocimiento de los crímenes de Epstein, aunque admitió en 2002 que eran amigos y lo describió como "un tipo fantástico". Tras la detención de Epstein en 2019, Trump se distanció, diciendo que no habían hablado en 15 años. Epstein murió en prisión, en circunstancias dudosas.
LT