Turquía votó este domingo por el sí a instalar un sistema presidencialista y dejar atrás el parlamentarismo. La propuesta, impulsada por el mandatario Recep Tayyip Erdogan, fue festajada por todo el arco oficialista, con críticas de los opositores.
Con escaso margen, la propuesta de dejar atrás el sistema parlamentario se impuso por el 51,33 por ciento de los votos, contra los 48,67 del no, con el 98,72 por ciento de las mesas escrutadas, informó la agencia local Anatolia.
La celebración del oficialismo se vio empañada por una denuncia de la oposición, quienes cuestionar la decisión de la Corte Suprema electoral de contar aquellos votos que no posean el sello oficial, regla que nunca antes se había dejado de lado en Turquía.
De esta manera, el Partido Popular Republicano adelantó que pedirá una revisión del 37% de los votos emitidos a nivel nacional ya que dudan de su legitimidad, anunció el vicepresidente de la fuerza, Erdal Aksunger, en el diario local Hurriyet.
Con el triunfo del Sí, Turquía empezará una transición desde 2019 hacia un nuevo sistema de representación. Además, con esta reforma constitucional, Erdogan podría ser reelecto dos veces más, manteniendo el poder hasta 2029.