Pese a las condenas al golpe judicial perpetrado el jueves en Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro aún conserva un puñado de fieles y estrechos aliados en la arena internacional. Entre ellos, se destacan Rusia, Ecuador, Bolivia y Nicaragua. El Kremlin defendió ayer el principio de no injerencia en los asuntos internos de otros países, en un esfuerzo por sostener a su principal aliado político y comercial en la región. Bolivia, en tanto, expresó su “apoyo incondicional” a la Revolución Bolivariana, mientras que Ecuador fue más cauto, a 48 horas de las elecciones presidenciales que definirán la continuidad o no del proyecto de Rafael Correa.
“Es muy importante que la lógica del diálogo se imponga sobre la lógica de la confrontación. Las fuerzas externas no deben echar más leña al fuego al conflicto interno de Venezuela”, afirmó la vocera del Ministerio de Exteriores rusa, María Zajárova. Para Vladimir Putin, Maduro no sólo es un habitual comprador de armamento y trigo, sino que también es un socio que acompaña sus iniciativas en la OPEP y la ONU. Moscú también abogó por un diálogo político “interno, amplio y constructivo para evitar una escalada de la confrontación” y por reanudar las mediaciones de “políticos internacionales con autoridad y de bloques regionales como Unasur”.
América Latina. La Paz también salió al rescate de Caracas. “A nombre del gobierno y del pueblo boliviano, expreso su solidaridad e incondicional apoyo a la hermana República Bolivariana de Venezuela ante un nuevo ataque y acoso político que intenta fracturar la democracia, desestabilizar al gobierno del presidente Nicolás Maduro y desconocer la Constitución venezolana”, señaló la Cancillería en un comunicado.
En una delicada coyuntura política, Ecuador pidió diálogo a través de la Unasur, pero evitó calificar como un autogolpe la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) venezolano. “Hay una grave situación de enfrentamiento entre los poderes del Estado, y aspiramos a que esta situación se resuelva lo más pronto posible en aras de una normalización institucional”, dijo el canciller Gillaume Long.
“Hay que tener en cuenta que el comunicado oficial de la Cancillería ecuatoriana no es un respaldo tan amplio como el de Bolivia. Eso obedece a que estamos en vísperas de elecciones y que lo que sucede en Venezuela puede afectar al candidato oficialista Lenín Moreno”, confió a PERFIL Francisco Carrión Mena, ex ministro de Relaciones Exteriores de aquel país e investigador de Flacso. La cautela de Correa busca neutralizar que el opositor Guillermo Lasso, quien comparó en la campaña a Moreno con Maduro, capitalice en las urnas el autogolpe en Venezuela.
Esa prudencia no fue compartida por el pequeño y ruidoso club de aliados del chavismo, que no sólo no lo condenó, sino que lo apoyó abiertamente.