Los países latinoamericanos que son los principales receptores de migrantes venezolanos buscarán el lunes y martes en Quito una salida conjunta a la inusual situación generada por el fuerte flujo migratorio.
Once países, incluido Ecuador, han confirmado su asistencia al Encuentro Regional por la Movilidad Humana, en el que se espera la presencia de delegados venezolanos.
Las naciones más cercanas a Venezuela, como Panamá, Colombia, Brasil y Ecuador, son las que han recibido el mayor impacto, pero también Argentina y Chile han acogido a una importante cantidad de migrantes venezolanos.
América Latina, que vio salir a millones de personas hacia Estados Unidos o Europa a finales del siglo XX por motivos económicos o políticos, está bajo la presión de atender a los venezolanos que en un importante número están migrando a pie.
Coordinación. A falta de una política coordinada, cada país está adoptando sus propias medidas para encarar el inusual flujo migratorio, que van desde la exigencia de visa o pasaporte –un documento al que los venezolanos no pueden acceder fácilmente en medio de la escasez–, hasta el despliegue de tropas para evitar situaciones de violencia, como en el caso de Brasil.
La masiva presencia de una población flotante en varios países ya ha tenido consecuencias, como el desvío de recursos económicos para atender servicios de salud, alimentación y alojamiento.
En otros casos, los servicios fronterizos colapsaron, lo que obligó a los venezolanos a hacer filas de días.
La violencia xenófoba también se hizo presente: se quemaron los campamentos levantados por venezolanos en la ciudad brasileña de Pacaraima y se convocaron marchas por redes sociales en Quito para gritar “afuera Venezuela, primero Ecuador”.
También hubo peleas a puño limpio entre nacionales y venezolanos en Colombia, Ecuador y Perú por espacios para la venta callejera.
Masivo. Alrededor de 2,3 millones de venezolanos (7,5% de la población) vive en el exterior, de los cuales 1,6 millones han emigrado desde 2015, cuando recrudeció la situación económica. El 90% se ha quedado en América Latina, según de la ONU. Principal destino de la diáspora venezolana, Colombia ha recibido casi un millón de personas y regularizado temporalmente a unas 820 mil.
En 2015, 1.100 venezolanos tramitaron su residencia legal en Uruguay y la cifra está aumentando a un ritmo de 20% anual. En Argentina están radicados 95 mil (30 mil pendientes de regularización).
Brasil, que decidió desplegar tropas para reforzar la seguridad en el estado de Roraima, punto de entrada por tierra de miles de venezolanos, también los deja ingresar con cédula.
Sin embargo, el gobierno brasileño estudia imponer límites a la migración ante episodios de violencia y xenofobia. Desde 2017 habían llegado 110 mil venezolanos, según cifras de mayo.