El presidente de Rusia, Vladimir Putin, hizo este domingo 19 de marzo un viaje sorpresa a la ciudad de Mariupol, ciudad arrasada por sus ejércitos en los primeros meses de la guerra, en lo que constituyó su primera visita al territorio capturado de Ucrania desde el comienzo de la invasión. El viaje desencadenó una reacción airada de Ucrania, con un asistente presidencial criticando su "cinismo" y "falta de remordimiento".
"El criminal siempre regresa a la escena del crimen... el asesino de miles de familias de Mariupol vino a admirar las ruinas de la ciudad y (sus) tumbas. Cinismo y falta de remordimientos", escribió el asesor presidencial ucraniano Mykhaylo Podolyak en Twitter.
El Ministerio de Defensa de Ucrania dijo en Twitter que Putin visitó la ciudad por la noche "como corresponde a un ladrón". "Primero, es más seguro", escribió el ministerio en Twitter. "Además, la oscuridad le permite resaltar lo que quiere mostrar, y mantiene la ciudad completamente destruida por su ejército y sus pocos habitantes sobrevivientes lejos de miradas indiscretas".
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El asesor del Ministro del Interior ucraniano, Anton Gerashchenko, se unió a las críticas y dijo que la visita parecía una "respuesta patética" a las acciones de la Corte Penal Internacional (CPI), que el viernes emitió una orden de arresto contra Putin por crímenes de guerra en Ucrania, abriendo la posibilidad de que el presidente ruso vaya a estar algún día en el banquillo de los acusados en La Haya.
"El criminal de guerra Putin visitó Crimea y Mariupol por primera vez desde que comenzó la invasión a gran escala", dijo Gerashchenko. "Esta visita parece apresurada y no planificada. Parece una respuesta patética a la decisión de la Corte Penal Internacional. Putin parece perdido, inseguro y débil". Las autoridades ucranianas de Mariupol que debieron exiliarse también condenaron la visita y dijeron que Putin era un "criminal internacional".
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Pocas horas después de que Putin visitara Crimea para conmemorar el noveno aniversario de la anexión de la península, un video difundido por el Kremlin lo mostró aterrizando en helicóptero en Mariupol, la ciudad portuaria a orillas del Mar de Azov que Moscú capturó después de un largo asedio en los primeros meses de la invasión.
Se trató del primer viaje de Putin a la región oriental de Donbas desde que lanzó la invasión en febrero de 2022, y se produce casi un año después de que Moscú anunciara la captura de Mariupol después de una campaña que vio la destrucción de la acería de Azovstal, el último reducto de Fuerzas ucranianas en la estratégica ciudad portuaria.
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El líder ruso realizó un recorrido por la ciudad y se le vio conduciendo un automóvil. Putin condujo por las calles de Mariupol mientras su viceprimer ministro, Marat Khusnullin, señalaba los trabajos de reparación realizados por los rusos en imágenes del canal Zvezda, propiedad del Ministerio de Defensa.
El Kremlin dijo que visitó un teatro musical reconstruido y siguió la presentación de un informe sobre el trabajo de reconstrucción. Además, culpó a los "militantes ucranianos" por la violencia que obligó a 350.000 personas a huir de la ciudad para siempre.
Según el video del Kremlin, Vladimir Putin habló con varios residentes de Mariupol, pero no se pudo confirmar quiénes son las personas filmadas y si son auténticos ciudadanos ucranianos.
Mariupol quedó devastada después de que Moscú la bombardeara implacablemente y la sometiera a un sitio brutal, dejándola sin las infraestructuras vitales, agua, electricidad y calefacción. Según Kiev, Mariúpol fue 90% destruida y al menos 20.000 personas murieron. El objetivo de la toma de esta ciudad era permitir a Rusia asegurar la unión entre sus fuerzas procedentes de Crimea -península ucraniana anexada por Moscú en 2014- y las zonas secesionistas de Donbás.
La difícil situación de Mariupol salió a la luz por primera vez después de un ataque aéreo ruso en un hospital de maternidad, el 9 de marzo del año pasado, menos de dos semanas después de que las tropas rusas entraran en Ucrania. Días después, se informó que unas 300 personas murieron en el bombardeo de un teatro que servía como el refugio antibombas más grande de la ciudad, aunque la agencia Associated Press sugirió que el número real de muertos podría estar más cerca de 600.
El 21 de abril, el Kremlin anunció la conquista de Mariúpol. Un grupo de unos 2.000 combatientes ucranianos resistió durante 83 días atrincherados en el laberinto de subterráneos de la extensa planta siderúrgica Azovstal, en el este de Mariupol, antes de rendirse a mediados de mayo. Su obstinada defensa ató a las fuerzas rusas y llegó a simbolizar la tenacidad ucraniana frente a la agresión de Moscú.
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