“¿De qué albertismo hablás? Si nunca existió eso, y por orden del propio Alberto”. El que habla, apenas vio la publicación de Perfil de la semana pasada, es alguien del que no podría ponerse en duda su histórico vínculo con el Presidente. Pero, como muchos que rodean al mandatario, está hoy desencantado y con una seria preocupación sobre su futuro. “Es que Alberto piensa que no, pero si perdemos van a ir a buscarnos a todos para meternos presos, y a él también”, dice el hombre. Es una sensación que comparten varios en el Gabinete, fenómeno que está llevando a que varios, como contó este medio la semana pasada, empiecen a recalcular sus pasos. Es que el albertismo está en chancletas.
El caso más claro es el de Juan Luis Manzur. El tucumano había abandonado su provincia luego de la estampida de renuncias K con la idea de relanzar el Gabinete y dinamizar una gestión trabada. No pasó ni siquiera un año -en el que, en el medio, más de una vez soñó con un futuro presidenciable- pero hoy la realidad es muy distinta. El viernes 27 se conoció la noticia de que su provincia va a adelantar las elecciones en esa localidad, antes de las nacionales, y los que estuvieron hablando con Manzur en los últimos tiempos dicen que él tiene decidido competir ahí como candidato a senador. Se ve que mucho futuro a Alberto no le ve.
Otro caso llamativo es el de Jorge Ferraresi. El ex intendente de Avellaneda y vice del Instituto Patria había sido uno de los pases más comentados dentro de la interna frentetodista: el ministro de Hábitat, otrora histórico de Cristina, había sido el primero en hablar de la reelección de Alberto, mientras mantenía chispazos con los K. De hecho, era uno de los funcionarios de más alto vuelo que participaron de la conferencia que organizó Agustín “El Chivo” Rossi en Rosario en mayo, un evento que no guardó críticas hacia la Vicepresidenta y su espacio.
Sin embargo, las aguas están empezando a cambiar. “Cuando este Gobierno termine algunos vamos a ir presos y otros van a volver a dar clases a universidades privadas”, dijo Ferraresi el domingo, en un acto, en lo que fue un dardo claro hacia -de mínima- el ministro de Economía Martín Guzmán, en una frase envenenada que también habla de las chances que piensa que tiene el actual Presidente en reelegir.
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Juan Zabaleta, ministro de Desarrollo Social, también está en esta lista. El hombre era de los albertistas que más manifestaban sus deseos de romper lanzas e independizarse del cristinismo -uno que el día de las renuncias K había propuesto ante el Presidente esa idea-. Pero ahora está mostrando otro perfil. El ministro mantuvo una reunión con CFK en su despacho en el Senado y el encuentro levantó temperatura.
Aunque cerca de Zabaleta aseguran que era sólo por motivos de agenda, los más desconfiados cuentan que fue a tantear el terreno para ver si tenía su aprobación para volver a Hurlingham, la localidad de la que era intendente hasta que dejó su cargo para ir al ministerio. Encima, en ese lugar quedó un camporista. No sólo eso: algunos cerca de Alberto dicen que él había enviado a Zabaleta a ver a CFK para descongelar la relación, y que el tiro le salió por la culata al Presidente. Días difíciles para el Presidente.
JL PAR
