Aníbal Jozami es creador, junto a Diana Wechsler, de la Bienalsur, un evento artístico enorme, que abarca 28 países, 70 ciudades y 170 sedes. “Queremos que el arte sirva para traspasar fronteras”, afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
En el mensaje de apertura de la Bienal 2023, la directora general de la UNESCO destacó la importancia de apoyar la actividad. ¿Qué sentís con el desarrollo y crecimiento que ha tenido este evento, desde aquella “idea loca” que tuviste en su momento?
Sentí mucha emoción cuando escuché el mensaje. Yo sabía de la predisposición de la UNESCO en relación a la Bienalsur.
Como ella dice al final de ese mensaje, nos han pedido que una de las sedes sea la propia sede de la UNESCO en París en el momento de la Asamblea General.
Es un nuevo reconocimiento a algo que inventamos junto a Diana Wechsler a comienzos del 2016, en lo que pusimos muchísimo esfuerzo, casi sobrenatural, porque realmente estamos trabajando 24 sobre 24.
Sentí el reconocimiento por parte de una persona que representa, quizás, una de las instituciones internacionales más importantes, por su actividad y por su efectividad.
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¿Cómo se convirtió la Bienal en lo que es hoy en día, un evento que se realiza en 28 países?
Son 28 países, 70 ciudades, 170 sedes. Es decir que hay 170 lugares en los que va a estar presente la Bienalsur, en todos los casos, con muestras diferentes. La Bienalsur hace de cada lugar un centro.
Cualquier institución cultural de un país, para nosotros, tiene la misma importancia que los museos más importantes del mundo. Podemos estar en Fuerte Apache o en la Villa 21/24 poniendo, en esos lugares, la misma fuerza, voluntad y capacidad creativa que cuando estamos en el Museo Reina Sofía de Madrid, o en París o en cualquiera de las grandes instituciones de arte que hay a nivel internacional.
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Es un proyecto que intentó traspasar fronteras a partir del arte. Nosotros consideramos siempre que el arte era un instrumento para llegar a la mayor cantidad posible de población. Usar el arte como un arma de “diplomacia cultural”, por decirlo de alguna manera.
Queremos que el arte sirva para traspasar fronteras, establecer diálogos, y que la gente pudiera tener acceso al derecho a la cultura.
Nosotros siempre decimos que ese es uno de los derechos básicos y fuente de muchos otros, pero a la vez es el que menos se considera.
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¿Qué diferencias tiene la Bienalsur de las clásicas Bienales, que la gente está acostumbrada que se produzcan en un solo lugar?
Una de las diferencias es que no está en un solo lugar, sino en todos estos lugares que dijimos.
La otra, es que es una Bienal mucho más democrática. No tenés la necesidad de conocer a nadie para llegar a ser seleccionado para participar de la Bienal. Cada dos años, los años pares, se hace un open call, un llamado abierto de propuestas de curadores y artistas, del que participan normalmente entre 4500 y 5500 artistas de más de 80 países diferentes.
Envían sus propuestas, estas propuestas son tratadas, en primer lugar, por un jurado en Argentina y luego por un jurado internacional en el que participan varios directores de museos de Europa, África y Asia. Es decir, desde ese punto de vista, es totalmente democrática.
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Por otro lado, es una Bienal que no tiene nada que ver con el comercio de arte. Es una Bienal profundamente política, porque intenta llegar al conjunto de la población de cada uno de los lugares donde está, pero a la vez no tiene nada que ver con la política partidaria.
Las inauguraciones de nuestras muestras se hacen, muchas veces, con representantes de dos corrientes totalmente enfrentadas en esa ciudad. En Argentina lo solemos hacer con el ministro de Cultura nacional y de la ciudad de Buenos Aires o de la ciudad de que se trate. Muchas veces de distinto signo político.
Todas estas son diferencias fundamentales entre el proyecto de Bienalsur, que es un proyecto completamente amateur, que se puede hacer a partir del apoyo que tenemos de instituciones internacionales, centros culturales, empresas, etcétera.
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Nos cuesta mucho llevarlo adelante pero, como te decía antes, suplimos la falta de recursos aumentando la cantidad de esfuerzo, no solo de Diana y yo, sino de absolutamente todos los que trabajan dentro de la Bienalsur, que es un equipo que no supera las 22 personas, pero todos fanatizados con la idea de que sienten que están haciendo algo trascendente para el mundo y para la cultura.
La Bienal comenzó en el museo Mar de Mar del Plata, con una muestra que se llama Extra Ordinario, y está muy relacionada con el tema del medio ambiente.
Es una muestra compuesta por obras de 21 artistas, 14 argentinos y 7 de otros seis países. Son obras que todas van a ser recicladas y volver a la sociedad como un producto normal.
El curador de arte ¿es también un creador?
Es una muestra en la que se hizo un esfuerzo para que no haya ningún desecho, para que la huella de carbono que se deje sea la menor posible o nula.
Es una muestra que ha tenido un éxito extraordinario por parte de la crítica y del público. Nosotros la inauguramos el sábado con muchísima gente, y el domingo, cuando pasaba cerca del museo Mar, vi que había colas de gente para poder entrar.
Mañana inauguraremos en Córdoba, en el Museo Dionisi, el sábado en La Plata, durante la semana próxima en diferentes provincias, y así sucesivamente.
Las inauguraciones de Europa, África y Asia las haremos a partir de septiembre para evitar el feriado estival y las vacaciones del hemisferio norte.
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¿En cada ciudad es una muestra diferente o se va llevando una muestra de una ciudad a la otra?
No se lleva nada de ningún lugar a ningún otro lugar. Cada ciudad tiene una muestra diferente, con curadores diferentes y artistas diferentes.
Lógicamente, algunos artistas se repiten y algunos curadores curan más de una muestra, pero en todos los lugares son muestras diferentes.
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O sea que podrías entrar en el Guinness…
Sí, podría ser. Estamos haciendo algo totalmente nuevo. Vos estuviste hace poco con el Papa. Justamente, el papa hace una semana tuvo una reunión con artistas e intelectuales. Allí dijo un conjunto de cosas que, como me dijo un funcionario del Vaticano, “cuando escuchamos al papa pensamos en Bienalsur”. Porque habló de la necesidad de que el arte llegue a lo más profundo de la sociedad y lo planteó como una herramienta para lograr la cultura del encuentro.
Bueno, hizo una serie de afirmaciones que tienen mucho que ver con lo que nosotros venimos planteando desde el comienzo.
FM JL
