El empresario vinculado al campo, Antonio Aracre, dialogó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), y manifestó que es necesario un "acuerdo de características mandatarias con un andamiaje legal" para mejorar la situación económica. "Los empresarios, para que no nos cobren impuestos, solemos ser un poco más pesimistas", resaltó. A su vez, enfatizó que "el mediano plazo de la Argentina es muy promisorio".
En términos económicos, ¿qué sería ser "normal" en diciembre?
Un 3% mensual me parece una inflación predecible y manejable. Salimos de ese escalón en el que entramos hace unos meses de muy alta inflación, que no es hiper, pero que deja de ser sólo alta.
¿Esto se puede lograr en tres meses?
Con medidas graduales no, porque hemos tomado una dinámica cuya indexación empieza a ser mucho más rápida, tanto con los precios que fijan los empresarios, como con los dueños de capital o la actualización del dólar. Los mismo con los salarios y la discusión de las paritarias. Pero sí se puede lograr si se aplica un torniquete antinflacionario, que sería hacer un corte para ecualizar todos los precios relativos de la economía a un mismo momento. Es decir, si las paritarias terminaron su ajuste en marzo, llevarlas a agosto, que el dólar esté competitivo y que se actualicen las tarifas.
Los precios siempre lo están porque los empresarios somos muy rápidos en ese proceso. Y ahí definir un acuerdo mandatorio para que todos los precios de la economía dejen de actualizarse e indexarse cada seis meses. Después habrá que ir saliendo, ajustando los precios que quedaron con algún grado de distorsión. De lo contrario, la muy alta inflación tiene un proceso hemorrágico que no se frena con una curita.
La inflación, una pesadilla interminable
Ese torniquete, ¿sería parecido al plan de Israel en los ochenta? ¿Se podía comparar con el Plan Austral de Raúl Alfonsín?
Sería un acuerdo de características mandatarias con un andamiaje legal. No se puede congelar un proceso inflacionario teniendo los precios relativos de los salarios, de las tarifas o del dólar en distintos momentos temporales. Requiere de mucha pericia técnica, de cierta confidencialidad en el proceso y cierta generosidad de todos los sectores, porque todos vamos a perder un poco y tenemos que estar dispuestos a aceptar algo de ese proceso. Lo contrario es seguir con una desgarradora inflación que no le conviene a nadie.
¿Esta es una conjetura atravesada por el deseo? ¿Tenés alguna información que alimente eso?
No tengo información, salvo la realidad. En el proceso en el que estamos no hay muchas alternativas posibles para una salida ordenada. Habiendo leído algunos artículos de Gabriel Rubinstein, entiendo que no está tan alejado de ese pensamiento. Hay que ver cuáles son las concesiones que puede hacer para que esa cirugía macroeconómica nos lleve a un puerto mejor en el que estamos.
También dijiste que Rubinstein aplicará un desdoblamiento del tipo cambiario. ¿Cómo te imaginás esa situación?
Él hablaba de un desdoblamiento antes de saber que podía llegar a asumir. La economía actual tiene como uno de sus grandes desafíos la carencia de reservas y la necesidad de acumularlas. Seguir rifando dólares subsidiados no tiene ningún sentido. Lo propio se podría hacer con algunas exportaciones que quisiéramos fomentar.
Ajustar esas distorsiones que genera la brecha es de las cosas más valiosas que se podrían hacer en el corto plazo. Al darle oferta, ese dólar financiero va a bajar y se va a acercar al oficial. Sería un buen mensaje para el mercado.
Jorge Pablo Brito: “Este país requiere de mucho más compromiso de los empresarios”
¿Por qué tenés una visión más optimista que la de la mayoría de los que ocupan una posición similar a la tuya en otras empresas?
Porque no especulo. Los empresarios, para que no nos cobren impuestos, solemos ser un poco más pesimistas, así no ven que ganamos demasiado dinero. El mediano plazo de la Argentina es muy promisorio. Lo único que te hace ser pesimista es la coyuntura. Pero cuando mirás todo lo que nos puede dar la minería, el litio, los hidrocarburos, el gas y el agro, es imposible no ser optimista.
¿Puede ser un tema generacional? ¿Hay una cuestión ideológica detrás?
Lo generacional puede tener su razón de ser. Mi historia de vida también. Los empresarios tenemos que adaptar un poco las reglas del capitalismo para volverlo un poco más sustentable. Un capitalismo para muy pocos no va a poder persistir en el tiempo.
JL PAR