Fueron 25 años ininterrumpidos lo que duró el liderazgo indiscutible de Argentina, que se ubicó en la cima ostentando el primer puesto del ranking de ventas al exterior de harina de soja.
Precisamente, se trata del que hasta el momento fue su principal producto exportable. No obstante, el paso arrasador de la sequía más grave de las últimas décadas, trajo como consecuencia una fuerte caída en la producción de granos y sus derivados.
Los resultados arrojados por los últimos relevamientos muestran que Argentina perderá el primer puesto en el ranking de exportadores de harina de soja para la campaña 2022/23, en tanto conservará el tercer lugar en la exportación de harina de girasol.
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Cuarto entre los productores globales
Datos difundidos por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), dan cuenta de que Argentina “tiene uno de los complejos agroindustriales de molienda de oleaginosas más importantes del mundo, para el procesamiento tanto de soja como de girasol”.
Por lo tanto, el país se destaca como uno de los principales productores globales de harina de ambos cultivos. Concretamente, Argentina se destaca como el cuarto productor mundial de harina de soja, ubicándose sólo por encima China, Estados Unidos y Brasil.
Por otra parte, el quinto puesto lo ocupa la Unión Europea. Según datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), se estima que estos cinco países son los principales productores que concentran más del 80% del volumen de harina de soja producido a nivel global.
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Derrumbe con más de un disparador
Un dato a destacar es que este significativo derrumbe no tiene como único disparador la escasez de lluvias en la última campaña. En ese sentido, según datos publicados por el último relevamiento de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), al analizar la participación de Argentina en la producción global, se observó que en el ciclo 2010/2011 Argentina detentaba el 17% de la producción global, mientras la participación bajó al 13% en la campaña 2020/2021 y al 10% en la última cosecha.
Esto fue consecuencia directa, por un lado, porque la producción mundial aumentó a un ritmo más acelerado que la local, y por otro, al fuerte recorte y caída en la producción de la campaña actual, derivada de la sequía.
Por caso, en 2021/2022 la cosecha argentina llegó a 30,3 millones de toneladas y en la actual campaña apenas a 23,6, es decir que disminuyó un 22%, el volumen más bajo desde 2004/2005. No obstante, para el próximo ciclo, la entidad proyecta una recuperación de la producción de la oleaginosa de alrededor de un 14%.
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La caída del líder
De este modo, pese a ocupar el cuarto puesto en la producción global de harina de soja, Argentina se destaca desde los años 90 como el principal exportador global. El principal motivo de dicho liderazgo fue que a diferencia de China, Estados Unidos y Brasil, el consumo interno argentino es escaso en relación con la producción total. Eso es lo que precisamente deja disponible un gran volumen para la exportación. La harina de soja, de hecho, se destaca como el principal producto de exportación del país.
Si bien la sequía tuvo su fuerte impacto con la consecuente caída en la producción argentina de harina de soja para la actual campaña, algo totalmente opuesto pasó con Brasil. De hecho, registró un volumen récord de cosecha de la oleaginosa y, consiguientemente, un alto nivel de producción de harina de soja.
Lo cierto es que Argentina, según estimaciones de la Bolsa rosarina, por primera vez desde 1997/98, perdió el liderazgo como mayor exportador de harina de soja a nivel global, superado por Brasil que pasó a ocupar el primer puesto en la cima del ranking. Las cifras fueron contundentes: las exportaciones argentinas se desplomaron hasta totalizar en la actual campaña unas 21,1 millones de toneladas. Ello se traduce en una caída del 21% respecto de los resultados arrojados en el ciclo previo. Mientras que Brasil, vendería al exterior 21,5 millones de toneladas, superando a las exportaciones locales por 0,4 Mt.
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Se recupera el girasol
Si bien por la profunda sequía, se desplomó la producción de harina de soja, por otra parte, se recupera notoriamente la de girasol. Cabe señalar que Argentina se ubica entre los principales productores de girasol del mundo, solo por detrás de Rusia, Ucrania y la Unión Europea, mientras que en el quinto del “Top Five” se ubica Turquía. Conjuntamente, estos cinco países, concentran el 88% de la producción mundial de girasol, teniendo Argentina una participación del 7%.
Por lo tanto, un escenario diferente se presenta respecto de la producción de harina de girasol, que se incrementó un 11% en la actual campaña. Ello luego de que el área sembrada aumentara un 25%, pasando de 2 a 2,5 millones de hectáreas, siembra alentada por la suba de precios del girasol y subproductos, como efecto de la invasión de Rusia a Ucrania, siendo los países que concentran más del 50% de la producción mundial de girasol.
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También, jugó a favor la mayor resistencia del cultivo a la sequía, lo que derivó en un crecimiento de la producción de girasol del 24% en Argentina, con mayor disponibilidad de materia prima para la industria procesadora.
Argentina se ubicaría en 2023 en el segundo lugar en el ranking de los principales exportadores globales de harina de soja. Pero respecto de las exportaciones de harina de girasol ocuparía el tercer puesto, con un volumen estimado de 1,0 millones de toneladas para 2022/2023.
“Si bien este volumen muestra un ascenso del 2,5%, en comparación a la campaña previa, el país aún se encuentra lejos de las exportaciones de los principales productores mundiales, Ucrania y Rusia, los cuales se estima que para el ciclo actual alcanzaron exportaciones por 4,1 y 2,2 millones de toneladas respectivamente”, precisó el informe de la Bolsa de cereales rosarina.
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Demanda de soja y girasol
La Bolsa de Comercio de Rosario, destacó en su informe que actualmente, la Unión Europea, Indonesia y Vietnam, concentran más del 42% de la demanda global de harina de soja. En cuanto a la harina de girasol, los tres principales importadores mundiales son China, la Unión Europea y Turquía, que en conjunto concentran el 76% de las operaciones de compra.
La Bolsa rosarina advirtió, que desde principios de 2024, la producción mundial y los suministros de exportación de harina de soja aumentarían drásticamente, por lo que se proyecta una caída pronunciada en los precios entre enero y junio de 2024. La caída sería de entre 24 y 29% respecto al año anterior.
FM JL
