El director de orquesta Carlos López Puccio pormenorizó los motivos del adiós al grupo musical y humorístico Les Luthiers. "Con Jorge Maronna estamos arriba de los 70, no nos veo escribiendo mucho más grandes". A su vez, analizó el consumo cultural del público actual y calificó de "efímeras" las comunicaciones. "En nuestro humor siempre hubo capas que son percibidos o no según el nivel cultural, la información y hasta la inteligencia del espectador", remarcó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
Les Luthiers se despiden para siempre luego de 55 años arriba de los escenarios
¿Por qué se separan?
Por varias razones, pero vale decir que nosotros tenemos una pequeña empresa de unas 25 personas. Les Luthiers siempre pretendió ser un producto elaborado y muy preciso. Teníamos una sociedad con Jorge Maronna y Lino Patalano, quien falleció en septiembre. Y a partir de esto se nos hizo muy difícil mantener la actividad empresaria. Esa fue la primera razón y nos cerró cuando en noviembre estrenamos un espectáculo nuevo y fue fantástico. Y decidimos terminar con un éxito y despedirnos de la mejor manera.
Me viene la idea de Umberto Eco de que si la obra muere con el autor, ni el autor es autor ni la obra es obra. Se supone que la obra debería trascender al artista. ¿Lo considera así?
Hay una obra de Les Luthiers muy grande grabada en videos y discos. Y seguramente lo que trascienda sea eso, la antorcha se va a mantener por sí sola, no hacen falta las personas. Cuando murió nuestro amigo Daniel Rabinovich, Marcos Mundstock afirmaba que nuestras obras eran como las de Shakespeare, o sea, que no dependen del intérprete que esté a cargo sino que tienen un valor por sí mismas.
“La consagración de un artista se da en la eternidad”
Pero con Maronna estamos arriba de los 60, no nos veo escribiendo mucho más grandes. Y si Les Luthiers siguiera más adelante, ya no dependería de nosotros sino de alguna generación posterior.
Y cuando ve a los Rolling Stones saltando a los 70 años, ¿qué le produce?
Me parece bárbaro y envidiable, ojalá pudiera saltar como ellos, pero soy diferente. Ellos deben tener una estructura infinitamente más grande y compleja que los protege. Los que estábamos en el escenario sólo pensábamos en los chistes y el espectáculo que íbamos a dar.
Les Luthiers no sigue las normas del espectáculo teatral: necesitamos un equipo técnico muy avezado que sepa armar y desmontar los instrumentos. A veces hemos presentado tres shows diferentes en el mismo año.
Un cambio paradigmático en el humor
¿Encuentra alguna diferencia en el público y su percepción del humor?
No tengo una respuesta muy clara. Hace 50 años, cuando trabajábamos en café concert, a veces había 40 personas. Luego nos fuimos expandiendo y se amplió el rango de afinidad con lo que hacíamos. En nuestro humor siempre hubo capas que son percibidos o no según el nivel cultural, la información y hasta la inteligencia del espectador. Nosotros tenemos un origen universitario, en mi caso en particular...
... Y un gusto por la epistemología.
Bueno, la epistemología es un buen caso, Wittgenstein es un nombre que no conoce la mayoría de nuestro público, pero el contexto en el cual está puesto, hace que haya una enorme capa del público que se divierta muchísimo con la cita de Wittgenstein.
Por siempre Les Luthiers: la agrupación que venció al tiempo
Hay otra parte que quizás no lo disfruta tanto como quel que tenga la referencia cultural previa, obviamente. Pero siempre hemos tratado de que, en el paquete general haya diversión para todos, aunuqe también hay que tener ganas...
¿En todo esto hay algo del orden de la voluntad?
El público que viene a ver a Les Luthiers sabe el tipo de humor que se va a encontrar. Antes no nos pasaba eso, que sintonizaran tanto con nuestro humor culterano.
¿Será que el público actual es un poco menos refinado o, cuanto menos, tiene otro refinamiento?
Yo no hablaría del público actual en general, ya que nuestra audiencia ha ampliado sus fronteras y tiene una predilección por esto. Ahora bien, en la Argentina de hoy hay indicios de barbarie, hay un inferior gusto por el arte, la belleza y la cultura.
Esto se ve expresado, por ejemplo, cuando aflora la violencia entre dos barras bravas. Y esta degradación del pensamiento se ve en varias representaciones culturales.
¿Será que hay un esfuerzo cognitivo muy importante por parte de la audiencia que no está predispuesta a llevarlo a cabo?
Sin dudas, sin ser sociólogo, hay un nivel de comunicación mucho más efímero. Y las redes sociales no han ayudado en eso, mostrando mucho bajo contenido. Muchos niños están sumergidos en el destello de las pantallas. De todas maneras, confío en la humanidad: el iluminismo vino para quedarse.
¿Se puede decir que Les Luthiers es hijo del iluminismo?
Es un descendiente lejano del iluminismo.
AO FM