“El cambio climático es una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta”, advierte el último informe del panel intergubernamental de científicos especializados en el tema. Queramos o no, es un asunto que nos compromete a todos.
En este contexto, darse por vencidos es la peor opción. “Cada tonelada de dióxido de carbono que logramos sacar de la atmósfera hace que nuestro futuro sea un poco más fresco”, se esperanza el periodista Jeff Goodell en un informe especial de Rolling Stone, donde da algunas ideas para afrontar un escenario delicado.
1. Impuestos al carbono
Solo en Estados Unidos, el subsidio a los combustibles fósiles es de 660 mil millones de dólares. Si se bajaran o quitaran, habría mayores incentivos para las energías limpias. Pero hay trampas acechando. Hace un año, Greenpeace grabó a un ex director de la petrolera ExxonMobil revelando que apoyaría la idea, para más adelante presentarse como una víctima del gobierno.
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2. Más electricidad
La energía eléctrica es más limpia que el gas, el carbón y el petróleo. El mejor ejemplo es la industria automotriz, en camino de invertir 500 mil millones de dólares en autos eléctricos y que en 2020 consagró a Tesla como la empresa más valiosa del rubro. Aunque en Estados Unidos su opción más barata, el Model 3, parte de los 46 mil dólares, los precios siguen bajando.
3. Llenar los techos de paneles solares
Los paneles solares representan la posibilidad de olvidarse de tarifas y apagones. Pueden agregarse a cualquier espacio desaprovechado en hogares, comercios y edificios estatales. La energía solar tiene un rol humilde pero en crecimiento en la matriz energética argentina. Si en agosto de 2018 su participación era de apenas el 0,1%, en marzo de este año había subido al 2,4%.
4. Ciudades más densas y humanas
Las ciudades con alta densidad poblacional pueden ser más sanas que los suburbios: sus habitantes emplean menos combustible en viajes largos, tienen mejor acceso a los servicios, y viven y trabajan en edificios cada vez más eficientes. Pero necesitan potenciar el sistema de bicicletas y mejorar el transporte público, además de crear más espacios verdes.
5. Comer grillos
La agricultura industrial implica deforestación y altas emisiones de carbono. La producción de hamburguesas vegetales desprende un 90% menos de gases de efecto invernadero que las opciones tradicionales, mientras que insectos como los grillos ofrecen una alternativa proteica. En este caso, el cambio cultural asoma como el gran desafío.
JL PAR