El director del Banco Nación, Claudio Lozano, dialogó en Modo Fontevecchia (Radio Perfil FM 101.9 y Net TV) y aseguró que Daniel Marx "se alineó junto a Cavallo en el fin de la convertibilidad". Por otro lado, manifestó que los vínculos que mantiene Sergio Massa pueden "tener distintos tipos de concreción" y, por úlitmo, aseveró que el nuevo controlador del endeudamiento "en todos los casos, lo que hizo fue incrementar la deuda de la Argentina".
¿Por qué te alarma Daniel Marx?
Es alguien que tiene una historia y no es la mejor en defensa del endeudamiento. Su primera tarea fue impedir u obturar la investigación de la deuda del país en los albores de la democracia. En ese momento, él ocupó el directorio del Banco Central y allí se había constituido una comisión que auditaba ese endeudamiento y así planteó serias irregularidades tanto con el Club de París como con en el proceso de estatización del endeudamiento privado.
Ambos casos fueron impugnados por esta comisión y uno de los dos directores que tomaron a su cargo la evaluación del informe fue Daniel Marx que mandó a cajonearlo, desarmó la comisión y, por lo tanto, una deuda que era ilegítima tomada en el marco de la dictadura y con irregularidades muy serias no se investigó en ese momento.
También tuvo un papel preponderante en el cierre de la negociación del Brady, en un escenario en el que Argentina asumió acuerdos que violaban su plexo jurídico y que se comenzaron a privatizar y desguazar el Estado, además de la utilización de bonos de deuda pública que fueron usados para el remate a precio vil de las empresas estatales, luego de esto terminó trabajando con Nicolás Brady en una de sus empresas dando cuenta de una situación bastante irregular.
Se alineó junto a Cavallo en el fin de la convertibilidad con el tema del blindaje y el megacanje. En todos los casos, lo que hizo fue incrementar la deuda de la Argentina. Ponerlo a cargo de seguir o formar parte del Comité de Sustentabilidad de la deuda cuando francamente no defendió los intereses del país como corresponde la verdad que no es muy acertada la decisión.
¿Te alarma la designación de Sergio Massa?
No. Es otra cuestión que la veremos a partir de las decisiones, tiene un atisbo a favor. Hemos tenido dos meses de corrida cambiaria y financiera con muchos elementos innecesarios y que no tienen racionalidad desde el punto de vista de la economía, sino que también desde el político.
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Aparece alguien en el ministerio que integra el Frente de Todos, pero que también tiene una relación aceitada con el poder económico y la embajada norteamericana. Ese activo puede permitirle gestar un acuerdo de transición que permita ordenar la situación.
Criticaste a Martín Guzmán, Silvina Batakis, el acuerdo con el FMI. Sergio Massa representa todo eso elevado a alguna potencia.
No digo que esté bien o mal su designación. Estoy haciendo una caracterización. Los vínculos pueden tener distintos tipos de concreción y una puede ser validar todas las expectativas del poder económico, lo cual implicaría poner en marcha un ajuste que seguramente sería negativo para el conjunto de la sociedad.
La otra es que pueda encontrar algún tipo de transición que permita que las personas pueda entrar en un momento de calma y recuperación de las condiciones de vida. Tiene que ver con la capacidad de utilizar los recursos de los que dispone en función de una opción u otra.
No tenemos una ideología similar a la del kirchnerismo, puede haber puntos de encuentro, pero no pensamos iguales.
Claudio Mardones (CM): ¿Cuál va a ser la política del gobierno con respecto a los planes sociales en un momento en el Congreso hay una discusión en torno a avanzar e instalar el debate de la implementación del salario básico universal?
El nuevo ministro tiene la sufiente inteligencia como para saber que él no es la expresión del Frente Renovador, sino del Frente de Todos. Lo que es lógico es pensar en una revisión de la situación en materia de planes. Nosotros le planteamos al Presidente, como fuerza política en el año 2020, una propuesta que creaba por un lado un Salario Básico Universal para toda la gente con trabajo informal y desempleo.
Por otro lado, un programa de empleo garantizado para cuatro millones de personas que es el total que se incorporararon en el registro de economía popular en el marco de una creación de un área de economía pública y social con participación de la pequeña y mediana empresa de las cooperativas, unidades autogestionadas y del Estado para un desarrollo de conjunto de inversiones sociales necesarias como son infraestructura sanitaria, educativa, de viviendas, entre otras cosas.
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Cuando uno mira el presupuesto, tiene gastos tributarios. Es decir, lo que el Estado deja de cobrar por las extensiones vigentes, muchas de ellas que no tienen justificación, regímenes promocionales y subsidios que en muchos casos alientan a inversiones que en la práctica no están y deberían ser revisados. Tenemos casi tres puntos del producto invertidos en eso, así que condiciones para financiar una resolución diferente son posibles.
El desafío que tendrá el ministro es la cuestión inflacionaria. El tema que tiene cualquier programa antiflacionario es que el acuerdo con el Fondo es inflacionario y obliga a subir la tasa de interés, devaluar, actualización tarifaria, retroalimentación de la espiral de precios, todo esto en un contexto de 80% anual de inflación. En este sentido se va a contramano de lo que se necesita.
La Argentina necesita todo menos la recomendación ortodoxa de enfríar la acitividad económica para que se desaceleren los precios. La recesión del proceso inflacionario es una receta que actualmente puede ser un remedio peor que la enfermedad.
BL PAR
