“Se pueden encontrar muchos puntos de contacto entre el Partido Laborista más importante de Sudamérica, el peronismo, y el más importante de Europa, el Partido Laborista inglés”, introdujo Jorge Fontevecchia en la apertura de Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (101.9) del miércoles 17 de mayo del 2023.
Estas coincidencias incluyen la búsqueda de modernización de uno y otro. En Inglaterra se produjo una especie de rebautismo y se llamó New Labour (Nuevo Laborismo) al espacio que fue, en cierta medida, un reflejo para lo que trató de hacer Carlos Menem en los años noventa, generando una revolución doctrinaria del peronismo.
La renovación ya había tenido un intento previo con Antonio Cafiero y luego tuvo su ensayo en distintos dirigentes que trataron de institucionalizar al peronismo y convertirlo en un partido estructurado y de liderazgos horizontales, a diferencia del verticalismo inicial de la época de su fundador Juan Domingo Perón. La renuncia de Cristina Kirchner a la posibilidad de candidatearse para presidenta genera nuevos desafíos para el partido que va a cumplir 80 años en la Argentina.
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La obra que busca trascender al autor
Carlos Corach, "peronólogo" de fuste y con una formación académica destacada que lo llevó a ser profesor en la Universidad de Oxford, aseguraba que, si Perón reviviera, se sorprendería menos por la vigencia de su partido todos estos años: "El justicialismo tiene una larga trayectoria y no se percibe su final”.
Partidos políticos similares en Sudamérica no han podido sobrevivir tras el envejecimiento de su líder. Humberto Eco asegura que, para que haya obra, tiene que trascender al autor, si no es simplemente una proyección del ego de la persona.
En la actualidad, algunos de los dirigentes oficialistas plantean la posibilidad de una renovación del peronismo. Para Matías Kulfas, esta renovación se tiene que dar en las ideas económicas: "Debemos internalizar los cambios que se han producido en el siglo XXI. La política argentina viene corriendo por detrás de estos cambios que se están acelerando con la pandemia y las tensiones geopolíticas".
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Renovación doctrinaria
A lo largo de los últimos 30 años, se ha planteado continuamente la idea de renovación doctrinaria: "El peronismo, tal como lo conocíamos, murió con Perón", sentención Carlos Ruckauf en una entrevista para Modo Fontevecchia. Y aseguró que lo que se observa ahora son una serie de variables producto del contexto geográfico y temporal: "El peronismo está en el Frente de Todos, está en Juntos por el Cambio con la figura de Pichetto, y está en un posible frente que pueden armar Schiaretti y Urtubey. Es decir, está en todas partes y en ninguna a la vez. Por eso creo que va a empezar a caminar por el desierto a partir del 10 de diciembre y los jóvenes tendrán que buscar la renovación".
Uno de los tantos extranjeros fascinados con el peronismo es el politólogo francés Alain Rouquié, quien sostenía que el mejor peronismo era el perseguido. Ayer, a pesar de la explícita renuncia a la posible candidatura de Cristina Kirchner, en el congreso del PJ se seguía cantando "Cristina presidenta". El grito, a modo de mantra, no necesita ser interpretado literalmente y tiene una semántica emocional que va más allá de su cumplimiento real.
El escritor Alejandro Horowicz se animó a teorizar sobre el futuro del peronismo y, al igual que Ruckauf, aseguró que el peronismo tal como lo conocíamos ya no existe: "Ninguno de los instrumentos implementados por el peronismo en su primera etapa sobrevive en estos años". Para el ensayista, el movimiento obrero organizado no tiene ningún lugar en la lucha obrera política.
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A comienzo de los noventa, Carlos Menem planteaba que los que se habían quedado en 1945, se habían perdido el tren de la historia: "El mundo exhibe una serie de cambios vertiginosos que derrumban concepciones, hasta hace poco, inamovibles". En el discurso, Menem comparaba estos cambios con los que tuvo que enfrentar Perón tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.
La tensión a la que se enfrenta el peronismo está entre convertirse en un partido estructurado, con la idea socialdemócrata que tiene Alberto Fernández y que tenía Antonio Cafiero, y la búsqueda de un nuevo líder como lo fue Néstor Kirchner y, más atrás en el tiempo, Carlos Menem y el propio Juan Domingo Perón, y como lo sigue siendo Cristina Kirchner.
El "operativo clamor" se quedó con las manos vacías
Roberto Mangabeira Unger, exministro de Estrategia de Lula en Brasil y profesor en Harvard, aseguraba que había dos tipos de partidos políticos: los del poder y los de las ideas. El politólogo sostenía que muchas veces los partidos de las ideas no llegaban al poder, en cambio los partidos del poder podían adaptarse a los cambios y surfeaban las olas del humor social de época.
Cabe preguntarse si el peronismo se convertirá, a través de un proceso de horizontalización, en algo parecido al radicalismo, que busca trascender en el tiempo sin la necesidad de un líder carismático, si estará a la espera de un nuevo líder que oriente al partido o si lo veremos en una situación de ostracismo en caso de tener que volver a su rol de oposición tras las próximas elecciones.
ADP JL