Cómo fueron las reacciones dentro de los pasillos que rodearon al debate de los candidatos que se realizó este domingo.
El segundo debate presidencial |
Telam
El periodista de política, Alejandro Gomel, reveló los momentos más destacados de la noche del debate presidencial, en la cual diferentes presentaciones o respuestas de los cinco candidatos generaron aplausos o silbidos, en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Fue interesante lo que pasaba allí e incluso afuera. Más allá de que había un operativo de seguridad importante y se cortó la Avenida Figueroa Alcorta, algunos grupos que tenían que ver y alentaban a Javier Milei estaban afuera.
Pero dentro de la Facultad había mucho nervio y ansiedad, en la previa, y después los distintos grupos de asesores de los candidatos lo vivieron como un verdadero partido de fútbol. Allí se midió el aplausómetro y lo mismo pasó con los silbidos, en algún momento, en los salones que estaban alrededor.
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Todo comenzó como lo preveían los asesores: una Patricia Bullrich muy agresiva y tratando de usar el escándalo de Martín Insaurralde y pegar a dos puntas: a Milei y Sergio Massa. El primer aplauso fue cuando la candidata comenzó a hablar de Insaurralde y la respuesta de Massa vino preguntándole por Gerardo Milman. El ministro dijo: "Yo le pedí la renuncia a Insaurralde, ¿por qué vos no hiciste lo mismo con Milman?", y esa fue la primera reacción fuerte que hubo de parte de los que estaban en la Facultad.
Tuvo revancha, en varias ocasiones, Bullrich. Se festejó mucho su performance hablándole a Massa de economía, sobre todo, con esa frase que había preparado en la semana. "Viniste a sacar las papas del fuego y nos hiciste puré", dijo la ex titular del PRO y ahí la gente de Patricia Bullrich festejó. Incluso también ella llamó "Tongolini" a Matías Tombolini para hablar de los derechos de exportación.
El que sorprendió a muchos es Juan Schiaretti, que levantó el perfil y lo desubicó un poco al ministro-candidato, que gastó dos de sus derechos a réplica para contestarle sobre el tema producción y campo.
Luego del debate, cerca de Massa nos decían que ahí Sergio se puso nervioso, se salió un poco del libreto, porque la idea no era confrontar con el cordobés, pero fue lo que sucedió, y una de la frases de Schiaretti que sorprendió fue cuando dijo que "las reservas del Banco Central están -10, como en el chinchón", y generó risotadas dentro de la Facultad. Además, después del debate era a uno de los más sonrientes y de los que más daba notas a todo aquel que se lo pidiera.
En el post debate, la primera que salió a hablar fue Victoria Villarruel, la candidata a vicepresidenta de Milei, para tratar de defender lo que había hecho él, que estuvo distinto en comparación con el primer debate. Por momentos, algunos cerca de Javier Milei decían "fue más auténtico, no se sacó desaforadamente pero tuvo sus ataques de ira que festejaban los propios".
Myriam Bregman, al igual que en en primer debate, fue la que se mostró más suelta y los suyos festejaban sus salidas, especialmente cuando a Milei le dijo que una de sus exposiciones parecía a una de "Yahoo Respuestas". En ese sentido, se fueron conformes desde la izquierda.
La actuación de Milei en cuanto al negacionismo y la relación con lo que son sus listas de candidatos fue donde le hizo más ruido a todos dentro de la Facultad. Por un lado, Bregman preguntándole que, si además de ser un negacionista de que lo que había pasado con la dictadura, también negaba el cambio climático.
El libertario no solamente negó las afirmaciones de ella, sino que también hizo toda una parábola negando el cambio climático. Lo mismo cuando Bullrich le dijo "¿cómo vas a cambiar si tenés chorros en tus listas?", y generó la respuesta de "vos también tenés chorros en tu lista", algo que levantó las tribunas.
Todos se fueron medianamente conformes de lo que había pasado allí dentro del recinto, especialmente la gente de Bullrich, que decía que "logramos cambiar la imagen que tuvimos en el primer debate y eso nos deja conforme".
Por su parte, los cercanos a Massa afirmaban que "entrábamos perdiendo 2-0 con el caso Insaurralde y un dólar blue casi a $900, y pudimos mantenernos a flote".
