Juliana Di Tullio, ex presidenta del bloque del Frente para la Victoria, manifestó que al ser peronista "hay que estar preparado para estar preso". Además, se refirió a la polémica de los chats del Lago Escondido. "Me impresiona el bajo nivel de Clarín y de Comodo Py, fue muy vulgar y de pocas luces", destacó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿Esperabas que Cristina Kirchner dijera que no iba a ser candidata a nada?
No me sorprendió, era parte de las hipótesis que tenía. Pero no me gustó, fue muy conmovedor como peronista. Hay que ser honestos: el juicio fue una paparruchada, no se puso comprobar nada. Adjudicarle defraudación a una presidenta que no tiene ese mandato en la Constitución es una estupidez.
Tampoco me sorprendió la condena de un Tribunal político, es la mafia judicial. Parece que esto no es un tema preocupante para gran parte de la sociedad y los medios. Es un situación compleja a nivel institucional y democrático.
Guillermo Moreno: "El peronismo tiene que ser capaz de incluir a Héctor Magnetto"
¿Hay cierto malestar con la sociedad en su conjunto?
No tengo tristeza, soy una militante del peronismo. Siempre recuerdo que, cuando era chica, fui a una unidad básica del peronismo y la persona que me atendió me dijo que si era peronista podía caer presa. Recién salíamos de la recuperación democrática. No olvidemos que a los militares les pagaban por los presos que tenían.
Los cambios reales lo hacen los pueblos, no los dirigentes. Si esto sigue así, no hay futuro para el país: no queremos 50% de pobreza, sino equidad y poder confiar en las instituciones.
Vale aclarar que Cristina no renunció a la conducción estratégica del peronismo. No reconozco al Poder Judicial como parte de la República. Se convirtieron en mercenarios del Estado que trabajan para grupos privados.
El escenario político luego de la renuncia de Cristina Kirchner
Gustavo Marangoni, ex presidente del Banco Provincia, planteaba que la renuncia de Cristina Kirchner dejaba en problemas a la oposición, porque un elemento de unidad era que estuviera. ¿Coincidís?
Lo que dice es cierto, es la historia de la Argentina, la grieta es histórica. Los que están contentos por la condena de Cristina son antiperonistas, saben que este juicio es político.
No se quieran convencer de que Cristina Kirchner es "chorra", admiten que se alegran porque es la líder del peronismo. Quieren que se termine el peronismo.
¿En este contexto cómo imaginás el escenario electoral?
Pienso que el peronismo va a poner toda su capacidad de militancia. Todavía hay conducción, Cristina tuvo un gesto de grandeza y generosidad. Fue un mensaje generacional para ver a quién le da el cuero.
El apodo que Javier Milei le puso a Cristina Kirchner luego de augurar el fin del kirchnerismo
Javier Milei sostuvo que “muerto el cuco, ahora Juntos por el Cambio no nos va a tener de rehén", en referencia a que sin Cristina enfrente el espacio de Macri, le va a costar reunir votos que tenía sólo por oposición al oficialismo.
Es como una especie de hormiguero: todos sueltos y separados. Cristina pateó ese hormiguero, por eso dijo que no era mascota de Héctor Magnetto.
El sociólogo Luis Costa decía que Clarín es la mejor organización empresarial del país, pero cuando leí los chats del Lago Escondido, no podía creer que se tratara de esa organización. ¿Realmente tienen ese poder?
Me impresiona el bajo nivel de Clarín y de Comodo Py, que tiene la vida de los argentinos en sus manos. Fue muy vulgar y de pocas luces.
Cuando uno ve esto se consolida la idea de que, cuando Néstor Kirchner firmó la fusión de Cablevisión y Multicanal, fue un error político del que seguimos arrepintiéndonos.
Vi varias veces a Jorge Rendo y a Pablo Casey haciendo lobby en Diputados para no votar la Ley de Medios. Son un pulpo gigante, no son sólo Clarín.
Cada uno de los sectores decía que el poder lo tenía el otro. Y en ese planteo de doble impotencia, la Argentina está detenida. ¿Qué reflexión te genera esta idea?
Es una falsa opción, la política es quien transforma la realidad y hay que hacerse cargo. La falla también es de la política, nunca del pueblo. Las transformaciones profundas son de abajo hacia arriba.
Lo demostré en todas las causas legislativas que llevé adelante, como en el casamiento de personas del mismo sexo o la despenalización del aborto. Por eso la Argentina es diferente ahora, pero no se hubiese dado sin mi capacidad de convencer.
AO JL