Marco Lavagna: “Si uno no puede generar credibilidad, es difícil que los actores económicos vean claro el camino”
El director del INDEC y ex miembro de la Cámara de Diputados fue entrevistado por Jorge Fontevecchia en Radio Perfil (FM 101.9). Destacó que la Argentina tiene problemas económicos “estructurales” que requieren de un esquema a largo plazo y “acuerdos” para ser controlados.
Marco Lavagna, en la entrevista con Jorge Fontevecchia. |
Néstor Grassi
Marco Lavagna, director del INDEC y ex miembro de la Cámara de Diputados, habló en Modo Fontevecchia por Radio Perfil (101.9) y destacó que se necesita de “muchos años” para solucionar el problema inflacionario y que es “importante tener acuerdos políticos estructurales” para que los actores de la sociedad y la economía puedan confiar.
¿Creés que existen posibilidades de que la inflación tienda a ser descendente en los meses siguientes y en el segundo semestre?
Espero que sí. Nosotros, como INDEC, no hacemos predicciones, medimos lo que efectivamente está pasando. No hacemos proyecciones porque podría interpretarse como que se está sesgando los resultados. Hablamos con los datos cerrados y analizados, y recién ahí los damos a conocer. Históricamente, los primeros meses suelen tener precios más altos, veremos si esto se confirma. Porque se dan, por ejemplo en el último mes, el cambio de temporada de ropa que siempre tiene un impacto fuerte. Veremos si se confirma hacia adelante. Como argentino, espero que se logre esa tendencia a la baja.
¿Cuál sería una tendencia a la baja? ¿Cerca del 50%?
Me refiero a que la Argentina tiene problemas estructurales y naturalizados de inflación, de años, y es uno de los principales problemas de la economía argentina. Para solucionar esto, estructural y naturalizado, tiene que armarse un esquema en el que, a lo largo de dos o tres años, el control de la inflación esté y pueda ir bajando. Bajar la inflaciónno se puede hacer de un día para el otro. Requiere una tendencia a la baja mucho más larga, más allá de un mes.
Entiendo que vos como economista no recomendarías una terapia de shock sino un proceso gradual por etapas...
No hay soluciones mágicas. El problema estructural de la Argentina requiere varios años para que uno pueda controlar la inflación.
¿La puja electoral destruyó aquí el plan antinflacionario? ¿Es necesario un acuerdo político para que el plan funcione?
Uno tiene que tener un contexto institucional que ayude en esa línea. Si uno no puede generar credibilidad, es difícil que los actores económicos vean ese camino claro. Es importante tener acuerdos políticos estructurales sobre cuál es la línea que se va a transitar, que pueda mostrar a la sociedad y los actores económicos de hacia dónde se va.
Una fecha crucial para vos es el 18 de mayo, que es el próximo censo, que se podrá realizar de forma virtual. ¿Qué porcentaje de la población ya lo realizó virtualmente?
Tenemos cerca del 14% de las viviendas censadas. En términos de números, son unas 6.650.000 personas. El censo digital lo pusimos en línea el 16 de marzo y quedará abierto hasta el 18 de mayo a la mañana, cuando comienza el operativo tradicional, vivienda por vivienda. Quienes completen el censo digital, cuando vaya el censista, solo deberán darle un código de completamiento. Tenemos buen resultado y creemos que irá subiendo en estos días. La recomendación es que todos aquellos que quieran hacerlo de forma digital, no lo dejen para último momento. Lo que nos importa es que la gente tenga alternativas para participar.
El hecho de que una cuarta parte de la población esté censada, ¿ayuda a que se tengan los datos más rápido? ¿Se elimina la carga de datos de un aparte del censo? En ese caso, ¿para cuando estarían los datos?
Ayudan al proceso del operativo de campo. Piensen que una persona, cuando va a la vivienda, puede tardar 20 minutos con el formulario en papel para una familia con cuatro miembros. De esta forma digital, solo tarda un minuto. Eso agiliza el operativo y hace a la calidad del dato. No es lo mismo para el censista la primera entrevista que la número 30.
Vamos a tener datos preliminares esa misma noche, de cuánto somos. A los tres meses vamos a tener cantidad de gente por sexo, edad, lugar de residencia. A los ocho meses los primeros resultados definitivos y al año y medio, la totalidad de los datos procesados. Parece largo, pero en términos de censo, si logramos el cronograma es un tiempo récord.
Hoy la cifra oficial es de 46.800.000 personas. Cuando uno se aleja de las posibilidades del censo, los márgenes de errores son más grandes. Ahora dentro de poco veremos cuántos somos realmente.
¿Cuál es el valor sociológico, psicológico, económico, en el censo?
Los censos te permiten volver a reconocernos en nuestras diferencias culturales, étnicas, sociales, económicas, en función de donde vivimos. No es lo mismo la Ciudad de Buenos Aires, que Tierra del Fuego o Jujuy. Te permite tener la foto de quién sos, que es central para ver a dónde vamos. Es una foto de cuáles son nuestras fortalezas y debilidades. Permite tener cuestiones específicas como las necesidades básicas insatisfechas en términos de la calidad de los materiales de construcción de la vivienda, los accesos a la salud, discapacidad, reconocimiento étnico e identidad de género que se incluye por primera vez. Esta es una cuestión que hace diez años no estaba y, hoy, la sociedad demanda información. Permite tener información sobre, por ejemplo, embarazo adolescente. Todo eso sale de un censo y es central para políticas públicas.
