Más de 4.800 personas pudieron haber sido objeto de abuso sexual infantil en la Iglesia Católica de Portugal, según la denuncia de 512 presuntas víctimas revelada este lunes por un panel de expertos.
Si bien miembros importantes del clero luso quisieron minimizarlo en un puñado de casos, los miembros del panel leyeron algunos de los desgarradores relatos de los presuntos abusos incluidos en su informe final.
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El jefe de la Conferencia Episcopal Portuguesa, el obispo José Ornelas, indicó que las autoridades eclesiásticas estudiarían el informe de 500 páginas del panel antes de dar una respuesta oficial. El Comité Independiente para el Estudio de Abusos de Menores en la Iglesia Católica, formado por los obispos lusos hace poco más de un año, estudió los supuestos casos desde 1950.
El informe final será abordado el mes próximo por los obispos portugueses. La mayoría de los supuestos casos, 4.815 en total, ha prescrito. El panel informó que sólo 25 acusaciones se pasaron a los fiscales.
El informe, que algunos consideran tardío, da a luz cuatro años después de que el papa Francisco reuniera a líderes eclesiásticos de todo el mundo en el Vaticano para abordar la crisis de abuso sexual en la Iglesia. El panel recomendó que el plazo de prescripción de esos delitos se extienda a por lo menos 30 años a partir de los 23 años actuales.
