Pedro Castillo no sale del atolladero. Renunció uno de los cuatro sobrevivientes del primer gabinete del mandatario peruano, Aníbal Torres, presidente del consejo de ministros. Adujo razones personales que, en un gobierno que ha tenido casi 60 bajas en apenas un año, son políticas.
Torres estaba en la cuerda floja desde que defendió a Hitler por haber mejorado las rutas de Alemania a pesar de haber sido un genocida. Había asumido como ministro de Justicia el 28 de julio de 2021. En febrero de este año pasó a ser el cuarto primer ministro de la gestión de Castillo.
Su renuncia acrecienta la incertidumbre política en el Perú. Castillo tiene cinco investigaciones fiscales en su contra, incluidas algunas por presunta corrupción y hasta por el supuesto plagio de su tesis de maestría.
Perú cumple un año de desgobierno
En los 19 ministerios del Perú ha habido 59 cambios en un año. Castillo sobrevivió dos veces a pedidos de destitución del Congreso, tan impopular como él.
La fiscal general Patricia Benavides investiga a Castillo como presunto líder de un grupo criminal que cobraba dinero por licitaciones de obras públicas. Estaba integrado por su exsecretario Bruno Pacheco, quien se entregó hace poco tras estar en la clandestinidad. También habrían formado parte del grupo un sobrino del mandatario y un exministro. Ambos están prófugos.
En su gestión de seis meses, el renunciado primer ministro criticó a la prensa, sobre todo a la de Lima. La acusó de pertenecer a la clase alta, la derecha y la ultraderecha. Castillo afronta el nivel más bajo de aprobación desde que fue elegido: un 76% de disconformes, según una encuesta de Ipsos Perú.
BL PAR