Tras la llegada de los dólares del Fondo Monetario de 10 días atrás, el ministro de Economía, Sergio Massa, pelea contrarreloj contra las claras señales de un freno en la economía.
Aún cuando gran parte de esos fondos se fueron en la repago de deudas que tenía la Argentina, aún con el propio FMI, ayer pudo concretar un anuncio que había prometido días atrás a los dirigentes de la UIA en la celebración del Día de la Industria.
De ese modo, el Gobierno confirmó ayer la liberación de importaciones por 700 millones de dólares en insumos para la producción y repuestos para maquinarias. Gran parte de esas operaciones estaban demoradas por la falta de divisas y eran un reclamo central de los empresarios. En muchos sectores, la falta de insumos importados generaba la amenaza de detener la producción y, en algunos casos, ponía en riesgo los puestos de trabajo.
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A un mes y medio de las elecciones, el interrogante es si la aprobación de esos trámites podrá concretarse a tiempo para no acentuar las señales de retracción que ya muestra la economía.
Las demoras en la aprobación de las SIRA, los permisos de importación que otorga la secretaría de Comercio para cada empresa que compra en el exterior aparecen, junto con la sequía, al tope de las causas que provocaron la caída de la actividad económica en la primera mitad del año.
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Según los datos del Indec, entre enero y junio, la actividad económica se contrajo un 2% en relación al mismo período del año pasado. Y si bien la agricultura fue el sector con peor desempeño por los efectos de la sequía, la industria viene marcando números en rojo.
Para el Indec, en junio hubo una caída interanual del 3,3%. Coinciden en reflejar esa merma consultores privados, como Orlando Ferreres, para quien la baja en la actividad industrial llegó al 4,4%.
JL
