Un Think Tank de EE. UU. con influencia global criticó al plan “licuadora” de Luis Caputo: ¿Sugiere su desplazamiento?
Desde el Cato Institute, los expertos criticaron al Ministro de Economía por subir la inflación y ver la dolarización como un destino lejano, no como punto de partida.
El paquete de medidas económicas impulsadas por el Gobierno de Javier Milei y su equipo siguen generando ecos a nivel local y global. En ese marco, analistas del Cato Institute, uno de los más prestigiosos “Think Tank” de Estados Unidos, instituto de investigaciones de tendencia conservadora con sede en Washington, publicaron un artículo en el que manifestaron su apoyo a las reformas impulsadas por el Gobierno argentino. Sin embargo, hicieron una fuerte advertencia sobre los efectos inflacionarios de algunas disposiciones implementadas y dispararon duro contra el “plan Caputo”.
En concreto, en un detallado artículo titulado “Retrasar la dolarización puede poner en riesgo la agenda liberal de Milei”, Gabriela Calderón de Burgos, investigadora del Cato Institute y Daniel Raisbeck investigador del mismo organismo, criticaron al Ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo por considerar que comete un grave error al ver a la dolarización como “un destino lejano y no punto de partida” para estabilizar la economía.
Diagnóstico con mirada externa
Los autores del informe con mirada internacional, indicaron que “los liberales de todo el mundo han celebrado con razón la elección de Javier Mileicomo presidente de Argentina y sus primeras medidas en el poder. Sin duda, el decreto de emergencia de Milei para desregular amplios sectores de la economía, desde la eliminación de los controles de precios y alquileres hasta el establecimiento de una política de “cielos abiertos” que liberalice la industria aérea, supondrá un alivio muy necesario para un sector privado estrangulado. Lo mismo cabe decir de su proyecto de ley “ómnibus”.
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Los analistas ahondaron señalando que “una crítica justa al decreto de emergencia de Milei es que podría deshacerse en gran medida, en el futuro, mediante un decreto similar de tendencia estatista e intervencionista. Sin embargo, sigue siendo un medio legal para gobernar, que requiere la ratificación final del Congreso y de los tribunales. Además, la indudable emergencia económica de Argentina justifica sin duda medidas extraordinarias”.
Alertaron sobre el principal problema, señalando temor ya que la principal amenaza para la agenda podría no ser su modus operandi legislativo, sino la política monetaria del Gobierno de Milei. Precisamente cuando la propuesta política como candidato fue la dolarización total de la economía y el cierre del Banco Central.
Enfatizaron en los antecedentes del ministro, destacando que el nombramiento del experto puso en duda el compromiso del Gobierno con la dolarización. “Caputo se había opuesto a la dolarización en el pasado y, unos días antes de asumir el cargo, supuestamente dijo a un grupo de representantes del sector bancario que la dolarización estaba descartada. Desde entonces, tanto Milei como Caputo han afirmado que la dolarización sigue formando parte de la agenda. Sin embargo, está claro que el plan actual de Caputo para estabilizar la economía no incluye la dolarización de Argentina”, advirtieron.
“En su lugar, Caputo ha mantenido los controles de divisas y el tipo de cambio oficial frente al dólar, que sin embargo se acercó mucho más al tipo de cambio del mercado negro o “dólar blue” (de ARS $400 a $800, comparado con un dólar blue ligeramente por encima de ARS $1.000 a principios de diciembre). El ajuste también incluye una paridad móvil mensual del 2%”, advirtieron.
El plan “licuadora” de Caputo
“Caputo convirtió la escandalosa deuda en notas de liquidez (Leliqs) del Banco Central en bonos del tesoro, una medida necesaria que redujo drásticamente los pasivos remunerados del banco central, que sólo podía pagar mediante la expansión de la base monetaria”, precisaron los expertos. “En otras palabras, el objetivo de Caputo es “licuar” la montaña de deuda interna de Argentina y eliminar el déficit fiscal mediante niveles de inflación muy superiores a los tipos de interés oficiales”.
“La lógica detrás del plan de Caputo parece ser que, como han argumentado varios economistas, incorrectamente, en nuestra opinión, Argentina no tiene suficientes dólares para dolarizarse. Por lo tanto, es necesario retrasar la dolarización y el cierre del Banco Central hasta que la economía se estabilice”, detallaron.
“Uno de los problemas de este planteamiento es que la elección de Milei representó un cambio político radical”, atacando “las causas profundas del caos monetario” para “domar la inflación” de una vez por todas. De ahí la propuesta de Milei de dolarizar y cerrar el Banco Central”, sin embargo “no puede decirse que el Banco Central sea independiente porque lo dirige el antiguo socio de Caputo”, agregaron. “Y lo que es más preocupante, el banco central sigue emitiendo pasivos remunerados”.
Hacia una dolarización más dolorosa
“En una entrevista reciente, Caputo confirmó que el gobierno tiene la intención de cumplir con la promesa de dolarización de Milei, pero sólo una vez que su "plan de estabilización" se haya implementado plenamente. Queda claro entonces que Caputo considera la dolarización como un destino lejano, no como un punto de partida. Creemos que este enfoque es erróneo y corre el riesgo de una dolarización mucho más dolorosa de lo necesario en el futuro”, destacaron.
Los autores apuntaron que “las medidas de Caputo hacen poco por generar confianza y atraer dólares al sistema financiero formal, que es lo que Argentina necesita desesperadamente”. Y remarcan que “Milei, no ha liberalizado el tipo de cambio entre el peso y el dólar estadounidense”, señalaron. La opinión de Milei parece coincidir con la de Caputo, en la medida en que ha afirmado que las medidas monetarias del Gobierno son necesarias para evitar un brote de hiperinflación. Sin embargo, tal y como ha rebatido el economista Nicolás Cachanosky, tal escenario sólo puede producirse mientras se mantenga el peso”.
Agregando para cerrar: “Sin duda, las medidas de Milei para desregular y liberalizar a la economía argentina no sólo son bienvenidas, sino de la máxima necesidad. Pero podrían resultar marginales si no resuelve el problema monetario lo antes posible”.
